Monasterio S.M. de Aguas Vivas |
Fecha: 17/1/16
Tipo de ruta: LinealLugar de inicio: Monasterio de Santa María de la Valldigna, Simat de la Valldigna, La Safor, Valencia.
Lugar de finalización: Parage de la Casella, Alzira, La Ribera Alta, Valencia.
Hora de inicio: 8 h 38 min
Duración: 6 h 15 min
Distancia: 17,16 Km
Dificultad: Media
Altura mínima: 27 m
Altura máxima: 216 m
Indice IBP: 56
Calificación (1-10): 8
Recorrido: Simat de la Valldigna – Monasterio de Santa María de la Valldigna – Benifairó de la Valdigna – Camí del Trenet Carcaixent-Denia – Portixol – Camí Reial de Gandía – Convent de Santa María d'Aigües Vives – Apeadero del Convent d'Aigues Vives – La Barraca d'Aigües Vives – Estación de la Barraca – Pas del Pobre de la Serra de les Agulles – Font Nova – Paratje de la Casella.
Como llegar:
Saldremos de Algemesí por la CV-42, para dirigirnos hacia Alzira, para desde allí seguir por por la CV-50 con dirección a la Barraca de d'Aigues Vives, después de pasar esta población llegaremos a una rotonda en donde nos debemos desviara nuestra derecha, por la CV-600 con dirección a la población de Simat de la Valldigna, en donde al entrar en la misma veremos otra rotonda con indicaciones hacia la población de Barx. Seguiremos por nuestra izquierda bordeando la población hasta llegar a las puertas del monasterio de Santa María de la Valldigna.
Comentario:
Esta es la cuarta de las cinco etapas que componen este recorrido y que vamos a realizar bajo la organización del Ayuntamiento de Alzira y con la colaboración de las distintas localidades por las que discurre. En esta cuarta etapa nos hemos dado cita de nuevo Fernando, Salva, Fina, Paco, David, y yo. Nos desplazamos hasta la vecina población de Alzira desde donde la organización nos traslada en autobús a la entrada del Monasterio de Santa María de la Valldigna, situado en la población de Simat de la Valldigna, desde donde daremos comienzo a esta ruta de hoy.
Descripción de la ruta:
La ruta dels Monestirs recorre los monasterios de Sant Jeroni de Cotalba (Alfauir), Corpus Christi (Lluxent), Santa María de la Valldigna (Simat), Aigües Vives (Carcaixent) y la Murta (Alzira), todos ellos ubicados en la provincia de Valencia. Se trata de una ruta a pie lineal homologada como Sendero de Gran Recorrido (GR), y que discurre por vías pecuarias, caminos reales, sendas de montaña, caminos rurales, antiguas vías de ferrocarril y sendas históricas de origen medieval, como el Pas del Pobre. Por esta ruta se desplazaban, atravesando las montañas, los peregrinos con pocos recursos.
Esta es la cuarta de las cinco etapas. Partiremos de la población de Simat de la Valldigna en desde las mismas puertas del Monasterio de Santa María de la Valldigna. Continuamos por Benifairó de la Valldigna para enlazar con la antigua vía del ferrocarril Carcaixent-Dénia que nos llevará hasta el convento de Aigues Vives, y desde allí hasta la población de la Barraca de d'Aigues Vives. A continuación atravesaremos la primera de las dos partes del Pas del Pobre que nos llevará hasta el Paraje de la Casella, en donde finaliza esta etapa.
Desde la misma puerta del Monasterio de Santa María de la Valldigna, abandonaremos la población de Simat de la Valldigna, por la carretera CV-600, en dirección a Alzira. Unos metros antes de llegar a la gasolinera, que veremos a nuestra derecha, giraremos por nuestra derecha, por unas escaleras junto al rio Vaca, que cruzaremos y que nos llevan a pasar por una pequeña área recreativa siguiendo el Camí de la Depuradora, y a continuación el Camí del Pla. El itinerario, antes de llegar a Benifairó de la Valldigna, discurre por una senda entra campos de naranjos, y acequias, que nos llevarán hasta esta población.
BENIFAIRÓ DE LA VALDIGNA:
Es uno de los 4 pueblos que integran La Valldigna junto a Tabernes de Valldigna,Simat de Valldigna y Barx. Situado en la comarca de La Safor, se encuentra a 55 km de la capital Valencia. El término municipal de Benifairó de la Valldigna limita con las siguientes localidades: Carcagente, Alcira, Tabernes de Valldigna, Xaraco y Simat de Valldigna.
