Tipo de ruta: Lineal, ida y vuelta
Lugar de inicio: Beneixama, Alto Vinalopó, Alicante
Hora de inicio: 7 h 29 min
Duración: 4 h 7 min
Distancia: 18.44 Km
Dificultad: Media
Altura mínima: 582 m
Altura máxima: 689 m
Calificación (1-10): 7
Recorrido: Beneixama – Molí del Alto – Fuente del Minat de Candela – Molino Cordones – Molí de Lluna – Molí Campanas – El Saltze – Molí d'Agres – El Molinet – Molí Caguetas – Molí de Sanz – Molí Forcall – Molí Tap – Molí Roig – Molí de l'Espentá – Molí Pont – Molí Sol.
Como llegar:
Saldremos de Algemesí por la CV-42 con
dirección a Alzira, para desde allí dirigirnos hacia Benimuslem por
la CV-550 y desde allí con dirección a Alberique conectaremos con a
la A-7, Autovía del Mediterráneo con dirección a Albacete.
Tomaremos el desvío en la salida de Cerdá, por la CV-40, Carretera
de Xativa-Alcoy, pasaremos por el túnel de l'Olleria, y dejaremos a
nuestra derecha la población de Aielo de Malferit. Seguiremos por
la CV-40 para tomar un desvío a nuestra derecha por la CV-81, que
nos llevará después de pasar el polígono industrial El Pla, a la
población de Ontinyent. Continuaremos por la CV-81 hasta llegar a la
población de Bocairent, la que también dejaremos atrás, sin
abandonar la CV-81, dejaremos atrás también el desvío a la
población de Banyeres de Mariola, para llegar posteriormente a
Beneixama. Entramos por la calle Ramon y Cajal, hata llegar a la
Plaza de Carlos IV, frente a la iglesia seguimos por nuestra
izquierda, por la calle Olegario Pastor, hasta el primer cruce en
donde continuamos por nuestra izquierda pasando frente al
ayuntamiento, por la Calle Cardenal Payá en donde aparcaremos
nuestro vehículo para dar comienzo a nuestra ruta de hoy.
Descripción de la ruta:
Esta semana la ruta transcurre por las cercanías de Beneixama.
Si a algún camino le debemos el
nacimiento del pueblo de Beneixama, este es el camino de los Molinos.
Hay documentos fechados de 1.258 que aparece la azud y la acequia de
riego que alimentaba la huerta de Beneixama y daba fuerza motriz a
los molinos que se situaban a su borde. A su lado, como no, pasaba
nuestro camino.
Los valles de Beneixama y Biar albergan
algunos caminos históricos, el más importante de ellos, tal vez,
sea el camino de Xàtiva, que en la vecina población de Biar parte
de la puerta de San Roque, pasa por las casas de San Juan cerca del
Salze, llega a ' la Venta' y se dirige hacia la Rambla de Banyeres
por donde cruza la sierra de la Solana en dirección a Ontinyent. Se
cruzan con este camino otras rutas secundarias. En la Cruz de la
antigua entrada de Beneixama por Cabdet, estaba el Forcall de
caminos, hacia el nordeste iba el de Bocairent y el de los Arrieros y
hacia el este el de los Molinos, que más adelante se unía en la
ruta de Banyeres/Alcoi.
A lo largo del camino podremos ver
siete molinos en el término municipal de Beneixama situados junto a
la acequia del riego: Molino Alto, Molino Cordones, Molino de Luna,
Molino Campanas, Molino de Agres, el Molinillo y el Molino Caguetas;
además de varios elementos más relacionados con la arquitectura del
agua: balsas de riego, lavadores, acequias, partidores, etc. Algunos
elementos ya no existen, como por ejemplo los molinos del Vergeret y
de la Casa Crespo , además de otros dos que desconocemos y que
completaban los 12 que hacia 1620 tributaban a la Corona. Hay cinco
molinos más en término de Banyeres de Mariola, entre el azud y el
final del camino en la carretera CV-804: Molino Sanç, Molino
Forcall, Molino Tap, Molino Roig y Molino l'Espentá. El itinerario
acaba entre el Molino Sol y el Molino Pont, que no están,
estrictamente hablando, dentro del camino que es objeto de la ruta.
