jueves, 8 de julio de 2021

Segorbe - Navajas - Salt de la Novia

Cascada del Brazal
Fecha: 4/7/20
Tipo de ruta: Circular
Lugar de inicio: Segorbe, Alto Palancia,Castellón
Hora de inicio: 7 h 16 min
Duración: 4 h 32 min
Distancia: 12.09 Km
Dificultad: Media-Baja
Altura mínima: 312 m
Altura máxima: 439 m
Índice IBP: 35
Calificación (1-10): 8
Recorrido: Estación de tren de Segorbe – Pino y Masía de Cuenca – Convento de los Jerónimos – Ermita de la Esperanza – Manantial de la Esperanza – Navajas – Plaza del Olmo – Monumento a los Amantes – Fuente del Lugar – Fuente de la Peña – Fuente de la Virgen de la Luz – Fuente del Hierro – Cascada del Tio Juan y Mirador del Paraiso – Fuente de Mosen Miguel – Cascada del Brazal – Salto de la Novia – Fuente del Curso – Puente río Palancia – Área recreativa río Palancia – Fuente de los 50 caños – Estación de tren de Segorbe.
Datos técnicos:

Cómo llegar:
Saldremos de Algemesí con dirección a Alginet, por la CV-525, justo antes de entrar en esta ultima población tomaremos la A-7, Autovía del Mediterráneo, con dirección a Valencia, una vez rebasado el establecimiento penitenciario de Picasent continuaremos por la circunvalación con dirección Madrid-Barcelona, por la A-7 hacia Sagunto, y antes de entrar en Sagunto nos desviaremos por la A-23, Autovía Mudéjar, antigua carretera N-234, pasaremos las poblaciones de Gilet, Estivella, Soneja y Segorbe, y al llegar a la salida nº 27, nos desviamos a la derecha en donde nos encontraremos con una bifurcación a la derecha a Geldo y nosotros seguiremos por nuestra izquierda, con dirección a Segorbe, y nos encontraremos con una rotonda en donde seguiremos por la primera salida, con dirección a Segorbe por la N-334. Entraremos en la población por la Avda. Mediterraneo. Pasaremos una segunda rotonda y continuaremos recto hasta llegar a la tercera rotonda en donde entraremos verdaderamente en la población. Pasando bajo el ferrocarril y continuando recto por la misma N-334, que ahora pasa a llamarse Avda. Navarro Reverter y que cruza toda la población, llamándose también calle Valencia. A la salida de la población la N-334 pasa a llamarse calle de la Esperanza y llegaremos a una rotonda en donde continuaremos por nuestra derecha pasando por debajo de la vía del ferrocarril y llegaremos a otra rotonda en la que a nuestra derecha encontraremos un tramos de calle en donde procuraremos aparcar nuestro coche, muy cerca de la estación del Ferrocarril, y dar comienzo a nuestra ruta de hoy.

