viernes, 28 de junio de 2024

Aldea de la Llacua, Morella -V.G. Fusters

Iglesia de la Inmaculada Concepcion, en la Llecua
Fecha: 15/6/24
Tipo de ruta: Circular 
Lugar de inicio: Aldea de la Llecua, Los Puertos, Castellón
Hora de inicio: 7 h 30 min 
Duración: 6 h 5 min 
Distancia: 16.15 Km 
Dificultad: Media 
Altura mínima: 826 m 
Altura máxima: 1292 m 
Índice IBP: 68 
Calificación (1-10): 8 
Recorrido: Aldea de la Llacua, Morella – Font de la Salvassoria – Ermita Santa Lúcia Salvassoria – Barranco dels Fusters de Salvasoria – Fuente de la Canaleta – V.G. Fusters – Azagador dels Fusters – Masía de Bartolo – Camino de la Llacua – Cruz de la Llacua – Aldea de la Llacua, Morella. 

Cómo llegar:
Salimos de Algemesí por la calle Valencia por la carretera CV-42 con dirección a Valencia, para enseguida tomar la entrada a la antigua autopista de peaje AP-7, continuando con dirección a Valencia, por esta autopista enlazaremos con la autovía A-7, hacia Sagunto, continuaremos sin abandonar la a-7 hasta rebasar la población de Nules que dejaremos atrás y en donde la carretera pasa a ser la CV-10.
Continuaremos por la CV-10 dejando atrás las poblaciones de Betxí, Borriol y la Pobla de Tornesa, y tras rebasar esta ultima población tomaremos el desvío en una rotonda para continuar por la CV-15 con dirección a la Vall d’Alba. Continuaremos sin abandonar la CV-15 hasta llegar a Els Ibarsos y Els Rosildos, hasta  llegar a pasar la marca del kilómetro 53 en donde encontraremos el Coll del Ares continuando por la  CV-15 con dirección a Ares del Maestrat, que dejaremos atrás a nuestra derecha y continuaremos sin abandonar la CV-15 hasta llegar pocos metros antes del punto kilométrico 56, en donde nos desviaremos por nuestra derecha por la CV-12 con dirección a Castellfort/Morella hasta sobrepasar el kilómetro 5 para tomar una salida señalizada por nuestra derecha por la Carretera Rural de la Llácua, asfaltada, hasta llegar al desvío que encontraremos señalizado a nuestra izquierda con dirección a la Llácua. Continuaremos por este camino hasta llegar al la Aldea de la Llacua, en donde encontramos un buen lugar en donde dejar nuestro coche, para dar comienzo a nuestra ruta de hoy.

Descripción de la ruta:
Esta semana la ruta discurre por las cercanías de La Aldea de la Llacua, Morella.
Hoy nos hemos dado cita Pepe, Fernando y yo mismo para acercarnos a la población de Morella para ascender al vértice geodésico de Fusters. Aparcamos nuestro coche en la altea de la Llacua, junto a la iglesia de la Inmaculada Concepción, y comenzamos a caminar sobre la 8,30 por el Camino de Llacua, estamos rodeados de vacas que están pastando entre las casas, y procuramos no molestarlas. Recorremos los primeros 2500 metros para llegar al punto marcado como Derecha en donde nos desviaremos por nuestra derecha durante unos 400 metros para llegar al punto marcado como Fuente de Salvassoria, una fuente con un gran abrevadero y que se encuentra rodeado de vacas pastando y continuamos sin molestarlas. Continuamos nuestro recorrido y en unos 250 metros para llegar al punto marcado como Derecha ida y vuelta, en donde continuaremos por nuestra derecha para tras recorrer unos 450 metros mas y llegar al punto marcado como Ermita de Salvassoria.
Se trata de un conjunto arquitectónico formado por un pequeño caserío con la ermita dedicada a Santa Llúcia. Está declarada Bien de Relevancia Local. La construcción corresponde a la tipología de la Reconquista y fue parroquia desde el siglo XIII hasta la construcción de la iglesia en la Llècua (s. XVIII). Este fue el principal motivo del abandono progresivo del caserío de Salvassòria.
Caserio de Salvassoria

Delos restos de la ermita destacan la portada románica y la espadaña. Una de sus campanas, conocida con el nombre de la Campaneta de les Animes (Campanilla de las Almas), del siglo XV, se conserva en la iglesia de la Llècua. Los restos de Salvassòria y la fuente son un lugar de parada en la romería de Cati a Sant Pere de Castellfort, que se celebra en el mes de mayo. 
Este caserío aparece nombrado en la Crónica o "Llibre del Fets" del rey Jaime I, del siglo XIII: e pois passam pel riu de les Troites e eixim a la canada d'Ares e de la canada d'Ares al port de Prunelles et a Salvasòria.
Como hemos dicho anteriormente regresaremos por el mismo camino utilizado en la ida para llegar al ultimo punto en donde nos desviamos y continuaremos recto para adentrarnos en el cauce del Barranco del Fusters de Salvassoria, este tramo que ahora comenzamos en principio es fácil de recorrer pero poco a poco el cauce del barranco se hace algo mas complicado, y las paredes laterales van haciéndose mas altas por lo que iremos buscando alguna de las veces el mejor paso que encontremos pero siempre sin alejarnos mucho del barranco. 
Recorremos unos 2700 metros, para llegar al punto marcado como Fuente de la Canaleta, que no encontramos por ninguna parte. Seguimos unos 150 metros y comenzamos a tener ganas de detenernos para reponer fuerzas con nuestro acostumbrado almuerzo, por lo que nos detenemos en medio del cauce del barranco y desplegamos nuestros bocadillos para dar buena cuenta de ellos.
Una vez finalizado nuestro almuerzo retomamos nuestro camino y continuamos por el barranco durante unos 1400 metros mas en donde continuamos por nuestra derecha pegados a un muro de piedra en seco junto al que seguiremos durante unos 1000 metros más para llegar al punto marcado como Izquierda, en donde continuaremos por nuestra izquierda durante unos 300 metros, en esta ocasión monte a través, pero con dirección al vértice geodésico, que divisaremos pronto, y haciendo uso del GPS, llegaremos hasta el mismo punto en donde se encuentra. Nos detenemos en este lugar La Mola dels Fusters, desde donde disfrutaremos de unas magnificas vistas.
V.G. Fusters

