Lugar de inicio: Requena,La Plana Utiel-Requena,Valencia
Hora de inicio: 7 h 32 min
Duración: 3 h 23 min
Distancia: 10.36 Km
Dificultad: Media-Baja
Altura mínima: 658 m
Altura máxima: 819 m
Índice IBP: 34
Calificación (1-10): 8
Recorrido: Requena – Camino Fuente Baldomero – Fuente de Bernate – Rambla de Reinas – Puente sobre A-3 – Camino de Cuesta Blanca – Torre del Telegrafo de la Atalaya – V.G. Telegrafo – Barranco de Reinas – Cruce vías de ferrocarril – Fuente Reinas – Barrio la Loma – Requena.
Datos técnicos:
Cómo llegar:
Salimos de Algemesí por la calle Valencia por la carretera CV-42 con dirección a Valencia, para enseguida tomar la entrada a la antigua autopista de peaje AP-7, continuando con dirección a Valencia, por esta autopista enlazaremos con la A-7, Autovía del Mediterráneo, con dirección a Valencia, continuaremos por la circunvalación con dirección Madrid-Barcelona, por la A-7 poco después nos desviaremos por la A-3, Autovía del Este, con dirección a Madrid, seguiremos por la A-3 y pasaremos las poblaciones de Cheste, Chiva, y Siete Aguas, para al llegar a la altura de la población de Requena en donde tomaremos la salida nº 289, por la CV-395 con dirección a Requena cruzaremos la A-3 continuando por la CV-395, en la siguiente rotonda continuaremos por la CV-395y en la segunda rotonda, tomaremos la salida por la calle Chera/CV-395 continuaremos hasta llegar al cruce con la Avda. Capitán Gadea, en donde continuaremos por nuestra izquierda, hasta llegar al cruce con la Avda. Estación, continuando por nuestra derecha y en unos metros aparcaremos nuestro coche en la inmediaciones de la Estación de Ferrocarril y Autobuses, para dar comienzo a nuestra ruta de hoy.
Descripción de la ruta:
Esta semana la ruta discurre por las cercanías de Requena.
Comenzamos nuestro recorrido de hoy desde las inmediaciones de la estación de ferrocarril y de autobuses de Requena. Comenzamos caminando por la calle Frrocaril y giramos por nuestra derecha por la Avda. Estación por la que recorremos otros 100 metros y giraremos a nuestra izquierda por la Avda. General Pereira, por la que después de recorrer unos 450 metros nos desviaremos por una calle estrecha situada a nuestra derecha, es por la calle Norberto Piñango, calle que nos conducirá hasta la Plaza del Portal. Saldremos de la plaza del Portal por nuestra izquierda por la calle del Peso y saldremos a la Plaza de España, y continuaremos por nuestra izquierda por la calle Pérez Galdós, que girando a nuestra derecha, nos conducirá a la Plaza Consistorial, lugar en donde a nuestra derecha encontraremos el edificio del Ayuntamiento de Requena.
Dejamos atrás una zona ajardinada situada a continuación del ayuntamiento y cruzamos la calle Antonio Perez, y continuamos por la calle Martinez Checa, otra calle que se nota su antigüedad. Cruzaremos la calle Constitución para continuar por la calle de Mira que nos sacara de la población por la calle Fuente Baldomero. A unos escasos 100 metros de este camino asfaltado encontraremos nuestra izquierda en una zona tupida de arboles con la Fuente de Bernate.
Aunque los principales manantiales de Requena históricamente han sido los de Reinas y Rozaleme, tenemos que añadir otra serie de fuentes naturales en la más inmediata cercanía de la ciudad como la Fuente de Bernate.
La Fuente de Bernate, está situada junto al Barranco de Reinas, al este de la población de Requena. Toma su nombre de las huertas cercanas, pertenecientes al organista de Santa María Hernán Bernalte. El escudo liberal que lució hasta hace unos años fue fundido junto con cañones cantonalistas alicantinos traídos por Norberto Piñango. En este punto habremos recorrido unos 1500 metros entre las plazas, callejuelas y avenidas de la población de Requena.