Benifairó de la Valldigna, es una antigua alquería árabe donada por Jaime I a Doménech de Teylla el 11 de mayo de 1249, y a Ferrer Matoses el 19 de julio del mismo año. Según el Libro del Reparto está situada en el Alfándech de Marinyén, y es designada como Beniayroy, Beniayro, Beniargon y Benihayron. Pasó posteriormente a la Corona, a la emperatriz Constanza y, por último, en 1298, Jaime II la otorgó a la fundación del Real Monasterio de Santa María de la Valldigna, que fue señor del lugar hasta el siglo XIX. Las tierras de la Valldigna fueron cedidas en enfiteusis (cesión perpetua o por largo tiempo del dominio útil de un inmueble, mediante el pago anual de un canon y de laudemio o pago de derechos por cada enajenación o transmisión), por la carta puebla de 1336. En las guerras de la Unión los moriscos se unieron a los castellanos, en contra del rey Pedro IV y de los monjes del monasterio, que tuvieron que huir. Al triunfar dicho monarca, condenó a muerte a los sublevados; pero como eran tan numerosos, el monasterio solicitó del rey un indulto y acabaron siendo vendidos como esclavos del abad. En 1411 sufrió las consecuencias de un terremoto. En1519 tomó parte en las Germanías, siendo bautizados, de diez en diez, los moriscos de Benifairó ante la fuerza armada, en la capilla de la Virgen de Gracia del monasterio. Durante el siglo XV, las principales actividades económicas de la Valldigna eran el cultivo de la caña de azúcar, las industrias destinadas a la artesanía textil, la seda y la ganadería, con algunas exportaciones a Castilla, Granada y Berbería. Con mayoría de población morisca, su expulsión permitió al monasterio reforzar los derechos señoriales, según se constata de la carta puebla de 1609 y las tierras, repartidas en lotes de 3 Ha., fueron concedidas nuevamente en enfiteusis. La estructura social durante los siglos XVII y XVIII venía definida por la existencia de una comunidad campesina relativamente homogénea y en su mayor parte empobrecida. La abolición del régimen señorial y la desamortización eclesiástica acabaron con el dominio del monasterio. En 1932, se declaró como sujeto a expropiación el 13,5% de las tierras municipales pertenecientes en su totalidad a propietarios no residentes en el municipio. Durante la guerra civil española se constituyó una colectividad agraria de la CNT. Con la crisis de la sericultura, la agricultura se ha basado desde el siglo XX en el cultivo del naranjo.
Bordeamos la población de Benifairó, sin entrar en ella y dejándola a nuestra derecha saldremos siguiendo las señales blancas y rojas en todo momento y caminando por caminos rurales. Cruzaremos la CV-600 y enlazaremos con el Camí Vell d'Alzira, que discurre entre campos de naranjos, y que nos llevará hasta la plataforma del antiguo tren de vía estrecha Carcaixent-Dénia. Atravesaremos el Portixol por la trinchera del ferrocarril, abandonando así la comarca de la Valldigna introduciéndonos el la Vall d'Aigües Vives.
De camino |
El ferrocarril Carcaixent-Gandía y posteriormente Dénia, es la linea de vía estrecha mas antigua de la península. El 8 de febrero de 1864 se inauguraba el primer tanvía-ferrocarril de la península con tracción animal. En 1969 se cerró el tramo Carcaixent-Gandía y en 1974 el de Gandía-Dénia. Actualmente se a procedido al acondicionamiento del tramo de la trinchera del Portixol para los senderistas de la Ruta dels Monestirs.
Una vez sobrepasado el Portixol, nuestra ruta se desvía hacia nuestra izquierda y siguiendo por caminos rurales siempre acompañados de diversas plantaciones de citricos, kakis y demas frutales de la zona se une al Camí Reial de Gandía, que nos conducirá al Convent d'Aigües Vives.
REAL MONASTERIO DE SANTA MARÍA DE AGUAS VIVAS
El convento de Aguas Vivas, también llamado Real Monasterio de Santa María de Aguas Vivas, donde se custodió la imagen de la Virgen de Aguas Vivas, hasta la desamortización, cuando fue trasladada a Carcaixent y declarada patrona el año 1857, es un edificio religioso cuyos orígenes se remontan al siglo XIII. El actual edificio fue construido durante los siglos XVI y XVII con estilos renacentista y barroco, si bien el ala norte fue concluida en el siglo XVIII. Cuenta la tradición que el Convent d'Aigües Vives, situado en el valle de idéntico nombre, se empezó a construir el el siglo V por San Donato, después de huir de África. Posteriormente fue asolado en el año 826, por el Moro Musa. Algunos religiosos se quedaron por los alrededores, hasta llegar a constituir una primera comunidad eremita en la zona.
En el año 1243 obtuvieron del rey Jaume I las tierras para reedificar el convento. Por fin, en 1329, con el legado de Gonzalo García de la Masa y su hijo se planteo el alzamiento del edificio. El monasterio perteneció a la orden de los agustinos, y custodiaba la imagen de la Vírgen de Aguas Vivas, patrona de la ciudad de Carcagente.
Durante la Guerra de Sucesión, 1707-1714, el monasterio fue saqueado, y después se remodeló el claustro. Hasta finales del siglo XVIII se llevó a cabo la explotación del territorio con la cría de ganado y el cultivo de moreras. Para la obtención de la seda, los frailes reservaron la cuarta parte del edificio del convento. A partir del año 1701, tuvieron lugar diversas tentativas de establecimiento de colonos en el territorio, cosa que no se consiguió hasta la construcción de un lugar nuevo en Santa María d’Aigües Vives, con Carta de Población dada el año 1776. Actualmente se llama la Barraca d’Aigües Vives.