Descripción de la ruta:
Esta semana la ruta discurre por las cercanías de Segorbe.
Comenzamos a caminar desde el lugar en donde hemos aparcado nuestro coche por la carretera que hemos llegado pasando bajo la vía del ferrocarril para llegar a la siguiente rotonda en donde seguiremos por el primero de los dos caminos a nuestra derecha, camino que discurre en principio paralelo al trazado del ferrocarril pero que termina separándose. Iremos por este camino cementado caminando, entre parcelas de huertas con nísperos, higueras y algunos cultivo de huerta que conviven entre olivos, durante unos 500 metros hasta llegar a un cruce en donde continuaremos por nuestra izquierda, siguiendo el camino cementado. Recorremos ahora cerca de 300 metros y llegaremos a un nuevo cruce en el que termina el camino cementado y en donde continuaremos por nuestra derecha, ahora ya por camino de tierra.
No llevamos ni 100 metros y a nuestra derecha vemos una balsa de riego y a nuestra izquierda una senda que será por la que debemos continuar. A unos 300 metros de este último desvío nos encontraremos con el cruce de un camino asfaltado en donde continuaremos por nuestra derecha. Recorremos ahora, unos 200 metros y llegamos junto a la Masía Cuenca que encontramos a nuestra derecha en estado de ruina. Frente a ella y ala izquierda del camino podemos detenernos observar el pino Masía Cuenca, pino carrasco con un perímetro a altura de 1,5 metros, de 3,20 metros. Posee un altura de 26 metros, con un radio máximo de copa de 10 metros. Su edad estimada es de cerca de los 90 años. Continuamos nuestro camino y recorremos unos 600 metros para llegar al cruce con la carretera CV-216, pasando antes junto a una balsa, que encontramos a nuestra derecha y seca, y a nuestra izquierda dejamos el polígono de la Esperanza. En el cruce de la carretera continuamos por nuestra izquierda hasta una rotonda en donde continuamos por nuestra derecha por un camino que en 150 metros no llevará hasta el Aula de la Naturaleza. Acondicionada para realizar actividades de educación ambiental. Compuesta por un amplio edificio y un pequeño bosque anexo con especies autóctonas, creando senderos interpretativos. La zona cuenta con un área de esparcimiento en donde se pueden desarrollar tanto actividades didácticas y naturales como sociales.
Dejamos atrás el Aula de la Naturaleza y nos encontramos en un nuevo cruce en donde continuamos por nuestra derecha y tras recorrer 150 más llegamos como a un rellano en donde veremos un mojón blanco y de grandes dimensiones, y por su derecha vemos un a senda escalonada que nos conducirá hasta el Monasterio de los Jerónimos, que veremos en ruinas. Rodeamos el monasterio y llegamos al rellano en donde encontraremos la ermita de la Virgen de la Esperanza, desde donde podemos disfrutar observando una estupenda vista de Navajas y de la vecina población de Segorbe. Es muy agradable el fascinante panorama que desde el mismo se capta: Navajas, el cañón que forma el Palancia y las agrestes serranías de Espadán y la Cueva Santa.
En este punto se cree que ya había desde antiguos tiempos un santuario a alguna divinidad, y hay quien remonta la devoción a la Virgen de la Esperanza hasta el siglo VII. Lo que está probado es que ya existía poco después de la Reconquista, y que a finales del siglo XIV se construyó una pequeña ermita dedicada a la Esperanza y Santa Bárbara. El templo empezó a adquirir relevancia cuando alrededor de 1495 el infante Enrique de Aragón, primo de Fernando el Católico, fundó en este mismo lugar un monasterio de la Orden de los Jerónimos, abandonado tras la Desamortización de Mendizabal y dañado en las Guerras Carlistas, cuyas impresionantes ruinas pueden verse todavía.
Ermita de Virgen de la Esperanza