Fuente de Bernate |
Seguimos nuestro recorrido por este camino de Fuente Baldomero durante unos 150 metros y nos encontraremos con una bifurcación en el punto marcado como Derecha en donde nosotros continuaremos por nuestra derecha por camino de tierra durante unos 925 metros para llegar al punto marcado como Puente sobre A-3, en donde encontraremos un puente para cruzar sobre la Autovía del Mediterráneo. Nada mas cruzar nos desviaremos por nuestra derecha en paralelo a la autovía, por camino de tierra durante unos 375 metros para llegar al cruce marcado como Izquierda, en donde continuaremos por nuestra izquierda por el camino de Cuesta Blanca o de la Casa de Molina. A unos 250 metros nos encontremos el punto marcado como Recto en veremos un camino que sale por nuestra izquierda y en donde nosotros continuaremos recto por el camino mas ancho. De nuevo recorremos otros 200 metros mas por este camino para llegar al punto marcado como Recto1, que está situado justo bajo unas lineas del tendido eléctrico, en donde continuaremos recto por el mismo camino durante unos 350 metros para llegar al punto marcado cono Recto2 en donde continuaremos por el mismo camino, y tras recorrer otros 250 metros llegaremos al punto marcado como Izquierda2, en donde en esta bifurcación continuaremos por nuestra izquierda. Continuamos y en unos escasos 75 metros nos encontramos en el punto marcado como Derecha2 en donde continuaremos por nuestra derecha. Ya hemos comenzado a divisar la torre. Recorremos 250 metros mas y llegamos al punto marcado como Rotonda izquierda.
En este punto nos encontramos como en una rotonda en donde debemos continuar por nuestra izquierda y en unos 115 metros habremos llegado junto a la Torre del Telégrafo de la Atalaya.
El telégrafo óptico consiste en un aparato situado a distancia visual de otro aparato similar. El operador maneja unos controles que sitúan los elementos del telégrafo en una posición reconocible por la torre siguiente. Esta repite el mensaje, que es leído y reproducido por una tercera, y así sucesivamente. No obstante, las frecuencias vienen marcadas por el material que se emplea en su construcción.
La Torre de telegrafía óptica del Cerro de la Atalaya es una torre que formaba parte de la línea de telegrafía óptica que a mediados del siglo XIX conectaba Madrid con Valencia. Es un bien de interés cultural con número de anotación ministerial 27986 de 15 de marzo de 2011.
La telegrafía óptica es un invento que se remonta al siglo de la Ilustración, el siglo XVIII. Fue un avance tecnológico de gran importancia, nacido en Francia, que facilitó la rápida transmisión de noticias. En España las líneas de telégrafo óptico no se levantaron hasta la década de 1840, época que ya en Europa empezaba a funcionar la telegrafía eléctrica. Por motivos de seguridad se desechó este último tipo de telegrafía dado el peligro de corte de cables por bandoleros o insurgentes.
Estas torres fueron construidas entre 1848 y 1849 para poner en marcha un servicio de mensajería rápida que supusiera una gran revolución en la comunicación postal del siglo XIX entre la capital y la periferia del país. Este sistema permitía que un mensaje se transmitiera de la primera a la última torre en tan solo treinta minutos.
En este punto nos encontramos como en una rotonda en donde debemos continuar por nuestra izquierda y en unos 115 metros habremos llegado junto a la Torre del Telégrafo de la Atalaya.
El telégrafo óptico consiste en un aparato situado a distancia visual de otro aparato similar. El operador maneja unos controles que sitúan los elementos del telégrafo en una posición reconocible por la torre siguiente. Esta repite el mensaje, que es leído y reproducido por una tercera, y así sucesivamente. No obstante, las frecuencias vienen marcadas por el material que se emplea en su construcción.
La Torre de telegrafía óptica del Cerro de la Atalaya es una torre que formaba parte de la línea de telegrafía óptica que a mediados del siglo XIX conectaba Madrid con Valencia. Es un bien de interés cultural con número de anotación ministerial 27986 de 15 de marzo de 2011.
La telegrafía óptica es un invento que se remonta al siglo de la Ilustración, el siglo XVIII. Fue un avance tecnológico de gran importancia, nacido en Francia, que facilitó la rápida transmisión de noticias. En España las líneas de telégrafo óptico no se levantaron hasta la década de 1840, época que ya en Europa empezaba a funcionar la telegrafía eléctrica. Por motivos de seguridad se desechó este último tipo de telegrafía dado el peligro de corte de cables por bandoleros o insurgentes.
Estas torres fueron construidas entre 1848 y 1849 para poner en marcha un servicio de mensajería rápida que supusiera una gran revolución en la comunicación postal del siglo XIX entre la capital y la periferia del país. Este sistema permitía que un mensaje se transmitiera de la primera a la última torre en tan solo treinta minutos.
