Tipo de ruta: Circular
Lugar de inicio: Minglanilla, La Manchuela, Cuenca
Hora de inicio: 8 h 18 min
Duración: 2 h 46 min
Distancia: 8.82 Km
Dificultad: Baja
Altura mínima: 657 m
Altura máxima: 824 m
Indice IBP: 49
Calificación (1-10): 7
Recorrido: Paraje Fuente de los Arrieros – Mirador del Embalse de Contreras – Mirador de la Rambla Salá – Mirador del Parque Natural de las Hoces del Cabriel – Paraje de la Fuente de los Arrieros.
Salimos de
Algemesí con dirección a Alginet, por la CV-525, justo antes de
entrar en esta ultima población tomaremos la A-7, Autovía del
Mediterráneo, con dirección a Valencia, cuando rebasemos el
establecimiento penitenciario de Picasent continuaremos por la A-7
desviándonos por nuestra derecha con dirección Madrid, poco después
nos desviaremos por la A-3, Autovía del Este, con dirección a
Madrid, seguiremos por la A-3 y pasaremos las poblaciones de Cheste,
Chiva, y Siete Aguas, para al llegar a la altura de la población de
Requena y desde aquí nos dirigiremos hacia Utiel y después a
Caudete de Las Fuentes, dejando atrás ambas poblaciones y sin
abandonar la A-3 dejaremos atrás la salida a la población de
Villagordo del Cabriel, poco después cruzaremos el embalse de
Contreras y llegaremos a la salida nº 242 y nos desviaremos a
nuestra derecha para enseguida llegar a la N-III. Continuaremos por
nuestra derecha por la N-III, con dirección a Valencia, en un
kilómetro encontraremos a nuestra izquierda la Fuente de los
Arrieros, punto en donde aparcaremos nuestro coche y daremos comienzo
a nuestra ruta de hoy.
Descripción de
la ruta:
Esta semana la ruta discurre por las cercanías de Minglanilla.
Esta ruta circular que hemos emprendido
como suele ser común en las últimas ocasiones, mi compañero David
y yo nos permite visitar tres miradores distintos. El punto de
partida y final de la ruta se encuentra a unos 3 kilómetros de
Minglanilla, a la entrada del polígono industrial Fuente de los
Arrieros.
La ruta comienza en el paraje de la
Fuente de Los Arrieros, para continuar por una zona de cultivos
mediterráneos, entre vides y almendros, comenzaremos caminando por
el camino asfaltado, para después de unos metros nos encontraremos
con un poste indicativo que nos desviará por un camino de tierra a
nuestra izquierda, para adentrarnos en el pinar de carrasco, donde
las distintas señales interpretativas que encontraremos quemadas por
el sol no nos permiten conocer y admirar la riqueza de flora y fauna
que albergan y podemos observar, dada la proximidad al pantano de
Contreras y a la reserva natural de las Hoces del Cabriel,
encontraremos plantas tapizadoras, coloristas, aves, mamíferos,
insectos, barrancos y pequeñas cuevas, refugios naturales, suelos,
rocas, diques que controlan la erosión, y arroyos salados.
La ruta permite alargar su recorrido
desviándonos para deleitarnos con las vistas de los tres miradores,
variando la distancia de su recorrido, dependiendo de los miradores
que deseemos visitar. Gracias a los miradores de esta ruta podremos
asomarnos a diversas panorámicas del embalse de Contreras.
Poco después llegamos a una primera
bifurcación en la que encontraremos el poste indicativo de ruta roto
pero las placas nos dirigen por el camino de la derecha, hacia el
Mirador del Embalse de Contreras es la primera opción para admirar
estas preciosas vistas que nos ofrece esta zona elevada. Un panel
temático nos explicara la historia de esta obra, que se construyó
en el año 1972 en la confluencia de los ríos Cabriel y Guadazaón.
Tiene una superficie de 2710 hectáreas, con una capacidad máxima de
943 hm³, siendo la altura de la presa de 129 metros. Se usa para la
producción de energía y para abastecer de agua al Canal
Júcar-Turia, que suministra agua potable a la ciudad de Valencia.
Normalmente no supera el 20% de su capacidad debido a la
permeabilidad de la roca sobre la que está cimentada una segunda
presa, situada a unos 500 metros al oeste de la principal, que cierra
el embalse.
Este
embalse pertenece a la Confederación Hidrográfica del Júcar y
justo aguas abajo de la represa se sitúa el puente de Contreras,
construido entre 1845 y 1851 por el ingeniero Lucio del Valle y que
para descender por el cañón tuvo que construir una carretera en
zigzag que constituyó el puerto de Contreras y que fue suplementado
con el viaducto de la Nacional III, que cruza el propio embalse del
Pantano.