 La historia de la ermita y el culto a la Virgen de la Esperanza han estado, pues, muy ligadas a la del monasterio, aunque la capilla ha logrado sobrevivir a las vicisitudes históricas a pesar de numerosas dificultades. Se sabe, por ejemplo, que en 1582 estaba totalmente arruinada, restaurándose al año siguiente por el obispo Canubio.
A mediados del siglo XIX fue restaurada de nuevo, aunque a principios del siglo XX estaba otra vez en ruinas. Es en 1906 cuando se acomete una completa rehabilitación sufragada por Lamberto Perpiñán, canónigo de la Catedral de Segorbe, dándole el aspecto que ahora conocemos en un estilo vagamente bizantino. Otras intervenciones posteriores han mantenido el templo y su entorno en perfecto estado.
La ermita es un sólido edificio de mampostería, ladrillo y revoque con tejado a doble vertiente y muros laterales reforzados por contrafuertes que al interior se corresponden con los tramos de la nave. Mide aproximadamente 24 metros de largo por 12 de ancho. Abierta a una amplia explanada con algo de arbolado, la fachada se enmarca entre dos grandes pilastras coronadas por adornos de forma semicircular y remata en cornisa con moldura dentada en cuyo vértice hay una especie de matacán que soporta una cruz ensanchada de piedra inscrita en figura lobulada. La espadaña con su campana se eleva en el hastial trasero. La puerta emplanchada es de medio punto con dovelas de sillares irregulares. Sobre ella, en el centro del frontón, se abre un óculo de buen tamaño con vidriera que dibuja una cruz.
El interior de es una sola nave dividida en cuatro tramos y cubierta por bóveda de cañón soportada por arcos de medio punto que apoyan en pilastras. La imagen de la Virgen, coronada sobre gloria de ángeles y con un cetro en su mano izquierda, preside la hornacina del altar.
El ambiente que rodea a la ermita es de una calma especial, sólo acompañada por el aroma propio de las montañas y por el incesante burbujeo de las aguas del manantial, cuyo caudal proyecta su influencia decisiva en la vida de los pueblos de Segorbe, Altura y Navajas.
Ahora comenzamos a descender de nuevo por una senda escalonada que nos deja en el cruce con un camino a los pies del este montículo, desde donde continuaremos por nuestra derecha por el segundo camino de tierra.
Este camino nos conduce hasta el Manantial de la Esperanza, de apreciadas aguas que riegan las huertas circundantes. A los pies del cerro se encuentra el manantial, que con su excelente caudal abastece de agua a las poblaciones de Segorbe, Altura y Navajas. El manantial se encuentra cercado por una valla que lo protege de la entrada masiva de visitantes. El manantial se halla tan solo a 1 km. del pueblo, junto a la antigua calzada romana, hoy día la desaparecida carretera de Sagunto- Burgos. El acontecer histórico-documental del manantial se inicia con ocasión de la reconquista, en 1251, cuando Jaime I de Aragón ordena la división de las aguas. Desde entonces ha habido distintas variaciones de este primer reparto. El manantial visto desde el aire parece una enorme piscina con forma de jamón, en medio de un hermoso palmeral, se calcula que del manantial manan 500 litros de agua pura por segundo. Según estudios arqueológicos, en la época islámica (s.VII) este manantial ya abastecía de agua a los habitantes de Segorbe.
Continuamos por el camino de la Esperanza que nos conducirá hasta la entrada de Navajas, pasamos junto a los frontones y las piscinas municipales, lugar que sirve de esparcimiento para todos. Los primeros pasos los dirigimos a la calle Valencia y comenzaremos a transitar entre chalets, rodeados de cuidados jardines. La privilegiada situación de Navajas y su buen clima han favorecido que desde el siglo XVIII el turismo valenciano eligiera esta villa como lugar de veraneo permanente. De ahí su amplia zona residencial, con majestuosas villas de cuidados jardines.
Pasamos bajo las vías del ferrocarril y nos desviamos por nuestra izquierda por la Travesía Santiago Garcia, continuando hasta tomar la segunda calle a nuestra izquierda, la calle San Roque, que nos conducirá al cruce con la calle Castellón que seguiremos por nuestra derecha, y por la que llegaremos hasta la plaza del Olmo.
Plaza del Olmo, Navajas

 En esta plaza encontraremos una fuente y sobre ella como no, el Olmo. Este magnífico ejemplar, caracteriza el pueblo y revaloriza paisajísticamente la plaza. Este símbolo emblemático de la población y testigo de la historia de sus habitantes, apareciendo en el escudo del pueblo y en su himno como tal. El ejemplar se encuentra situado en una tarima circular sobre elevada del nivel de la calle, con unas medidas de unos 7 metros de diámetro y una altura media de 1'40 metros, esta tarima fue modificada para aumentar su volumen en el año 1938. Una fuente se encuentra en uno de sus laterales. El ejemplar se encuentra catalogado como árbol monumental de la Comunidad Valenciana por la Consellería de Medio Ambiente. Fue plantado en 1636 y presenta una altura 13'87 metros, un perímetro de tronco de 6'30 metros y ocupa una superficie de unos 227 metros cuadrados.
Presenta un tronco corto que se divide a una altura de 3'50 metros en dos cimales que forman una copa oval-redondeada, tendente a la forma esférica. El tronco se encuentra en la actualidad completamente hueco como consecuencia de los distintos agentes xilófagos (hongos, insectos, etc.). El árbol se presenta en un estado de desarrollo 9 en una escala que va del 1 (germinación de la semilla) al 10 (muerte del árbol).
Dejamos atrás la Plaza del Olmo y continuamos por nuestra derecha por la calle Mayor, y en el primer cruce veremos una señal que nos indica que debemos seguir por nuestra izquierda con dirección al salto de la Novia. Llegamos junto al monumento de los Amantes, que es obra del escultor local Manolo Rodríguez y recrea, de manera figurativa, la leyenda del Salto de la Novia. Por detrás y a nuestra izquierda seguiremos por la calle Paseo de los Pinos que nos lleva a la calle Vicente Mortes en donde, a nuestra izquierda, encontraremos una fuente, por detrás de la cual bajaremos por una callejuela estrecha que nos bajará junto al cauce del río.
Una vez junto al cauce recorremos unos metros a nuestra izquierda y vemos la Fuente del Lugar, preferida en el pasado por los lugareños por su proximidad y por ser “aguas blandas”, y que en esta ocasión la encontramos cerrada.
Seguimos adelante y llegaremos a la Fuente de la Peña, seguramente su nombre se debe a la piedra que, desgajada del precipicio, rodó hasta dar frente a este manantial. El agua es de las más frescas y fuertes. Su consumo es beneficioso para enfermedades del riñón (colesterol y diurética) y considerada adelgazante.
Siguiendo el sendero que discurre junto al río o el asfaltado Paseo de las Fuentes, alcanzamos la Fuente de la Luz. Está adosada, como la siguiente al muro del paseo. Recibe el nombre de la patrona de Navajas, es una muestra más de la devoción del pueblo hacia su Virgen. Se inauguró en 1.927. La imagen cerámica fue renovada en 1.943, y la fuente en 1.953. Posteriormente, en el año 2.006 fue rehabilitada por el Taller de Empleo “El Olmo II” del ayuntamiento de la localidad.
Seguimos adelante y nos encontraremos con la fuente del Hierro o de los 13 Caños. Fue inaugurada el 13 de septiembre de 1.925, segundo aniversario del directorio del General Primo de Rivera. Para conmemorar esta fecha se le dotó de trece caños. Tiene un alto contenido en hierro, y de ahí su nombre.
Seguimos adelante y nos encontraremos con unas escaleras a nuestra derecha, que no se encuentran en muy buen estado pero con cuidado vamos ascendiendo y llegamos a la Cascada del Tio Juan, el nombre de la cascada está dedicado a Juan Torres, ex alcalde de Navajas. Seguimos ascendiendo unos metros mas llegaremos al Mirador del Paraiso. 
La Cascada del Brazal desde el Mirador del Paraiso