Ahora comenzaremos a descender hacia nuestra izquierda hasta llegar a enlazar con el Camino del Molló, en el punto marcado como Izquierda, lugar en donde continuaremos por nuestra izquierda por camino durante unos 700 metros para llegar al punto marcado como Derecha 1, en donde continuaremos por nuestra derecha, por el Camino del Campello, en descenso durante unos 350 metros para llegar al punto marcado como Izquierda 2, continuando por nuestra izquierda para enlazar con el Azagador dels Fusters o Camino de Valencia, en donde continuaremos recto y en descenso por pista. Continuamos descendiendo durante unos 900 metros para llegar a abandonar el Azagador dels Fusters en una bifurcación marcada como Derecha 2, continuando por nuestra derecha durante unos 550 metros más para llegar al punto marcado como Derecha 3, por el Camino de Valencia.
Continuamos caminando en descenso durante unos 800 metros mas para llegar a las cercanías del Masía de Bartolo que dejaremos a nuestra derecha pues llegados al punto marcado como Izquierda 3 debemos desviarnos por nuestra izquierda por el Camino de la Llacua, y a unos 200 metros nos encontraremos con una bifurcación en el punto marcado como Izquierda 4, continuando por nuestra izquierda por este camino de la Llacua o de Valencia y a unos 1200 metro llegamos al punto marcado como Izquierda 5, en donde continuaremos por nuestra izquierda y por camino asfaltado para en unos 600 metros encontrarnos con la Cuz de la Llecua.
La Cruz de la Lllecua

La Cruz de la Llècua es una cruz de hierro con un óvalo de piedra que representa la efigie del Corazón de Jesús, asentada sobre un pedestal de piedra labrada, de tres cuerpos cuadrangulares que le dan una altura de 2,10 metros.
Cada año, el 1 de mayo, se celebra la fiesta de los "Apòstols de la Llècua". Esta fiesta se enmarca dentro de la antigua tradición, de origen medieval, conocida como el ciclo de "Rotllos o Primes" o Rogatives, en la cual se solicita la protección de los santos para las cosechas y para las tierras. En el caso de la Llècua, los participantes de esta rogativa se dirigen en procesión hasta la Cruz de la Llècua para bendecir el término. Al finalizar, se reparte entre los asistentes "rotllos o primes", que son productos típicos de horno de estas tierras.
En el término de Morella se realizan un total de 11 votos y Rogatives, entre los meses de abril y junio, coincidiendo con el periodo de siembra y recolección de las cosechas.
Desde este punto de la Cuz de la Llecua, ya solo nos quedan a recorrer unos 300 metros para llegar a la entrada de de la aldea en donde encontraremos a nuestra derecha el lugar en donde comenzamos nuestra ruta de hoy, y en donde la daremos por finalizada. 
La aldea de la Llàcua, también conocida como La Llàcova o Llècua, es hoy uno de pueblos despoblados de la provincia de Castellón. Este poblado se ubica a 1.069 metros de altitud, y a 16 kilómetros en línea recta de Morella, capital de la comarca de Els Ports. La Llàcua debe su nombre a un lago situado en el término del pueblo que facilitaba el cultivo de cereales y patatas. Actualmente, la laguna ha quedado desierta víctima de la sequía. La vida humana de la aldea y el rico embalse de agua dulce tan solo son ya parte del recuerdo. Tres pozos aun existentes situados en la demarcación del antiguo pueblo evidencian la riqueza acuífera del lago. El periodista Agustí Hernández Dolz ha incluido en el libro Pobles Abandonats, en els paisatges de l’oblit una exhausta investigación antropológica y arquitectónica sobre La Llàcua. “La laguna de la aldea se secaba durante el periodo estival, pero sin duda era fundamental para el cultivo y para la fertilidad del terreno”. 
La historia del lugar se remonta al siglo XVI. Las primeras casas se erigieron con la finalidad de colonizar y cultivar el terreno. Posteriormente, se fundaron trece casas más que convirtieron el territorio en una aldea con tres calles. La Llàcua alcanzó la máxima cifra de población en 1924, con 66 personas censadas. Las principales construcciones de la aldea fueron la escuela pública, abierta desde 1932 a 1974; y la iglesia dedicada a la Purísima, construida entre 1560 y 1565.
Agustí Hernández declara que el paso de los carlistas por la comarca de Els Ports también acechó a la iglesia, ya que las campanas fueron descolgadas en 1838 para ser fundidas y convertirlas en cañones de la milicia carlista. La Llàcua fue lugar de herreros, carpinteros y pastores; además de contar con un estanco y una taberna para el ocio de los lugareños. Sin embargo, la viva actividad económica y social de principios del siglo XX se fue desvaneciendo. Los habitantes de La Llàcua emigraron a finales de la década de los 60. Actualmente la aldea no tiene habitantes de forma permanente, confirma Hernández. Aunque algunos de los hogares del pueblo han sido restaurados, la mayor parte de los edificios presentan un estado desolador. Tampoco se adivina ya la ubicación de la laguna, fuente de vida de La Llàcua.
Gracias por la ayuda en la descripción de la ruta a castelloninsolito.wordpress.com
Hasta pronto.

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