Torre del Telégrafo |
La línea Madrid-Valencia comienza su construcción en 1848 y su funcionamiento un año más tarde con treinta torres. La primera estación estaba en Madrid en el edificio de la Aduana, actual Ministerio de Economía y Hacienda al comienzo de la calle Alcalá y el final en el convento de San Francisco de Valencia, hoy desaparecido. Dentro de la Comunidad Valenciana las torres, en total nueve, se sitúan en Villargordo del Cabriel, Fuenterrobles, Requena, Buñol, Godelleta, Chiva y Valencia. Se levantó además dentro de la Comunidad Valenciana la línea Valencia-Barcelona con torres en El Puig, Sagunto, Almenara, Oropesa, Torreblanca, Alcalá de Chivert y Santa Magdalena de Pulpis.
Los telegrafistas fueron principalmente militares licenciados los cuales se consideraban preparados para dicha misión. Muchos excombatientes de la Primera Guerra Carlista entraron en el servicio por considerarse los más indicados por las penalidades que tendrían que soportar. La organización que se dio al cuerpo de telégrafos fue paramilitar con un nivel superior (facultativo) con acceso al código secreto y otro inferior compuesto por operarios. Las líneas se organizaban militarmente en divisiones con jefatura en cada capital de provincia y cada división en cuatro o cinco secciones compuesta a su vez de cinco o seis estaciones. El personal reclutado, entre oficiales del ejército, lo componían los inspectores de línea, de 1.ª y de 2.ª clase. El primero era José María Mathé Aragua y de los segundos había dos por cada línea. La dotación teórica de cada estación era de dos operarios, más un auxiliar. Los torreros se alternaban entre sí por turnos. Para que un servicio así funcionase con diligencia se exigía una rigurosa disciplina que exigía una organización paramilitar. Los edificios levantados para servir de soporte a este nuevo avance tecnológico fueron diseñados como torres defensivas fortificadas, como la que se encuentra en San Antonio de Requena o se ocuparon otros edificios suficientemente fortificados.
Los telegrafistas fueron principalmente militares licenciados los cuales se consideraban preparados para dicha misión. Muchos excombatientes de la Primera Guerra Carlista entraron en el servicio por considerarse los más indicados por las penalidades que tendrían que soportar. La organización que se dio al cuerpo de telégrafos fue paramilitar con un nivel superior (facultativo) con acceso al código secreto y otro inferior compuesto por operarios. Las líneas se organizaban militarmente en divisiones con jefatura en cada capital de provincia y cada división en cuatro o cinco secciones compuesta a su vez de cinco o seis estaciones. El personal reclutado, entre oficiales del ejército, lo componían los inspectores de línea, de 1.ª y de 2.ª clase. El primero era José María Mathé Aragua y de los segundos había dos por cada línea. La dotación teórica de cada estación era de dos operarios, más un auxiliar. Los torreros se alternaban entre sí por turnos. Para que un servicio así funcionase con diligencia se exigía una rigurosa disciplina que exigía una organización paramilitar. Los edificios levantados para servir de soporte a este nuevo avance tecnológico fueron diseñados como torres defensivas fortificadas, como la que se encuentra en San Antonio de Requena o se ocuparon otros edificios suficientemente fortificados.
Por orden ministerial de uno de marzo de 1844 se señalaban las condiciones que debían cumplir los lugares donde se colocasen las estaciones repetidoras del telégrafo óptico:
La distancia entre las estaciones sería como mínimo de dos leguas y máximo de tres, teniendo en cuenta los accidentes geográficos.
Deberían seguirse las carreteras existentes buscando la mayor seguridad de las zonas transitadas.
Las estaciones se fijarían en poblaciones siempre que fuera posible.
En las capitales de provincia se debería procurar colocar las estaciones en el mismo edificio que las autoridades civiles o militares.
Eran preferibles edificios fortificados del Estado, torres de iglesias o ermitas, castillos o casas fuertes que pudieran defenderse en caso de necesidad.
Se debería mantener la alineación siempre que fuera posible procurando un radio visual de la línea perpendicular al frente de cada torre, aunque según escribe Madoz: la mayor y más esencial ventaja que lleva, sin disputa, nuestra máquina telegráfica a todas las demás conocidas es la de que sus signos son visibles con igual claridad desde todos los puntos del horizonte, al paso que en la de otros países la percepción de aquellos solo es exacta cuando se observan en una dirección perpendicular.