Pero a partir de aquí, y hasta el nacimiento del río Vinalopó en
la Fuente de la Covacha , hay otros siete molinos más: Molino Pont,
Molino Sol, Molino Serrelles, Molino de la Sombra, Molino del
Partidor, Molino Nuevo, Molino la Campana, Molino de en Medio, Molino
de Bajo y Molino de Arriba, además de las azudes y el partidor que
distribuye el agua entre Banyeres-Bocairent y la valle de Beneixama.
A diferencia del que ocurre en Banyeres, donde cada molino tenía, o
tiene su propio azud, en Beneixama, y a lo largo del camino de los
Molinos, tan solo hay una construcción de este tipo, y se ubica en
el inicio del término municipal. Aquí el agua es desviada por la
acequia y servía para el riego y para hacer funcionar todos los
molinos. Los molinos de Beneixama eran harineros, mientras que en
Banyeres los había laneros, pañeros, papeleros y alguno de harina.
Mucho de ellos en épocas de más necesidad molían sal y otros tipo
de cereal. Se solía cobrar en especie un tanto por ciento del que se
molía.
La ruta empieza empieza desde la calle
Cardenal Payá, Conocida como calle de la Acequia. A nuestra
izquierda vemos el edificio del Ayuntamiento y la plaza que hoy lleva
su nombre (antaño plaza del Mercado), justo enfrente distinguimos
las restos recientemente restauradas de la torre almohade del siglo
XIII.
Seguimos la calle hasta el cruce con el
de la Constitución donde encontramos el antiguo convento de Monjas
Teresianas, ahora fundación Elena Santonja. Tiene un interesante
claustro de piedra de silleria en su interior. La gente llama en esta
calle “calle de las Monjas”. Aquí nos deja el PR-CV 52 que se va
hacia la sierra de la Replana. Sin perder la calle de la Acequia,
llegamos al final del pueblo y encontramos el colegio público Divina
Aurora, en este punto, avenida de Finlandia, vemos un camino que
viene por la derecha desde el río al final del que distinguimos un
gran masía, es la Casa Crespo, donde en el pasado existió un
molino.
Pasamos el colegio y llegamos a la
última calle del pueblo, la avenida de Banyeres de Mariola, aquí
empieza el camino de los Molinos. A la nuestra derecha vemos ya la
acequia del riego que nos acompañará, más cerca o más lejos hasta
el término de Banyeres de Mariola.
En la lejanía divisamos la chimenea de
la Fábrica de Conca y el pinar que rodea la vieja estación del
Txitxarra. Un poco más adelante cruzamos el camino de la Bodegueta
que parte a nuestra derecha, mientras que por nuestra izquierda viene
un camino poco transitado que en realidad es la Rambleta y que en
época de lluvias baja de la Replana de Beneixama cargada de agua.
La acequia discurre al nuestro lado
siempre escoltada por espesas matas de cola de caballo. En seguida
llegamos al Molí del Alto, unos metros antes un camino alquitranado
se dirige al norte en dirección al Torrelló. Este molino es el
primero con que nos encontraremos, está situado a nuestra derecha y
un corredor de pinos blancos marca su acceso. El espacio lo ocupan
dos casas, la del molino propiamente dicha y las Casitas del Verde.
El perímetro sur de las edificaciones queda delimitado por la
acequia. Su propietario en 1910 era José Alto Albero, de ahí su
nombre actual.
Cruzamos la antigua vía del tren
Txitxarra, que ahora es un intento de vía verde y que está siendo
recuperado en varios puntos, uno de ellos a Beneixama, cuando
desapareció un trozo del trazado original por culpa de las rotondas
del acceso este al pueblo y por la carretera que va al Salze.
El edificio de la estación es hoy un
albergue municipal. Frente a él, y al otro lado de la vía, hay un
pequeño almacén anexo en la estación y a su lado una gran
construcción con su característica chimenea datado en 1913. Se
trata de el antigua Fabrica de Conca, que producía aceite de brisa.
Hoy se ha rehabilitado para su uso como restaurante. Al otro lado de
nuestro camino vemos una casa de madera, al lado de un viejo molino
de viento y una torre, también de madera. Se trata de un edificio
anexo al restaurante de la Fábrica de Conca.