Este bello paraje está repleto de formaciones originadas por el agua y abundante vegetación que junto a sus vistas se ha convertido en lugar destacado y de obligada visita, y al que podremos asomarnos subiendo las escaleras y disfrutar de las magníficas vistas que nos ofrece el Paraje Natural del Salto de la Novia y su Cascada del Brazal.
Descendemos de nuevo al camino que seguiremos por nuestra derecha con dirección a la cascada. Nos vamos acercando a la cascada y a nuestra derecha una nueva fuente es la de Mosén Miguel. Descubierta por el sacerdote Miguel Aucejo, natural y vecino de Navajas, en el año 1812. Su nacimiento se encuentra bajo la roca y sus aguas son muy estimadas para la curación de enfermedades de la orina, y han sido declaradas mineromedicinales y terapéuticas. A temperatura ambiente de 27º C, el agua surge a 19' 5º C.
Seguimos caminando y llegamos frente al área del Salto de la Novia, formado por la Cascada del Brazal.
Lugar de gran belleza y donde podemos contemplar la espectacular cascada del Brazal de 60 metros de altura que vierte sus aguas en un bello paraje donde se juntan las formas caprichosas que la erosión ha provocado en montañas y cauce, con el verde predominante de la naturaleza y recrearnos en la hermosa leyenda del lugar que dice así:
Hace de esto muchos años, cuando dos novios iban a contraer matrimonio tenían que someterse a una curiosa ceremonia para demostrar ante todos que se querían de verdad. Cierto tiempo antes de efectuar el matrimonio debían ir a ese jugar donde se estrecha el río y allí, ante todos, la novia debía cruzar de un salto a la orilla opuesta, si lo conseguía era símbolo de felicidad para el futuro matrimonio y demostraba con ello que quería fielmente a su novio, más si no lo lograba el salto se consideraba irrealizable el matrimonio por creer que éste sería desgraciado y convencidos de ello los novios rompían su compromiso.
Durante muchos años esta costumbre debió causar terror entre muchas novias verdaderamente enamoradas, ante el temor de errar el salto o no tener el suficiente valor para intentarlo, pero un día, muy lejano ya, dos novios cuyos nombres ha borrado el tiempo, terminaron trágicamente con esta costumbre.
Habían bajado radiantes de alegría a demostrar ante todos que se querían. Como cada vez la gente esperaba el salto con impaciencia; por fin la novia se dispuso a saltar, tomó impulso perdió pie y cayó al río con tan mala fortuna que se vio envuelta en un potente remolino que allí había y que le llevaba a una muerte segura; al ver esto, el novio se arrojó inmediatamente al río para intentar salvar a su amada, pero por más esfuerzos que hizo en su desesperado intento, se vio envuelto al poco tiempo en el remolino e instantes después desaparecían los dos tragados por las aguas. Horas después flotaban estrechamente unidos los cadáveres de aquellos infelices novios.
Y en las noches de luna llena, el murmullo del río parece entonar un canto dulce y triste en el que se lamenta de haber dado muerte a aquellos dos seres que tanto se quisieron.
En estas fechas encontramos la zona con las indicaciones de prohibido tomar el baño, así que nos conformamos y en una de las mesas nos disponemos a reponer fuerzas con nuestro acostumbrado almuerzo.
Dentro del paraje natural del “Salto de la Novia”, enfrente de la Cascada se divisa el monte Rascaña y en su interior la enigmática Cueva del Reloj que debe su nombre a la puntiaguda piedra que podemos encontrar en su puerta y cuya proyección gracias a los rayos del sol, señalaba la hora a los agricultores que frente a ella trabajaban sus campos.
Una vez finalizado nuestro almuerzo retomamos nuestra ruta siguiendo por la senda por la que hemos llegado y en casi 200 metros llegaremos a una bifurcación en donde continuaremos por nuestra derecha, siguiendo la sindicaciones de Ribera, senda que discurre en paralelo al río Palancia.
En unos 745 metros llegaremos a una barrera de paso. Este tramo del recorrido, pertenece a una propiedad privada, pero que hasta la fecha no ha habido mayor problema por transitar por el mismo. Aunque dicen algunos, que en ciertas ocasiones han encontrado clavos intencionados en este camino. Así pues, realizaremos este corto tramo con cautela ¡por si acaso!, para evitar males mayores. En unos 50 metros, pasaremos por un singular Alcornoque centenario. Desde el Alcornoque, progresaremos unos 130 metros, y llegaremos a la otra barrera de paso que corresponde al acceso de salida de este enigmático tramo de la propiedad privada. Seguimos caminando, y en unos 70 metros, llegaremos a un puente de piedra, que cruza el río Palancia. Aquí nos detenemos y para no irnos de vacío, nos preparamos para tomar un pequeño baño en las aguas que por el río bajan. Una vez refrescados nos disponemos a seguir progresando, cómodamente, por el camino asfaltado de Agustina, acompañados por gran variedad de campos de cultivo y arboles frutales . En 1,5 kilómetros desde que cruzamos el río, tenemos que estar atentos para desviarnos por el camino de nuestra izquierda. Como referencia, veremos una señal de peligro que indica "Badén inundable". Este camino cementado cruza una pequeña urbanización de chalets, que nos conducirá, en unos 350 metros hasta el cruce con el camino del paseo del río Palancia, en donde nos desviaremos por nuestra derecha, junto a una área recreativa, equipada con mesas y bancos, y un parque infantil. Caminaremos por el paseo, unos 220 metros y pasaremos, junto a un puente que cruza el río Palancia, y continuaremos recto, por el mismo camino que discurre, paralelo al río Palancia, que continua a nuestra izquierda, para en unos 100 metros llegar junto a la Fuente de los 50 Caños.
 