Mirador del embalse de Contreras |
Después de haber visitado este mirador
regresaremos por el mismo camino hasta el cruce anterior, y
continuaremos ahora camino principal a nuestra derecha y que seguimos
por este camino de tierra sin ninguna dificultad, hasta llegar a una
nueva bifurcación en la que de nuevo un poste roto pero con las
señales indicándonos que debemos desviarnos por nuestra derecha y
que nos llevará a encontrar un nuevo mirador a nuestra derecha de
nuevo con una magnificas vista sobre el pantano. Continuamos unos 50
metros a nuestra izquierda para llegar a nuestra siguiente parada que
nos permitirá conocer otro paraje emblemático de Minglanilla como
es la Rambla Salá, que veremos a nuestra izquierda, es una zona de
depresión de interés geológico y también paisajístico por las
hermosas coloraciones en las laderas que provocan la alteración de
los minerales de hierro y manganeso.
Aún ahora este enclave tan
representativo para Minglanilla recibe la visita de cientos de
personas que se desplazan a tomar baños de agua salada. Agua que
arrastra disuelta la sal gema de excelente calidad que, aún sin
saberse la fecha exacta en que comenzó su explotación, se sabe que
los romanos ya la conocían y apreciaban. No se descarta incluso que
fueran los iberos los primeros en extraer la sal de las minas, ya que
se han encontrado abundantes restos íberos junto al río Cabriel.
Hoy en la rambla hay unas pozas de agua que la gente busca por sus
propiedades curativas. En efecto, el agua disuelve las sales y se
carga de todo tipo de compuestos que la sabiduría popular considera
saludables para la piel, en especial, para heridas, enfermedades
cutáneas y cicatrices.
Después de disfrutar de este paisaje
regresaremos de nuevo al sendero principal por el mismo camino
utilizado en la ida y continuaremos de nuevo caminando por nuestra
derecha y muy cerca de este punto nos encontraremos con la ultima
derivación. Encontramos una nueva bifurcación con un nuevo poste,
este en buenas condiciones, y que seguiremos por nuestra derecha,
comenzando una prolongada bajada nos acercará hasta el ultimo
mirador dedicado a la Reserva Natural de las Hoces del Cabriel, que
encontraremos a nuestra izquierda. Las tierras de Minglanilla
tuvieron su origen hace 170 millones de años cuando el mar que
cubría estas zonas fue retirándose. Los movimientos de choque que
se originaron formaron el Sistema Ibérico, donde nace el Cabriel.
Estos pliegues dejaron en la superficie materiales formados por
arcillas, margas y areniscas y sobre todo calizas miocénicas, rocas
blandas que moduladas y erosionadas por el viento y el agua nos han
dejado impresionantes cuchillos, picados y crestones puntiagudos.
A su vez el río iba esculpiendo las
partes más blandas originándose los profundos barrancos de más de
100 metros, abrigos, cañones y las maravillosas hoces que han creado
un paisaje tan bello como espectacular.
Este conjunto, que conforma un oasis en
la aridez castellana, alberga un variado ecosistema formado por
pinares carrasco (especie predominante en el sotobosque), cascojas,
brezos, madroños, hierbas de las coyunturas, espliego, enebros,
sabinas, tomillos, romeros y esparto.
Nosotros seguimos descendiendo durante
unos metros mas después del mirador hasta llegar a las inmediaciones
del pantano pero este camino no tiene salida por lo que la mejor
opción era la de regresar desde este último mirador al cruce
anterior. En estos parajes se encuentra la Reserva Natural de las
Hoces del Cabriel, de 1.662 hectareas de extensión, el 95% en el
término de Minglanilla, espacio donde habita una amplia variedad de
fauna: cabras montesas, jabalíes, linces, zorros, tejones, ardillas,
ginetas y gatos monteses. En los aires y oquedades de las rocas y
cortados predominan el águila real, el águila perdicera, el halcón
peregrino y el búho real.
Regresaremos de nuevo por el mismo
camino utilizado en la ida hasta llegar a la última desviación del
sendero y desde aquí seguiremos por nuestra derecha por el camino de
regreso por los Calderones, en ligero descenso, cruzaremos un
barranco en el que a nuestra izquierda veremos un presa para la
retención de avenidas, y enseguida comenzamos a ascender por una
prolongada subida, que nos conducirá a las proximidades del polígono
y bordeándolo por la izquierda llegaremos de nuevo al paraje de la
Fuente de los Arrieros, punto final de nuestra ruta de hoy, con pocas
dificultades y no excesivamente larga, pero que nos ha brindado una
preciosas vistas de estos parajes.
Gracias
por la ayuda en la descripción de la ruta a
www.senderosdecuenca.org
¡Hola Pepelik! Caramba, es que no te dejas zona por recorrer. Ya puede estar lejos la ruta que tú para allá que te vas. Haces bien. Disfruta todo lo que puedas y muéstranos esas rutas tan chulas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Emilio, ¡que más quisiera yo que no dejar rincón por recorrer!, pero el tiempo está muy ajustado, y hacemos un poco de esfuerzo madrugando un algo, para estar al la hora de comer en casa.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo y hasta siempre.