A lo largo de los siglos XVI y XVII se configura la estructura monumental actual del convento. Francisco Colóm, artífice valenciano, dirigió en 1597 una ampliación del cenobio, particularmente del claustro. Nuevas obras se datan en 1633, siendo en 1695, cuando se traza y alza la nueva iglesia con transagrario, sacristía, retablo mayor y torre campanario, dorándose algunos altares. El edificio se articula alrededor del claustro al cual recaen la iglesia al sur, el conjunto de la granja al Norte y el gran cuerpo rectangular de cinco plantas que domina el conjunto, recae a la carretera de Alcira a Tabernes de Valldigna al Este. Al Oeste recaen la torre campanario, la iglesia, el portalón de acceso al claustro y las edificaciones de la granja.
El claustro de reducidas proporciones es rico en talla y decorados con pinturas al fresco. En el centro hay una cisterna. A la izquierda del claustro está el refectorio, y paralelamente al mismo, la cocina.
La torre campanario muestra un largo cuerpo vertical, con el único aditamento de un reloj solar. Una doble y escueta moldura da paso al cuerpo de campanas con ventanas verticales con arco de medio punto. La cubierta a cuatro aguas de teja árabe se remata con veleta de hierro.
La iglesia es de una nave y en ella hay además del altar seis capillas laterales. El presbiterio tiene dos puertas, una que da acceso al claustro y otra que comunicaba a la antigua sacristía convertida en lagar. La iglesia tiene coro alto con barandilla semicircular y sillería de dos épocas: siglo XV, gótica y otra plateresca. La bóveda del templo es de cañón.Una vez sobrepasado el Portixol, nuestra ruta se desvía hacia nuestra izquierda y siguiendo por caminos rurales siempre acompañados de diversas plantaciones de citricos, kakis y demas frutales de la zona se une al Camí Reial de Gandía, que nos conducirá al Convent d'Aigües Vives.
REAL MONASTERIO DE SANTA MARÍA DE AGUAS VIVAS
El convento de Aguas Vivas, también llamado Real Monasterio de Santa María de Aguas Vivas, donde se custodió la imagen de la Virgen de Aguas Vivas, hasta la desamortización, cuando fue trasladada a Carcaixent y declarada patrona el año 1857, es un edificio religioso cuyos orígenes se remontan al siglo XIII. El actual edificio fue construido durante los siglos XVI y XVII con estilos renacentista y barroco, si bien el ala norte fue concluida en el siglo XVIII. Cuenta la tradición que el Convent d'Aigües Vives, situado en el valle de idéntico nombre, se empezó a construir el el siglo V por San Donato, después de huir de África. Posteriormente fue asolado en el año 826, por el Moro Musa. Algunos religiosos se quedaron por los alrededores, hasta llegar a constituir una primera comunidad eremita en la zona.
En el año 1243 obtuvieron del rey Jaume I las tierras para reedificar el convento. Por fin, en 1329, con el legado de Gonzalo García de la Masa y su hijo se planteo el alzamiento del edificio. El monasterio perteneció a la orden de los agustinos, y custodiaba la imagen de la Vírgen de Aguas Vivas, patrona de la ciudad de Carcagente.
Durante la Guerra de Sucesión, 1707-1714, el monasterio fue saqueado, y después se remodeló el claustro. Hasta finales del siglo XVIII se llevó a cabo la explotación del territorio con la cría de ganado y el cultivo de moreras. Para la obtención de la seda, los frailes reservaron la cuarta parte del edificio del convento. A partir del año 1701, tuvieron lugar diversas tentativas de establecimiento de colonos en el territorio, cosa que no se consiguió hasta la construcción de un lugar nuevo en Santa María d’Aigües Vives, con Carta de Población dada el año 1776. Actualmente se llama la Barraca d’Aigües Vives.
A lo largo de los siglos XVI y XVII se configura la estructura monumental actual del convento. Francisco Colóm, artífice valenciano, dirigió en 1597 una ampliación del cenobio, particularmente del claustro. Nuevas obras se datan en 1633, siendo en 1695, cuando se traza y alza la nueva iglesia con transagrario, sacristía, retablo mayor y torre campanario, dorándose algunos altares. El edificio se articula alrededor del claustro al cual recaen la iglesia al sur, el conjunto de la granja al Norte y el gran cuerpo rectangular de cinco plantas que domina el conjunto, recae a la carretera de Alcira a Tabernes de Valldigna al Este. Al Oeste recaen la torre campanario, la iglesia, el portalón de acceso al claustro y las edificaciones de la granja.
El claustro de reducidas proporciones es rico en talla y decorados con pinturas al fresco. En el centro hay una cisterna. A la izquierda del claustro está el refectorio, y paralelamente al mismo, la cocina.