Fuente de los 50 caños

Es una fuente ornamental con 50 caños representando las 50 provincias españolas. El agua de los caños cae a una pila de piedra de forma rectangular y alargada. A lo largo de los años la fuente ha sufrido sustanciales cambios en su fisonomía y también en su denominación, al principio se llamaba fuente Juan Alves y no era más que una gran charca en la cual había que poner piedras, como pasaderas, para poder ir a tomar el baño en dos conocidos y frecuentados pozos del río. Posteriormente durante la dictadura de Primo Rivera, un alcalde de Segorbe llamado Pedro Moreno, arregló la fuente y colocó cuarenta caños, que fue ampliado posteriormente a 50 debido al gran caudal del manantial. En 1975, el nuevo alcalde de la ciudad, colocó en cada caño el escudo heráldicos de cada provincia. Con esta transformación recibió el nombre oficial de fuente de los 50 Caños.
Desde este punto tan solo debemos recorre unos 750 metros por esta carretera que se dirige hacia Segorbe para llegar de nuevo al punto de inicio, en donde daremos por finalizada nuestra ruta de hoy.
Gracias por la ayuda en la descripción de la ruta a www.navajas.es y es.wikiloc.com (Fos Films) y es.wikiloc.com (Tourist Info Navajas) y caminatasalas8.blogspot.com
Hasta pronto.

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