Los edificios que se erigieron para servir de soporte a este medio de comunicación fueron diseñados como torres defensivas fortificadas, como es el de la torre del Cerro de la Atalaya.
Las características constructivas de la torre son una altura máxima de 9,49 metros. Sus dimensiones exteriores son de 6,26 x 6,26 metros (las dimensiones estándar son 6,4 x 6,4 metros), mientras que las interiores son de 4,20 x 4,23 metros. El espesor del muro va de 95 cm en la base, a 70 cm en las aspilleras, y 50 cm en las paredes. Tiene una puerta de acceso en el primer piso orientada al oeste con una ventana en la pared opuesta. En la planta baja, que originalmente no tenía acceso directo al exterior, hay tres aspilleras en cada lado. En el piso superior tiene dos ventanas.
A unos 25 metros del telégrafo encontramos el V.G. del Telégrafo, situado en lo más alto del cerro del mismo nombre y por la torre existente en este lugar. El terreno es de monte bajo, por lo podremos de unas buenas vistas de 360 grados, de los alrededores.
Deberían seguirse las carreteras existentes buscando la mayor seguridad de las zonas transitadas.
Las estaciones se fijarían en poblaciones siempre que fuera posible.
En las capitales de provincia se debería procurar colocar las estaciones en el mismo edificio que las autoridades civiles o militares.
Eran preferibles edificios fortificados del Estado, torres de iglesias o ermitas, castillos o casas fuertes que pudieran defenderse en caso de necesidad.
Se debería mantener la alineación siempre que fuera posible procurando un radio visual de la línea perpendicular al frente de cada torre, aunque según escribe Madoz: la mayor y más esencial ventaja que lleva, sin disputa, nuestra máquina telegráfica a todas las demás conocidas es la de que sus signos son visibles con igual claridad desde todos los puntos del horizonte, al paso que en la de otros países la percepción de aquellos solo es exacta cuando se observan en una dirección perpendicular.
Los edificios que se erigieron para servir de soporte a este medio de comunicación fueron diseñados como torres defensivas fortificadas, como es el de la torre del Cerro de la Atalaya.
Las características constructivas de la torre son una altura máxima de 9,49 metros. Sus dimensiones exteriores son de 6,26 x 6,26 metros (las dimensiones estándar son 6,4 x 6,4 metros), mientras que las interiores son de 4,20 x 4,23 metros. El espesor del muro va de 95 cm en la base, a 70 cm en las aspilleras, y 50 cm en las paredes. Tiene una puerta de acceso en el primer piso orientada al oeste con una ventana en la pared opuesta. En la planta baja, que originalmente no tenía acceso directo al exterior, hay tres aspilleras en cada lado. En el piso superior tiene dos ventanas.
A unos 25 metros del telégrafo encontramos el V.G. del Telégrafo, situado en lo más alto del cerro del mismo nombre y por la torre existente en este lugar. El terreno es de monte bajo, por lo podremos de unas buenas vistas de 360 grados, de los alrededores.
V.G. Telegrafo de la Atalaya |
Desde este punto comenzaremos nuestro camino de regreso, por la senda que discurre por la cresta de la Sierra del Tejo. En este tramo vemos un trazado de ida y vuelta que tuvimos que realizar por habernos dejado atrás la visita a un Geocache que no encontramos, situado en las inmediaciones de la Torre del Telégrafo, y que por lo tanto volvimos a retomar la senda que en descenso recorre la cresta. A unos 325 metros del vértice geodésico nos encontraremos con una bifurcación marcada como Derecha3, en donde continuaremos este rápido descenso, para llegar en unos 150 metros a lo que es como una nueva rotonda de la senda en donde continuaremos prácticamente recto.
Continuamos con el descenso durante unos 400 metros para llegar al punto marcado como Izquierda2, muy cercano a la vía del ferrocarril, y en donde nosotros continuaremos por nuestra izquierda. Caminamos ahora por un llano en paralelo al ferrocarril durante unos 500 metros y como no encontrábamos una buena sombra nos desviamos del camino hasta una pinada que vimos a nuestra izquierda y en donde nos detenemos para reponer fuerzas con nuestro acostumbrado almuerzo.
Una vez finalizado el almuerzo regresamos al camino y continuamos por nuestra izquierda durante unos 280 metros para llegar al punto marcado como Derecha4, en donde abandonamos este camino por nuestra derecha y en unos 200 metros cruzamos el Barranco Reinas y nos desviamos por nuestra derecha en el punto marcado como Derecha5, y en 50 metros cruzaremos la vía del ferrocarril con mucho cuidado por un paso de peatones sin barreras. A unos metros del ferrocarril encontramos la Fuente las Reinas.