La torre campanario muestra un largo cuerpo vertical, con el único aditamento de un reloj solar. Una doble y escueta moldura da paso al cuerpo de campanas con ventanas verticales con arco de medio punto. La cubierta a cuatro aguas de teja árabe se remata con veleta de hierro.
La iglesia |
La fachada de la iglesia acusa el tejado a dos aguas de la misma así como las vertientes de las cubiertas de los contrafuertes. La puerta de acceso es adintelada con un paño de cerámica representando a Nuestra Señora de Aguas Vivas. La fachada del claustro enmarca un portalón de arco rebajado con escudo nobiliario, flanqueado por sendas ventanas rectangulares. En la planta superior sobresalen un balcón y dos ventanales. Adosados a estos cuerpos se encuentra un cuerpo de varias dependencias destinadas a la granja con estructuras de distintas épocas.
La fachada Este correspondiente al gran cuerpo que domina espacialmente el conjunto, presenta una amplia verticalidad. Una prolongada escalinata de acceso, remonta al alto terraplén. En éste pétreo podium hace de contrafuerte y cimenta y refuerza la estructura de la obra. Sobre el podium se abren seis ventanales, con simulación pictórica de sillares en dinteles y machones. El último cuerpo, rematado por una cornisa cobija varias pinturas, entre ellas flanqueada por la inscripción año 1767, la Virgen de Aguas Vivas. Entre ventanales se muestran elementos pictóricos ornamentales. La cubierta es a una vertiente y de teja árabe.
A la fachada Sur recae la torre campanario, la nave lateral del templo y una edificación adosada, la primitiva sacristía y el flanco del cuerpo recayente a la fachada este. La fachada norte corresponde a las distintas edificaciones de la casa de labor.
El siglo XIX marcó la ruina del monasterio, primero con el saqueo realizado por las tropas francesas y después con la desamortización de Mendizábal, los monjes tuvieron que abandonar el convento , sus bienes pasaron a la Caja de Amortización de la Deuda, y fueron subastadas sus fincas conventuales y pasaron a ser propiedad de los barones de Casanova, destinándose a vivienda rural. En 1977 el monasterio fue adquirido y reformado para destinarlo a hotel residencia por D. Antonio Vidal Bellver (Fotógrafo y empresario de Carcagente). En la actualidad es propiedad de un conocido empresario hostelero gandiense.
La ruta continua saliendo del convento por el Apeadero del Convent, del ferrocarril Carcaixent-Dénia, situado frente al Convent de Santa María d'Aigües Vives, para dirigirnos a la población de la Barraca d'Aigües Vives, caminando por la plataforma del antiguo ferrocarril. Cruzaremos la CV-50 de forma segura a través de un túnel subterráneo de la carretera y seguiremos nuestra andadura cómodamente por la recuperada vía del antiguo ferrocarril hasta llegar a la población de la Barraca de Aguas Vivas, hasta la antigua estación del ferrocarril, hoy recuperada para el uso publico. Aquí hay que agradecer a la alcaldesa de la Barraca de Aguas Vivas, Veronica Alumina Catalá, compañera de ruta en esta edición de la Ruta dels Monestirs, el recibimiento y las atenciones, en forma de refrigerio con unas pastas acompañadas de mistela para todos los participantes.
LA BARRACA DE AGUAS VIVAS:
De una forma u otra el primer documento fidedigno del que se tiene constancia, como en la mayor parte del antiguo reino de Valencia, es del “Llibre del Repartiment”, y en el cual Jaime I otorga a García de Massa la alquería de “AquaViva” que se levantaba en el mismo punto donde está ahora el casco urbano de La Barraca. En consecuencia no es aventurado suponer que dicha alquería fuera un rabal moro por estar enclavado en la parte del valle donde la vegetación es más exuberante y donde confluyen una gran cantidad de fuentes.
Para el servicio de la alquería había un capellán con su correspondiente Iglesia, lo que nos da a entender que dicho caserío debía estar habitado por un grupo o colectivo de personas.
El territorio de “Aquaviva” que se extendía del Cantal Gros, juntamente con las casas y la capellanía, por disposición de su propietario, Gonçal García de Massas, posó el año 1329 a ser propiedad del convento cercano de los Agustinos. Con esta anexión la alquería dejó de tener personalidad propia, incluso los vestigios de su propia existencia.
La imagen de la Virgen de Aguas Vivas, descubierta en el año 1250 por unos labradores, en "el hort de l'olivereta", representa a la nuestra insigne y adorada Señora sobre unas nubes por la cantidad de ocasiones en que ha socorrido ante la adversidad climática, ya sea por carestía en unas o por torrenciales avenidas en otras.
Dignas de mención y recuerdo, por su espectacularidad son las que relata D. Francisco Fogués Juan, en el libro "Historia y tradición de la Virgen de Aguas Vivas", correspondiente a los años 1661, 1715, 1726, 1736 y 1741
La imagen primitiva fue destruida en el incendio de 1736 que arrasó la parroquia de Carcaixent. El acontecimiento y escenificación data del año 1868 y se realiza en el camí de l'oliverta del Valle d'Aigües Vives cada 12 de Octubre, aunque las fiestas patronales en honor nuestra Patrona se suele realizar los primeros días de Septiembre.