Fabrica de Conca |
Seguimos nuestro paseo junto a la valla de la fábrica que discurre a nuestra izquierda. Descubrimos al lado de la acequia unos grandes chopos que en su día escoltaron todo el recorrido del agua entre el Salze y Beneixama. A su lado sale un camino que se dirige al río pasando antes por un gran masía que vemos al sur, son las Casas de Santa María y el camino homónimo.
Un poco más adelante, a nuestra
derecha, vemos la Fuente del Minat de Candela en la que hay adosado
un pequeño lavador que fue rehabilitado por el ayuntamiento hace
unos pocos años. El agua brota gracias a un minado de algunos
kilómetros de longitud. A pesar del cartel que dice “agua no
potable”, no debemos pasar de largo sin echar un trago.
Aparece el segundo molino situado a la
derecha, como la mayoría, ya que la acequia va por el lado sur del
camino. El Molino Cordones también fue conocido como Molino Maestre,
Candela y Cardona. Fue el último en cesar su actividad alla por los
años 70. La familia propietaria aún tiene un horno de pan en
Beneixama. Mantiene su maquinaria casi intacta. Frente a él vemos un
grupo de casas conocidas como Casas de Maestre.
Seguimos por el camino acompañando por
la acequia, dos grandes chopos nos despiden y pronto, a nuestra
derecha, entre el Cabeçó Gordo y la Peña de la Blasca como fondo,
vemos un gran masía, es la Casa del Río, hoy reconvertida en un
magnífico alojamiento rural. Sobrepasamos el cruce que da acceso a
la edificación hacia el sur, y a la Masía de la Torre hacia el
norte, y ya podemos distinguir al frente la masa de arbolado donde se
ubica la pedanía del Salze pero antes vemos un pinada a la que
llegaremos en primer lugar.
Y enseguida llegaremos al Molí de
Lluna. Muchos de los molinos, además de industria, también fueron
vivienda de los propietarios y de los cortijeros, como es el caso de
este edificio. Encima de la puerta que da en el camino leemos “Molí
de Lluna 1879”, aunque en 1848 ya funcionaba. Otros nombres de este
molino fueron Cascant, Mataix o de San José. Una vez sobrepasado el
edificio, la acequia se aleja del camino y la vemos discurrir al lado
de un viejo chopo dirigiéndose hacia el siguiente molino. A pocas
docenas de metros nos encontramos con el Molí Campanas. Las naves
que vemos un poco antes del repliegue del camino no eran el molino,
la primera de ellas era una fábrica de licores (Bodegas Berenguer),
mientras que la segunda albergaba las casas de los propietarios. En
la nave oeste aún podemos leer en la fachada 'Coñac Conquistador'.
El molino está al fondo de la calle
que forman las dos naves. Fuera aún están las antiguas piedras o
muelas del molino. Este era el único molino que tenía una rueda
hidráulica vertical. Este molino también fue conocido como molino
Sarrió o de Berenguer. Después de dos curvas muy cerradas, pasamos
ante la casa del Parador a la izquierda, y de la Masía de Peña
Blanca a la derecha; desde aquí ya distinguimos la espadaña de la
ermita de San Vicente. En seguida entramos al Salze, tranquila
pedanía de Beneixama que es atravesada por este camino. En el mismo
cruce tenemos una carretera que sale a la izquierda que va a
Beneixama, al frente parte el sendero SL-CV 117, 'El camino de
Bocairent' y a la derecha el Salze, nuestra ruta. Cruzamos por
delante de la ermita, de la que es patrón el que celebra su fiesta
el primer lunes después de Pascua, y seguimos por la calle de Bajo a
la sombra de los plátaneros y los arces. En un minuto estamos al
otro lado de la pedanía llegando donde el camino deja el asfalto y
podemos ver una vieja señal de IRIDA que reza 'Camino de los
Molinos'.
Aquí encontramos un cruce, a la
izquierda es la calle de las Escuelas, y a la derecha (sur) el camino
nos acerca al Molí d'Agres o de Conca, situado junto a la acequia.