Continuamos con el descenso durante unos 400 metros para llegar al punto marcado como Izquierda2, muy cercano a la vía del ferrocarril, y en donde nosotros continuaremos por nuestra izquierda. Caminamos ahora por un llano en paralelo al ferrocarril durante unos 500 metros y como no encontrábamos una buena sombra nos desviamos del camino hasta una pinada que vimos a nuestra izquierda y en donde nos detenemos para reponer fuerzas con nuestro acostumbrado almuerzo.
Una vez finalizado el almuerzo regresamos al camino y continuamos por nuestra izquierda durante unos 280 metros para llegar al punto marcado como Derecha4, en donde abandonamos este camino por nuestra derecha y en unos 200 metros cruzamos el Barranco Reinas y nos desviamos por nuestra derecha en el punto marcado como Derecha5, y en 50 metros cruzaremos la vía del ferrocarril con mucho cuidado por un paso de peatones sin barreras. A unos metros del ferrocarril encontramos la Fuente las Reinas.
Tras la Reconquista cristiana llevada a cabo en nuestra comarca durante el siglo XIII, los nuevos pobladores siguieron otorgándole una notable importancia a los recursos hídricos que la zona poseía, en parte debldo a que la población musulmana continuó habitando la roca o se trasladó al actual barrio de Las Peñas. En este siglo XIII, encontramos una de las leyendas más hermosas de nuestra ciudad, la cual cuenta como el el rey de Castilla Alfonso X "El Sabio" se reunió en Requena con Jaime I "El Conquistador", rey de Aragón, con el de fin de determinar a cual de las dos coronas pertenecería Requena. Mientras tanto las respectivas esposas, madre e hija, doña Violante de Hungría y doña Violante de Aragón, pasaban sus momentos de ocio en la fuente que hoy lleva su nombre, la Fuente de Reinas.
Desde este punto entramos en una rotonda en donde tomaremos la CV-391 con dirección a Villar de Olmos y en 250 metros llegaremos al punto marcado como Izquierda3, en donde continuaremos por nuestra izquierda por el Camino de la Fuente de las Pepas, recorremos 150 metros mas y llegamos al punto marcado como Izquierda4, continuamos por nuestra izquierda durante unos 400 metros mas y llegamos al punto marcado como Izquierda5, para llegar a cruzar de nuevo la autovía A-3, por medio de un puente. Pocos metros después del puente nos encontraremos en le punto marcado como Derecha6, una bifurcación en donde continuamos por nuestra derecha durante unos 300 metros para llegar al punto marcado como Izquierda6, continuando por este camino durante unos 550 metros mas, para llegar al punto marcado como Derecha7 y continuar durante unos 650 metros atravesando el barrio de la Loma cruzaremos la vía del ferrocarril y en el punto marcado como Izquierda7, giraremos por nuestra izquierda, para en 200 metros mas llegar al punto en donde iniciamos nuestro recorrido y en donde daremos por finalizada nuestra ruta de hoy.
Gracias por la ayuda en la descripción de la ruta a es.wikipedia.org
Hasta pronto.
TRACK
Desde este punto entramos en una rotonda en donde tomaremos la CV-391 con dirección a Villar de Olmos y en 250 metros llegaremos al punto marcado como Izquierda3, en donde continuaremos por nuestra izquierda por el Camino de la Fuente de las Pepas, recorremos 150 metros mas y llegamos al punto marcado como Izquierda4, continuamos por nuestra izquierda durante unos 400 metros mas y llegamos al punto marcado como Izquierda5, para llegar a cruzar de nuevo la autovía A-3, por medio de un puente. Pocos metros después del puente nos encontraremos en le punto marcado como Derecha6, una bifurcación en donde continuamos por nuestra derecha durante unos 300 metros para llegar al punto marcado como Izquierda6, continuando por este camino durante unos 550 metros mas, para llegar al punto marcado como Derecha7 y continuar durante unos 650 metros atravesando el barrio de la Loma cruzaremos la vía del ferrocarril y en el punto marcado como Izquierda7, giraremos por nuestra izquierda, para en 200 metros mas llegar al punto en donde iniciamos nuestro recorrido y en donde daremos por finalizada nuestra ruta de hoy.
Gracias por la ayuda en la descripción de la ruta a es.wikipedia.org
Hasta pronto.
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