El 12 de febrero de 1450 el Rey Alfonso V el Magnánimo, desde Nápoles concede un privilegio al convento creando “Devesa”desde el Cantal Gros hasta el actual Portixol, regulando el derecho de pasto y la facultad de nombrar guardas.
En el año 1595 Felipe II concede un privilegio real que ratifica lo concedido por Alfonso V.
Al principio del siglo XVII la posesión de Aquaviva fue arrendada a los Agustinos de Valencia, pero como el año 1614 quisieron subarrendarla, los frailes que vivían en el Valle se negaron porque la donación de Gonçal García de Massa lo prohibía.
La alquería origen de la población fue paulatinamente deteriorándose con el tiempo. En su lugar levantaron más tarde una barraca para guardar los aperos de trabajo y protegerse de las tormentas. Esta situación no duró mucho pues los Agustinos de Valencia levantaron en su lugar una casa de nueva planta que continuó denominándose La Barraca. Tal y como puede observarse el topónimo proviene del albergue, aunque en realidad debería ser el de “Aquaviva”, por ser el que tenía la alquería originaria, de la actual Barraca.
La gran extensión del valle unida a la escasez de mano de obra, impedía que se pudiera trabajar, por lo que se pensó colonizar el territorio hacia el año 1701. Con el acuerdo previo de los religiosos y las familias que se establecieron se redactó una concordia suscrita por ambas partes.
A cada uno de los nuevos pobladores se le ofrecido un patio par edificar la casa y algo de tierra.
La Barraca volvió a tener vida propia, ya que se forzó su desaparición por la donación de García de Massa. Pero los excesos de la guerra de sucesión arrasaron con todo el valle.
El año 1796 por iniciativa del Prior fray Basilio T. Rossell se hizo la última concordia o Carta de doblamiento de La Barraca , firmada por todos los Colonos. Esta tercera concordia fue la definitiva carta puebla para la fundación de la actual población de La Barraca. Como cláusula especial de la misma se determinó que en adelante la población se denominara con el nombre de Sta. María de Aigües Vives. No prosperó y el lugar continuó con el ya familiar nombre de La Barraca.
Las casas se fueron edificando alrededor de la barraca primitiva, transformada más tarde en venta, que estaba emplazada enfrente de la actual y al lado del chalet de la Señora Matilde Malo. Algunos Colonos, no obstante, juzgaron más conveniente edificar al lado de la fuente y levantaron sus casas a la altura de la fuente de la Falsía , por lo que la población quedó dividida en dos porciones.
La administración de La Venta en un principio fue administrada por los Agustinos pero en vista de los continuos altercados que promovían los caminantes y huéspedes, decidieron arrendarla.
Poco después de firmase la concordia de 1796, los habitantes de La Barraca comenzaron a levantar un Iglesia en el solar que hay emplazado enfrente de las casas del Señor García Penacho, pero las turbulencias de la época motivadas por las guerras interiores exteriores y más tarde por los partidos políticos, impidieron su culminación. por ello vino a designarse con el nombre popular de “l'església començà”.
La actual Iglesia de nuestra localidad fue inaugurada el 7 de Enero de 1873 y en esa fecha quedó marcada como día de fiesta local para conmemorar la inauguración.
Aprovechando el camino existente se creó la carretera en el año 1849. Los dirigentes políticos de Valencia, ordenaron a todos los pueblos interesados en la carretera de Alzira-Gandía que estudiaran la proporción en que habían de contribuir a la reparación y su ensanchamiento.
Después de muchas dilaciones y dificultades, la construcción se llevó a termino el año 1855. Y en el año1893 se construyó el viejo puente sobre el “barranc Gran”(en l'estret). Hoy ya se encuentra en des-uso pero aún se puede admirar.
En Marzo de 1853 se subastan las fincas del extinto Monasterio y poco después se produce la subasta de la casa al señor Francisco Belda que a su muerte lega la posesión a sus tres hijos. Con este Señor que se creía con derecho a todo lo que hubiera en el Valle, los Colonos mantuvieron un pleito que al final ganaron pero el Valle de Aguas Vivas quedó dividido, obteniendo Alzira la mayor parte y Carcaixent el resto. Consecuencia de ello fue tener dos Alcaldes Pedáneos encargados de mantener el orden cada uno en su demarcación.
A la muerte del Francisco Belda, la posesión se repartió entre sus hijos: Agustín, Ricardo y Matilde. Los herederos de éstos renunciaron a su herencia a favor del Señor José Jofre, casado con Mercedes Belda, nieta del primer propietario. De esta manera la herencia que constaba de: La porción del valle correspondiente al Varón de Casanova (titulo que consiguió de Agustín Belda por matrimonio) la que le tocó en propiedad a Ricardo Belda, casado con la Señora Matilde Malo y la que tenía la Señora Matilde Belda, por lo que todo quedaba englobado en un único propietario.