Si nos acercamos aún podemos ver las muelas en la puerta. Este
molino funcionó hasta después de la Guerra Civil. Frente a él
encontramos el lavadero público del Salze que fue restaurado hace
pocos años, un buen lugar para refrescarse ya que el agua brota de
una fuente próxima al río Vinalopó. En nuestro caso continuamos
nuestro itinerario, por el camino que llevamos.
Después de pasear una rato por el
camino de tierra llegamos a las Cases de San Juan. Aquí se encuentra
el pozo de San Juan que proporciona agua potable a Beneixama.
Seguimos caminando y un poco más adelante, al lado de un cercado de
un ganado de ovejas, nos cruzamos con el camino de Xàtiva, que en
este sector ha perdido unos metros de su trazado original devorado
por la inmensa balsa de riego que tenemos delante. Donde se ubica la
balsa de riego se encontraron en 2003 restos de un asentamiento
ibero-romano en muy mal estado. Este cruce de caminos, junto al de la
Venta donde el de Xàtiva se cruza con el de Bocairent, es el más
importante de la valle.
Nosotros seguiremos nuestro camino que
gira primero a la derecha junto al cercado de ganado y luego a la
izquierda en busca del paso entre las dos grandes balsas de riego. Si
miramos hacia el sur, junto al terraplén de contención de la balsa,
veremos la tejado que señala nuestro próximo molino. Una vez
llegados cerca de la balsa, un camino poco marcado baja al sur hacia
el Molinet, un bonito edificio asediado por el embalse de riego y que
en poco tiempo quedará convertido en ruina a causa de las grietas
que observamos en sus fachadas y al saqueo a que ha sido sometido.
Esta industria cesó su actividad como molino después de la guerra,
y junto al de Cordones y el de Agres fue uno de los últimos a
funcionar. En otras épocas se conoció también como Molino del
Carmen, por una imagen de la Madre de Dios del Carmen que había
hecha con manises, Molino de las Monjas por ser propiedad de estas
durante una época, Molino de la Beneficencia o Molino de Costa
nombre de uno de los propietarios.
Desde aquí, continuamos sin acercarnos
al Molinet, por el camino que llevamos desde donde veremos una casita
bajo una carrasca que hace de partidor del agua entre las balsas y la
acequia. Una vez sobrepasada la balsa nueva del riego miramos al sur
y vemos la casa del partidor con su característico tejado curvo y la
carrasca. Hay un camino que baja hasta la balsa donde podemos
observar el acceso a la habitación de las esclusas hecha con piedra
de silleria en el dintel de la que reza 'año 1865', a la casita
llegan dos acequias, una por el norte y otra por el sur. Esta era un
rebosadero y junto a ella podemos ver los restos de la llamada
Fabriqueta de Soler, una antigua destilería de aguardientes.
Continuamos sin abandonar el camino y
al final del gran embalse situado a nuestra izquierda, encontramos
otro cruce. Se trata del camino que viene de ' la Venta ', situada
dentro de un pinar al norte de nuestra posición. En ese lugar, como
ya hemos dicho, se cruzaban el camino de Xàtiva y el de Bocairent,
pero también partía este que se dirige hacia Alcoi. Si le seguimos
un poco al sur, llegaremos a una vieja edificación en ruinas que en
el pasado tenía algún uso relacionado con la acequia.
La ruta sigue entre sembrados y vides
hasta llegar a una bifurcación de caminos bajo de una torre de alta
tensión. El de la derecha baja al río y se dirige a El Extremera y
nuestro camino prosigue de frente.
Delante de nosotros vemos una vieja
edificación que ha sido lucida con cemento gris y ha perdido su
tejado, se trata del Molí Caguetas o Soler, el último que nos
encontraremos en el término municipal de Beneixama. Fue a mediados
de los 90 cuando el techo se hundió definitivamente arruinando la
edificación. Es más que posible que este molino fuera el único
papelero que ha habido en Beneixama, pero estuvo activo pocos años
con esta actividad antes de volver a ser harinero. También, y como
peculiaridad, en una época tuvo su propio azud, llamado la Azud de
Soler situado más arriba del azud del Sindicato de Riegos, por tanto
en el término municipal de Banyeres de Mariola, por lo que también
disponía de su propia acequia que después de pasar por el molino,
vertía aguas en la mayor. Ahora el camino sube un poco por el lado
de unos pinos y nos va acercando al Azud. Después de la subida, el
camino se hace ancho a causa de unos desmontes a nuestra izquierda.
