Tipo de ruta: Circular
Lugar de inicio: Tavernes de la Valldigna, La Safor, Valencia
Hora de inicio: 7 h 39 min
Duración: 5 h 5 min
Distancia: 9.58 Km
Dificultad: Media
Altura mínima: 38 m
Altura máxima: 652 m
Calificación (1-10): 8
Recorrido: Tavernes de la Valldigna, el Canal de Defensa – Cruce dels Castilletes - Fontetes de Cantus – Pla de les Creus - Alt de les Creus – Font de la Sangonera - Revoltes dels Amoladors - Tavernes de la Valldigna, el Canal de Defensa.
Como llegar:
Saldremos de
Algemesí por la CV-42, para dirigirnos hacia Alzira, bordearemos la
población para desde allí seguir por por la CV-50 con dirección a
la Barraca de d'Aigues Vives, después de pasar esta población y el
Portixol llegaremos a una rotonda en donde por nuestra derecha nos
dirigiríamos a Simat de la Valldigna, pero nosotros continuaremos
recto con dirección a Tavernes de la Valdigna. Atravesaremos la
población y antes de salir de la misma en la ultima rotonda nos
desviaremos a nuestra izquierda con dirección al Club de Tenis.
Cogeremos como punto de salida y aparcaremos nuestro coche en la
calle Gómez Ferrer, junto al canal de defensa de Tavernes, cuya
función es tanto la protección del pueblo en épocas de fuertes
lluvias como de acequia para el regadío. Aparcaremos nuestro coche a
la altura del puente con dirección al Club de Tenis de Tavernes, y
daremos comienzo a nuestra ruta de hoy.
Descripción de la ruta:
Esta semana la ruta transcurre por las cercanías de Tavernes de la Valldigna.
Las Cruces, puerta de acceso oriental a la Valldigna y singular relieve prelitoral, es un hito paisajístico de primer orden y un referente del senderismo valenciano. La montaña de las Cruces se encuentra en la vertiente levantino de la sierra de Corbera, último contrafuerte aislado de la cordillera Ibérica por el sur. Se trata de uno de los mejores lugares para la práctica del senderismo del País Valenciano, al ser todo el conjunto visitable.
Las Cruces, puerta de acceso oriental a la Valldigna y singular relieve prelitoral, es un hito paisajístico de primer orden y un referente del senderismo valenciano. La montaña de las Cruces se encuentra en la vertiente levantino de la sierra de Corbera, último contrafuerte aislado de la cordillera Ibérica por el sur. Se trata de uno de los mejores lugares para la práctica del senderismo del País Valenciano, al ser todo el conjunto visitable.
La sierra de Corbera
es un fabuloso anticlinal de unos 18 kilómetros de largo formado
principalmente por rocas calizas y dolomías del Cretácico
Superior.La de Corbera es una alineación montañosa ordenada en
dirección noroeste a sureste, formada por las sierras del Caballo,
la Murta y las Agujas, separadas en el noroeste por los valles de la
Murta, la Casella y Aguas Vivas, y unidas al sureste por las Cruces,
en Tavernes. La sierra se distribuye entre las localidades de Alzira,
Corbera, Llaurí, Favara, Simat de la Valldigna y Tavernes de la
Valldigna, cada una de ellas con sus senderos de acceso. Los picos
principales son, de norte a sur, el Cavall Bernat (585 m), la Cruz
del Cardenal (540 m), la Raya (625 m), el Massalari (602 m) y el alto
de las Cruces (542 m ).
La ruta de las Cruces que vamos a
realizar hoy con la compañía de mi cuñado Pepe Rubio, es una
mezcla de las sendas de corto recorrido PR-CV 38 y PR-CV 40, una ruta
sin ninguna dificultad técnica, donde además de conocer alguno de
los puntos más emblemáticos de la sierra Corbera, como la Sangonera
o los Castellets, visitaremos una de las tres cruces de hierro que le
dan el nombre, la situada en el punto más elevado, el Alto de las
Cruces (542 m).Nos encontramos ante unos 8 kilómetros de agradable
caminar, por una ruta circular que seguiremos en contra de las agujas
del reloj, en contra del PR a pesar de ser la misma que sigue la
tradicional marcha a las Cruces que se celebra cada 1 de mayo , más
sencilla subjetivamente. Por el camino nos encontraremos con
numerosos atajos, todos ellos tan bien señalizados que es casi
imposible equivocarse, un magnífico trabajo del Centro Excursionista
de Tavernes de la Valldigna.