A la muerte del Señor José Jofre, el Monasterio y gran parte de las tierras del Valle pasan a las manos de su hijo: Jesús Jofre, Varón de Casanova.
En la década de los setenta, la familia Jofre vende el Monasterio y sus tierras al Señor Antonio Vidal, que convierte el edificio en un Hotel y parcela las tierras para urbanización de chalets.
Desde el Parc de l'Estació de la Barraca d'Aigües Vives, seguiremos la antigua vía del ferrocarril, hasta llegar a tomar a nuestra derecha el Camí de l'Assagador y posteriormente el Camí del Xarco de la Vaca. Seguiremos caminando por caminos rurales y llegaremos al conocido como Pas del Pobre. Este antiguo camino consta de dos puertos de montaña. El primero en la parte baja de la Serra de les Agulles, 225 metros, comunica los valles d'Aigües Vives y la Casella, y ha sido recuperado recientemente por encontrarse intransitable desde hacía décadas. El segundo entre la Casella y la Murta, es el paso natural por la Serra de la Murta, 300 metros. El Pas del Pobre es el tramo final de la Ruta de los Monasterios, y uno de los más emblemáticos de todo el recorrido. Aquí el senderista disfrutará de espectaculares panorámicas de los valles de Aguas Vivas, la Casella y la Murta, antes de llegar al final de la ruta: Alzira y el Monasterio de la Murta.
El motivo de su existencia fue la proximidad de tres cenobios: el Monasterio de la Valldigna, el Convento de Aigües Vives y el Monasterio de la Murta. Durante la Edad Media el hombre concebía la estancia en la tierra como una peregrinación a la eternidad, de manera que la costumbre de visitar lugares sagrados era frecuente. Los monasterios eran también buenos lugares para comer o pernoctar, y los transeúntes procuraban la atención de sus hospederías, bien regentadas por los monjes. Así, a lo largo del año acudían por esta senda multitud de pobres pidiendo la caridad y el cuidado de los bendecidos frailes; de aquí el nombre de “Pas del Pobre”. Esta senda histórica ha sido recuperada, revalorizando así la importancia natural y cultural de la Ruta de los Monasterios. Comenzamos a ascender por la solana d'Aigües Vives, a través de una senda, siempre siguiendo las señales blancas y rojas, que en pocos minutos nos llevará a la parte alta. Desde este punto divisaremos frente a nosotros, ya el segundo puerto del Pas del Pobre, detrás del cual encontraremos el Monestir de Santa María de la Murta, al que llegaremos en nuestra siguiente etapa.
Descenderemos pues por senda bastante evidente hacia la Vall de la Casella por la vertiente de la umbría, donde la vegetación es muy abundante. El Valle de la Casella se halla delimitado por las sierras del Cavall Bernat y les Agulles, últimas estribaciones del sistema Ibérico en transición hacia los montes Béticos. Destacan sus imponentes moles calcáreas, donde la erosión ha esculpido formas espectaculares como podemos observar en la Serra de les Agulles.
Al llegar a la parte baja del valle nuestra senda gira hacia la derecha y discurre paralela al Barranc de la Casella hasta la Font Nova.
Por aquí cruzamos el barranco y ascendemos por unas escaleras de piedra hasta el cruce con el Camí del Carasol de la Casella, camino asfaltado en donde continuamos por nuestra derecha para en unos metros y sin dejar el camino asfaltado llegaremos junto al campo de tiro y bar de la Casella, lugar en donde nos detenemos a comer y damos por finalizada esta cuarta etapa de la Ruta dels Monestirs.
Gracias por la ayuda en la descripción de la ruta a Guia de senderisme del GR-236 y es.wikipedia.org
A la fachada Sur recae la torre campanario, la nave lateral del templo y una edificación adosada, la primitiva sacristía y el flanco del cuerpo recayente a la fachada este. La fachada norte corresponde a las distintas edificaciones de la casa de labor.
El siglo XIX marcó la ruina del monasterio, primero con el saqueo realizado por las tropas francesas y después con la desamortización de Mendizábal, los monjes tuvieron que abandonar el convento , sus bienes pasaron a la Caja de Amortización de la Deuda, y fueron subastadas sus fincas conventuales y pasaron a ser propiedad de los barones de Casanova, destinándose a vivienda rural. En 1977 el monasterio fue adquirido y reformado para destinarlo a hotel residencia por D. Antonio Vidal Bellver (Fotógrafo y empresario de Carcagente). En la actualidad es propiedad de un conocido empresario hostelero gandiense.