Vemos una espesa chopera. Cerrándola
por el este esta el dique de l'Assut que desvía el agua hacia la
acequia del riego que alimentará los molinos y la huerta de
Beneixama. Parece que la construcción no solo detenga el agua, sino
el bosque que crece hasta su mismo borde. La presa está asediada por
chopos, cañas, enea, zarzales y juncos. En este punto el camino
hace una breve y empinada subida, y nos cruzamos con el camino
asfaltado que viene de la vereda de Banyeres de Mariola. El resto del
itinerario lo haremos por el término municipal de esta población.
Seguimos por nuestra derecha
descendiendo poco a poco de nuevo al río. Debemos poner atención
ahora, ya que este camino es muy frecuentado por vehículos que van y
vienen de los molinos de Sanç y Roig. Desde aquí ya vemos la alta
chimenea de nuestro próximo molino, el primero del término
municipal de Banyeres de Mariola. Nos situamos de nuevo junto en el
río velado por una espesa capa de chopos y vemos delante de nosotros
el Molí de Sanç que aún hoy funciona como fábrica de papel para
cartón ondulado.
Al final de la explanada que hay ante
el edificio se juntan el río Vinalopó, que circula por el sur al
pie de el empinado margen, y la Marjal, que viene de frente pegado a
la cerca metálica. Este molino coge el nombre del constructor,
Vicente Sanz Martínez, hacendado de Beneixama. La chimenea, sinónimo
de industria y símbolo de la revolución industrial, es octogonal y
tiene una altura respetable, y se que los molinos de Bañeres se
convirtieron en fábricas hacia final del siglo XIX y principios del
XX. Antes decían que las chimeneas de las fábricas y molinos eran
los campanarios de la industrialización. Detrás de la chimenea
vemos la nave de producción antigua, la planta alta con su ordenada
hilera de ventanas de madera conserva el aspecto original, mientras
que la planta de bajo ha sido remodelada con una neutra carpintería
de aluminio.
El camino asfaltado empieza a subir y
el río Marjal se despide por la izquierda entre la profusa
vegetación. Una vez arriba, cuando la pinar desaparece, podemos ver
ya próxima población de Banyeres de Mariola.
De nuevo el río se aleja hacia el sur.
Lo podemos seguir porque distinguimos la espesa chopera marcando su
lecho. Un centenar de metros delante nosotros hay una casa de campo
de nueva construcción con la cerca y las fachadas de mampostería.
Hay un camino de tierra que sale a la derecha y se dirige al sur
hacia los restos del Molí Forcall que fue demolido en los años 90.
Si nos fijamos, veremos un árbol seco en medio del sembrado, aquí
está la vieja balsa que abastecía al molino, más abajo hay una más
grande con su portezuela que dirigía la corriente hacia los batanes.
En nuestro caso continuamos por el camino dejando esta vista para
otra ocasión.
Fue un molino harinero primero y batán
después. También albergó la primera turbina para hacer
electricidad para Banyeres de Mariola que trabajó entre 1903 o 1912.
Se llamó Forcall por estar en la bifurcación entre los ríos
Vinalopó y Marjal.
Seguimos por el camino asfaltado viendo
como se acercan las naves de la fábrica del Molí Roig y otra gran
chimenea ligeramente inclinada. Una vez situados cerca de las naves y
junto en una torre de media tensión con un transformador aéreo, a
la derecha sale un camino de tierra que rodea las naves por el sur.
Aunque el camino parece secundario es el más importante, pero cuando
se decidió alquitranar, se optó por el que va hacia Banyeres de
forma más directa. Aquí debemos seguir por el camino de la derecha
y de nuevo nos acercamos al río y hacia la gran chimenea del Molí
Tap.
Molí Tap |
La octogonal chimenea es muy alta y
presenta una inclinación preocupante. Las chimeneas con esta
geometría son las más numerosas en el País Valenciano. Esta
solución se muestra como un compromiso eficaz entre la sección
cuadrada y la circular, recogiendo las ventajas de ambas: permite el
uso de ladrillos rectangulares y también se pueden alcanzar grandes
alturas. El molino Tap o molino de San José está bajo la chimenea.