Pepe en la Creu |
Dejaremos los vehículos y seguiremos
la canal, detrás de la cual se observan, en muchos tramos, enormes
vallas de protección ante los frecuentes desprendimientos de rocas.
Nos dirigimos hacia un visible depósito de agua, donde encontraremos
a la derecha la senda con las señales del PR. Ascenderemos
suavemente al principio por un bonito sendero rodeados de densos
pinares. Encontraremos muchos pinos jóvenes, producto de
repoblaciones como consecuencia de los numerosos incendios forestales
que ha sufrido la sierra. Nos dirigimos siempre en dirección al
castillo de Tavernes, visible desde el pueblo a los pies de un corte
de la montaña, hasta alcanzar el desvío a nuestra izquierda.
Podremos acceder al castillo unos cuantos metros después, cuando la
senda adopta un giro hacia la derecha. Nosotros dejaremos esta visita
para otra ocasión.
Seguiremos la senda y ascenderemos
junto paredes durante unos 10 minutos hasta llegar a las Fontetes de
Cantus (230 m). La presencia de juncos advierten de la presencia de
unas surgencias poco caudalosas que brotan por unos caños de cobre
incrustados en la roca, y que en esta ocasión se encontraba seca.
La fuente se sitúa aproximadamente a menos de un metro de su
posición original, porque a consecuencia de un movimiento sísmico
producido en 1989, casi llegó a desaparecer. Cerca de las fontetes
se encuentran los abrigos de cura Ricard o covachas de Cantus, con
pinturas rupestres del Mesolítico Inferior (12.000 a 9.000 aC).
Desde este emplazamiento se abre una vista singular que abarca una
franja de litoral mediterráneo comprendida entre Tavernes y el
Montgó.
Continuaremos el camino, pasando por un
estrecho paso llamado la escalera, y por una zona donde es evidente
el continuo castigo que ha sufrido de incendios forestales. La senda
comienza a zigzaguear. A la derecha del camino encontraremos una
senda que se dirige al Mirador y el paraje de la Ermita de San
Lorenzo PR-CV 39. Obviaremos la senda y continuaremos la nuestra
hasta que aparece, por la izquierda, la primera de las tres cruces
instaladas en la cima de la montaña. Resulta de difícil acceso y
sólo recomendada para los más aventureros y poco temerosos de las
aliagas. Pero nos olvidaremos temporalmente de cruces y girar la
vista hacia el este; desde este punto la vista sobre el Mediterráneo
ya justifica completamente la ruta, tenemos ante nosotros una de las
mejores panorámicas de nuestras tierras, que abarca desde la
Albufera de Valencia hasta Denia, espectacular cuando los arrozales
se encuentran inundados; en medio destaca Cullera, a los pies de la
Sierra de las Zorras, esa valenciana imitación de Hollywood que
aparentemente podríamos tocar sólo estirando el brazo. Conforme la
cuesta va disminuyendo llegaremos al Pla de las Creus (500 m), donde
la senda se divide en dos caminos. Tomaremos la senda de la
izquierda, hasta que en 5 minutos aparecerá la segunda de las tres
cruces, de hierro y de buen tamaño, que da paso a uno de los
balcones naturales más impresionantes y magníficos que podemos
encontrar en la comarca, el Alto de las Cruces (542 m). De este a
oeste se observa el valle de la Valldigna, delimitado al sur por el
macizo del Mondúver y su agudo pico delante.
En la Creu |
Desde este punto es imperdonable no
arrimarse al vacío y mirar desde los acantilado donde descansa la
cruz. Tavernes aparece literalmente a nuestros pies, y ciertamente un
poco de vértigo puede llegar a dar, ya que un resbalón y caeríamos
al vacio. Desde este punto hay que relajarse y contemplar la
inmensidad del mar entre las paredes del valle, es inevitable no
estar de acuerdo con los sentimientos de Jaime II cuando visitó la
Valldigna por primera vez, tal y como nos contaba Martín de Viciana
el "Libro tercero de la Chronic de la ínclita y coronada ciudad
de Valencia".