La ruta continua saliendo del convento por el Apeadero del Convent, del ferrocarril Carcaixent-Dénia, situado frente al Convent de Santa María d'Aigües Vives, para dirigirnos a la población de la Barraca d'Aigües Vives, caminando por la plataforma del antiguo ferrocarril. Cruzaremos la CV-50 de forma segura a través de un túnel subterráneo de la carretera y seguiremos nuestra andadura cómodamente por la recuperada vía del antiguo ferrocarril hasta llegar a la población de la Barraca de Aguas Vivas, hasta la antigua estación del ferrocarril, hoy recuperada para el uso publico. Aquí hay que agradecer a la alcaldesa de la Barraca de Aguas Vivas, Veronica Alumina Catalá, compañera de ruta en esta edición de la Ruta dels Monestirs, el recibimiento y las atenciones, en forma de refrigerio con unas pastas acompañadas de mistela para todos los participantes.
LA BARRACA DE AGUAS VIVAS:
De una forma u otra el primer documento fidedigno del que se tiene constancia, como en la mayor parte del antiguo reino de Valencia, es del “Llibre del Repartiment”, y en el cual Jaime I otorga a García de Massa la alquería de “AquaViva” que se levantaba en el mismo punto donde está ahora el casco urbano de La Barraca. En consecuencia no es aventurado suponer que dicha alquería fuera un rabal moro por estar enclavado en la parte del valle donde la vegetación es más exuberante y donde confluyen una gran cantidad de fuentes.
Para el servicio de la alquería había un capellán con su correspondiente Iglesia, lo que nos da a entender que dicho caserío debía estar habitado por un grupo o colectivo de personas.
El territorio de “Aquaviva” que se extendía del Cantal Gros, juntamente con las casas y la capellanía, por disposición de su propietario, Gonçal García de Massas, posó el año 1329 a ser propiedad del convento cercano de los Agustinos. Con esta anexión la alquería dejó de tener personalidad propia, incluso los vestigios de su propia existencia.
La imagen de la Virgen de Aguas Vivas, descubierta en el año 1250 por unos labradores, en "el hort de l'olivereta", representa a la nuestra insigne y adorada Señora sobre unas nubes por la cantidad de ocasiones en que ha socorrido ante la adversidad climática, ya sea por carestía en unas o por torrenciales avenidas en otras.
Dignas de mención y recuerdo, por su espectacularidad son las que relata D. Francisco Fogués Juan, en el libro "Historia y tradición de la Virgen de Aguas Vivas", correspondiente a los años 1661, 1715, 1726, 1736 y 1741
La imagen primitiva fue destruida en el incendio de 1736 que arrasó la parroquia de Carcaixent. El acontecimiento y escenificación data del año 1868 y se realiza en el camí de l'oliverta del Valle d'Aigües Vives cada 12 de Octubre, aunque las fiestas patronales en honor nuestra Patrona se suele realizar los primeros días de Septiembre.
El 12 de febrero de 1450 el Rey Alfonso V el Magnánimo, desde Nápoles concede un privilegio al convento creando “Devesa”desde el Cantal Gros hasta el actual Portixol, regulando el derecho de pasto y la facultad de nombrar guardas.
En el año 1595 Felipe II concede un privilegio real que ratifica lo concedido por Alfonso V.
Al principio del siglo XVII la posesión de Aquaviva fue arrendada a los Agustinos de Valencia, pero como el año 1614 quisieron subarrendarla, los frailes que vivían en el Valle se negaron porque la donación de Gonçal García de Massa lo prohibía.
La alquería origen de la población fue paulatinamente deteriorándose con el tiempo. En su lugar levantaron más tarde una barraca para guardar los aperos de trabajo y protegerse de las tormentas. Esta situación no duró mucho pues los Agustinos de Valencia levantaron en su lugar una casa de nueva planta que continuó denominándose La Barraca. Tal y como puede observarse el topónimo proviene del albergue, aunque en realidad debería ser el de “Aquaviva”, por ser el que tenía la alquería originaria, de la actual Barraca.
La gran extensión del valle unida a la escasez de mano de obra, impedía que se pudiera trabajar, por lo que se pensó colonizar el territorio hacia el año 1701. Con el acuerdo previo de los religiosos y las familias que se establecieron se redactó una concordia suscrita por ambas partes.
A cada uno de los nuevos pobladores se le ofrecido un patio par edificar la casa y algo de tierra.
La Barraca volvió a tener vida propia, ya que se forzó su desaparición por la donación de García de Massa. Pero los excesos de la guerra de sucesión arrasaron con todo el valle.
El año 1796 por iniciativa del Prior fray Basilio T. Rossell se hizo la última concordia o Carta de doblamiento de La Barraca , firmada por todos los Colonos. Esta tercera concordia fue la definitiva carta puebla para la fundación de la actual población de La Barraca. Como cláusula especial de la misma se determinó que en adelante la población se denominara con el nombre de Sta. María de Aigües Vives. No prosperó y el lugar continuó con el ya familiar nombre de La Barraca.
Las casas se fueron edificando alrededor de la barraca primitiva, transformada más tarde en venta, que estaba emplazada enfrente de la actual y al lado del chalet de la Señora Matilde Malo. Algunos Colonos, no obstante, juzgaron más conveniente edificar al lado de la fuente y levantaron sus casas a la altura de la fuente de la Falsía , por lo que la población quedó dividida en dos porciones.