Se trata de una edificación llena de parches de ladrillo,
mampostería y caravista que alberga toda la maquinaria en su
interior. Se llamó así por el terreno sobre el que está excavado,
las margas miocènicas son conocidos en nuestra zona como “tap”.
El molino era un batan transformado a papelero. Las altas chimeneas,
junto al alcavón que es como se conoce por aquí a las galerías
bajo tierra, servían para dar tiro y evacuar sin peligro los humos y
gases fuera del molino.
Unos metros más adelante, a nuestra
derecha y protegido por una cerca metálica, vemos el viejo Molí
Roig o Molino del Catalán un poco oculto entre nuevos almacenes y un
gran generador de electricidad.
Le distinguiremos por su chimenea
circular, bastante más pequeña que la del Molí Tap. Como este, era
un antiguo batan reconvertido a papelero, fue el primero en fabricar
papel de fumar en el País Valenciano.
En seguida el camino de tierra muere en
uno asfaltado que parece que sube a las naves industriales. Nosotros
siempre vamos a la derecha, al sur, para salir del complejo y
reanudar la ruta por un camino asfaltado más estrecho y que circula
paralelo al río haciendo continuas y suaves curvas. A nuestra
derecha veremos la gran Chopera que oculta el río y si nos fijamos
un poco podremos ver el azud del Molí Roig y del Molí Tap.
Después de un tramo por la carretera,
pasamos junto en una casa con un cerca de "tuia". Está
situada a la derecha y pegada en el camino. Nada mas sobrepasarla,
debemos mirar hacia el río y en la margen opuesta veremos una
edificación cubierta de hiedra mimetizada con el entorno. Se trata
del Molí l'Espentá, llamado así porque una riada se lo llevó
parcialmente de una empujón. Su nombre real es Molino Sant Jordi, y
no tenía azud propio ya que se servía del que tenía el Molino
Puente por ser del mismo propietario. Era un molino papelero.
Acceder a él es un poco complicado,
podemos bajar al río por un camino que sale unos metros más
adelante, pero cruzarlo y acceder al edificio es tarea complicada por
la espesa vegetación que le rodea. Así pues nos conformamos con
observarlo desde la distancia y seguimos por el camino de los Molinos
que ya agoniza, siempre bordeando el río que suena alegre al nuestro
lado.
En pocos metros nos encontramos con la
carretera CV-804 que une las poblaciones de Banyeres de Mariola y
Biar. Delante de nosotros vemos una espesa chopera que oculta el río
Vinalopó y un poco a nuestra derecha un puente que lo cruza y que
aquí hace un giro al norte. Si nos fijamos veremos el Molí Pont
encastado en el fondo del barranco. Un papelero que se edificó sobre
un harinero. Su nombre viene del puente que era necesario para cruzar
el río y que fue varias veces arrasado por las riadas.
No tiene azud propio, y se abastecía
del agua que salía del Molino Sol y que era conducida por medio de
una acequia y un acueducto que cruzaba el río.
Ahora debemos remontar la carretera por
nuestra izquierda unos metros hasta llegar a la primer curva, justo
donde termina la valla de protección de la carretera, a la derecha,
encontraremos un camino que enseguida se bifurca y desciende por
nuestra derecha hacia el río que cruzaremos por el pequeño puente
que da nombre a este molino,el Molí Pont está previsto que sea la
futura sede del Museu Valencià del Paper. Regresamos al inicio de
este camino, junto a la carretera y ahora seguimos recto por el
camino que en un centenar de metros nos conducirá al Molino Sol, que
fue en su día una imponente edificación de bonita fachada, y en
donde se elaboró un papel de fumar que fue famoso en España y
América. Como en el Molí Pont, este papelero se edificó sobre un
harinero.
Molí Sol |
Y así llegamos al punto mas alejado del inicio de nuestra ruta, al que regresaremos desandando el camino realizado en la ida por el camino de los Molinos, pudiendo disfrutar ahora de un nuevo punto de vista sobre este recorrido.
Gracias por la ayuda en la descripción
de la ruta a www.beneixama.es
Hasta pronto.
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