"El Serenísimo rey Don Jaime de
Aragón, cuya es la historia que tratamos, determinó en su espíritu
fundar un templo con monasterio y convento, por honrra y en nombre de
la Madre de Dios, Nuestra Señora, bajo el título de Valldigna. Y
para cumplir santo propósito escogió la valle de Alfandech, en
arábico assí nombrada, que en nuestra lengua quiere significar
lugar hondo o barranco, y que fuesse habitado, este convento de
monjes, del orden de Císter, según paresce por el aucto de la
donaciones que el rey hizó el reverendo fray Bonanat, abbad del
monasterio de Sanctas Cruzes, del valle de Alfandech, con los
castillos de Meriñen y de Alcalá e de todos los lugares de dicha
valle, para que le intitule de Valldigna. E que la valle dexe el
nombre de Alfandech e se diga y nombre para siempre Valldigna ".
Efectivamente, una leyenda medieval conectada al monasterio de
Valldigna relata que en 1298 el rey Jaime II transitaba por el valle
de Alfàndec, la Marinyen cristiana, hacia la conquista del Reino de
Murcia, como confiesa el documento de donación de las tierras del
valle a los monjes cistercienses. Según esta fábula, el monarca,
por inspiración divina, le dijo al padre Bononat de Vilaseca, abad
de Santes Creus, que la acompañaba en el trayecto: «Vall digna para
un monasterio de vuestra religión», comentario que supuestamente
sustituyó el arábigo nombre de Alfàndec por Valldigna.
Después de visitar la cruz
continuaremos caminando por la cresta de la montaña, siguiendo las
señales pintadas que iremos viendo. Poco a poco empezamos a
descender, abriéndose a nuestra vista la llanura de la Sangonera,
con el Massalari bien visible en el fondo; caminaremos por una
estrecha senda.
Atravesaremos el llano y pasaremos
junto a las ruinas de una pequeña edificación sin techo, la Casa
del Herbolario, a nuestra derecha veremos la conexión del sendero
que conduce hacia la fuente de la Granata PR-CV 39, un vertiginoso
sendero que en escasa distancia desciende 225 m, y que dejaremos para
otra ocasión. Inmediatamente encontraremos un cruce si continuasemos
por la izquierda, la senda nos llevaría a la pista forestal de la
Casella. Continuaremos el trayecto por la senda de la derecha, en
dirección este, que se dirige a la Font de la Sangonera y no haremos
caso de esta pista forestal, al menos temporalmente. Al poco
llegaremos a la Font de la Sangonera, situada en un bello paraje
verde y frondoso, acondicionado por el Centro Excursionista de
Tavernes de la Valldigna. La fuente recibe el nombre de las
sanguijuelas, teóricamente presentes en cualquier curso de agua. La
fuente brota por un conducto metálico y derrama dentro de un
lavadero rectangular usado como abrevadero, y como la primera se
encuentra practicamente seca. A la sombra de los árboles haremos un
merecido descanso, y damos cuenta de nuestros almuerzos.
Aquí nos encontramos con un par de compañeros con los que relizamos el tramo de regreso hasta llegar al final de la ruta. Si giramos la vista hacia el noroeste observaremos un llamativo barranco por donde asciende el PR-CV 304, una magnífica variante que nos llevaría a la cima del Massalari (602 m), máxima altura del término de Tavernes, y pilón de los Cuatro Términos, hito de Tavernes, Benifairó, Alzira y Favara.
Continuaremos en dirección sur y obviaremos un sendero que, por nuestra derecha baja a la Font del Barber. Seguiremos el sendero hacia el sureste y llegaremos a la pista forestal de la Casella, proveniente de Alzira. Seguiremos la pista forestal en dirección sur unos pocos metros hasta llegar a una curva muy cerrada a la derecha, donde hay un sendero a nuestra izquierda. Si continuamos la pista forestal nos podríamos acercar, en menos de 30 minutos, hasta el bonito y encantador paraje de la Font del Barber. Obviaremos pues la pista y tomaremos un sendero que, en dirección sur, nos llevará de paseo por un interesante llano, muy característico por contar con un marcado lapiaz y numerosas dolinas. Ante nosotros y a la derecha tenemos bien visible la Sierra de las Agujas, una gran muralla montañosa de hasta 564 metros que discurre paralela hasta Alzira, donde destacan las accidentadíssimas agujas rocosas que le dan nombre.