La administración de La Venta en un principio fue administrada por los Agustinos pero en vista de los continuos altercados que promovían los caminantes y huéspedes, decidieron arrendarla.
Poco después de firmase la concordia de 1796, los habitantes de La Barraca comenzaron a levantar un Iglesia en el solar que hay emplazado enfrente de las casas del Señor García Penacho, pero las turbulencias de la época motivadas por las guerras interiores exteriores y más tarde por los partidos políticos, impidieron su culminación. por ello vino a designarse con el nombre popular de “l'església començà”.
La actual Iglesia de nuestra localidad fue inaugurada el 7 de Enero de 1873 y en esa fecha quedó marcada como día de fiesta local para conmemorar la inauguración.
Aprovechando el camino existente se creó la carretera en el año 1849. Los dirigentes políticos de Valencia, ordenaron a todos los pueblos interesados en la carretera de Alzira-Gandía que estudiaran la proporción en que habían de contribuir a la reparación y su ensanchamiento.
Después de muchas dilaciones y dificultades, la construcción se llevó a termino el año 1855. Y en el año1893 se construyó el viejo puente sobre el “barranc Gran”(en l'estret). Hoy ya se encuentra en des-uso pero aún se puede admirar.
En Marzo de 1853 se subastan las fincas del extinto Monasterio y poco después se produce la subasta de la casa al señor Francisco Belda que a su muerte lega la posesión a sus tres hijos. Con este Señor que se creía con derecho a todo lo que hubiera en el Valle, los Colonos mantuvieron un pleito que al final ganaron pero el Valle de Aguas Vivas quedó dividido, obteniendo Alzira la mayor parte y Carcaixent el resto. Consecuencia de ello fue tener dos Alcaldes Pedáneos encargados de mantener el orden cada uno en su demarcación.
A la muerte del Francisco Belda, la posesión se repartió entre sus hijos: Agustín, Ricardo y Matilde. Los herederos de éstos renunciaron a su herencia a favor del Señor José Jofre, casado con Mercedes Belda, nieta del primer propietario. De esta manera la herencia que constaba de: La porción del valle correspondiente al Varón de Casanova (titulo que consiguió de Agustín Belda por matrimonio) la que le tocó en propiedad a Ricardo Belda, casado con la Señora Matilde Malo y la que tenía la Señora Matilde Belda, por lo que todo quedaba englobado en un único propietario.
A la muerte del Señor José Jofre, el Monasterio y gran parte de las tierras del Valle pasan a las manos de su hijo: Jesús Jofre, Varón de Casanova.
En la década de los setenta, la familia Jofre vende el Monasterio y sus tierras al Señor Antonio Vidal, que convierte el edificio en un Hotel y parcela las tierras para urbanización de chalets.
Desde el Parc de l'Estació de la Barraca d'Aigües Vives, seguiremos la antigua vía del ferrocarril, hasta llegar a tomar a nuestra derecha el Camí de l'Assagador y posteriormente el Camí del Xarco de la Vaca. Seguiremos caminando por caminos rurales y llegaremos al conocido como Pas del Pobre. Este antiguo camino consta de dos puertos de montaña. El primero en la parte baja de la Serra de les Agulles, 225 metros, comunica los valles d'Aigües Vives y la Casella, y ha sido recuperado recientemente por encontrarse intransitable desde hacía décadas. El segundo entre la Casella y la Murta, es el paso natural por la Serra de la Murta, 300 metros. El Pas del Pobre es el tramo final de la Ruta de los Monasterios, y uno de los más emblemáticos de todo el recorrido. Aquí el senderista disfrutará de espectaculares panorámicas de los valles de Aguas Vivas, la Casella y la Murta, antes de llegar al final de la ruta: Alzira y el Monasterio de la Murta.
De nuevo en el camino |
Descenderemos pues por senda bastante evidente hacia la Vall de la Casella por la vertiente de la umbría, donde la vegetación es muy abundante. El Valle de la Casella se halla delimitado por las sierras del Cavall Bernat y les Agulles, últimas estribaciones del sistema Ibérico en transición hacia los montes Béticos. Destacan sus imponentes moles calcáreas, donde la erosión ha esculpido formas espectaculares como podemos observar en la Serra de les Agulles.
Al llegar a la parte baja del valle nuestra senda gira hacia la derecha y discurre paralela al Barranc de la Casella hasta la Font Nova.
Por aquí cruzamos el barranco y ascendemos por unas escaleras de piedra hasta el cruce con el Camí del Carasol de la Casella, camino asfaltado en donde continuamos por nuestra derecha para en unos metros y sin dejar el camino asfaltado llegaremos junto al campo de tiro y bar de la Casella, lugar en donde nos detenemos a comer y damos por finalizada esta cuarta etapa de la Ruta dels Monestirs.
Gracias por la ayuda en la descripción de la ruta a Guia de senderisme del GR-236 y es.wikipedia.org
Hasta pronto.
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