Aquí nos encontramos con un par de compañeros con los que relizamos el tramo de regreso hasta llegar al final de la ruta. Si giramos la vista hacia el noroeste observaremos un llamativo barranco por donde asciende el PR-CV 304, una magnífica variante que nos llevaría a la cima del Massalari (602 m), máxima altura del término de Tavernes, y pilón de los Cuatro Términos, hito de Tavernes, Benifairó, Alzira y Favara.
Hora del almuerzo |
Continuaremos en dirección sur y obviaremos un sendero que, por nuestra derecha baja a la Font del Barber. Seguiremos el sendero hacia el sureste y llegaremos a la pista forestal de la Casella, proveniente de Alzira. Seguiremos la pista forestal en dirección sur unos pocos metros hasta llegar a una curva muy cerrada a la derecha, donde hay un sendero a nuestra izquierda. Si continuamos la pista forestal nos podríamos acercar, en menos de 30 minutos, hasta el bonito y encantador paraje de la Font del Barber. Obviaremos pues la pista y tomaremos un sendero que, en dirección sur, nos llevará de paseo por un interesante llano, muy característico por contar con un marcado lapiaz y numerosas dolinas. Ante nosotros y a la derecha tenemos bien visible la Sierra de las Agujas, una gran muralla montañosa de hasta 564 metros que discurre paralela hasta Alzira, donde destacan las accidentadíssimas agujas rocosas que le dan nombre.
Nos acercamos al extremo sur de la
llanura, donde veremos a nuestra derecha un llamativo corral, bien
visible desde la misma valle. El sendero va girando hacia la
izquierda en dirección al mar, bordeando por la derecha el Cerro de
la Sangonera. Llegaremos a un nuevo cruce, en donde seguiremos por
nuestra izquierda, obviaremos el sendero de nuestra derecha y que se
dirige hacia la Font del Barber. Por fin llegamos a un nuevo balcón
en la Valldigna, en el punto donde se encuentra el acceso a la
histórica senda de las Revoltes dels Amoladors. Esta senda de
herradura, muy sinuosa y adoquinada, desciende vertiginosamente por
el barranco de la Peña Roja en dirección a Tavernes. Merece la pena
pararse cada poco tiempo para contemplarla desde arriba con
detenimiento, espectacular sobre todo cuando va colgada en la acera
del barranco. Mantenida por el centro excursionista, está construida
con la antigua técnica de la piedra en seco, donde no se utiliza
ninguna argamasa ni cal para atar la piedra caliza, unida
artesanalmente y sostenida por su propio peso. La senda de les
Revoltes era utilizada en la antigüedad por los vecinos del valle
que subían a los corrales y terrenos de secano del Pla de la
Sangonera y del Barber, o se dirigían hacia la Ribera. Después de
unas cuantas curvas, interminables pero agradables, conectaremos a la
izquierda con el PRV-40, la senda de los Borregos. Al otro lado del
camino ya nuestra derecha, junto a unas verticales peñas, la Peña
Roja, se encuentra la Vía Ferrata las Marujas, con inicio un
centenar de metros más adelante. Llegados a este punto tendrá que
elegir entre continuar descendiendo por los Amoladors, de recorrido
vivaz, o desviarse por la senda de los Borregos, utilizada
antiguamente como atajo más rápida por los hombres cuando no tenían
necesidad de subir con animales de carga. Nosotros optamos por seguir
la senda de los Borregos, de camino conoceremos unas paredes dignas
de admiración conocidas como la Escuela de Escalada del Risco del
Agua. Ambos caminos terminan por juntarse de nuevo, cerca ya de
Tavernes, pasaremos junto la Fuente de la Mina, situada alrededor del
único afloramiento de rocas magmáticas de la comarca, y que también
encontramos seca. Finalmente, nos dirigiremos a la ciudad por el
canal de Defensa desde donde se podrá visitar la magnífica ermita
del Santísimo Cristo de la Agonía del siglo XIX, donde su magnífica
fachada neobarroca destaca al frente de un bonito calvario, donde
hasta en 1936 aún se conservaban cipreses del siglo XVI. Unos pocos
minutos más y volveremos al punto de partida.
Gracias por la ayuda en la descripción
de la ruta a www.auntirdepedra.com Hasta pronto.
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