Monasterio de S. M. de la Valldigna |
Fecha: 13/12/15
Tipo de ruta: LinealLugar de inicio: Convent del Corpus Christi en Llutxent, La Vall d'Albaida, Valencia
Lugar de finalización: Monasterio de Santa María de la Valldigna, Simat de la Valdigna, Valencia.
Hora de inicio: 7 h 50 min
Duración: 7 h 10 min
Distancia: 20.16 Km
Dificultad: Media
Altura mínima: 39 m
Altura máxima: 573 m
Indice IBP: 74
Calificación (1-10): 8
Recorrido: Convent del Corpus Christi, Lutxent – Castell del Xio – Pla dels Arenals – Pinet – Serra del Buixcarró – Barx – Camí Vell de Barx a Simat – Simat de la Valldigna – Monasterio de Santa María de la Valldigna, Simat de la Valdigna.
Como llegar:
Saldremos de Algemesí por la CV-515 con dirección a Albalat de la Ribera para después dirigirnos a la población de Sueca, en donde tomaremos la A-38 con dirección a Gandía, nos dirigiremos hacia la población de Favareta, desde la cual y siempre por la A-38, llegaremos a la población de Xeraco.
Continuaremos por la N-332, hasta encontrar a nuestra izquierda el desvío que nos llevará por la CV-60, pasaremos las poblaciones de Rótova, Alfahuir, Almiserá, y Lloc Nou de Sant Jeroni, para llegar a la población de Terrateig, en donde nos desviaremos a nuestra derecha por la CV-610, que nos conducirá primero a Benicolet y poco después a la población de Llutxent.
Comentario:
Esta es la tercera de las cinco rutas que componen este recorrido y que vamos a realizar bajo la organización del Ayuntamiento de Alzira y con la colaboración de las distintas localidades por las que discurre. En esta tercera etapa nos hemos dado cita Fernando, Salva, Fina, Paco, David, y yo. Nos desplazamos hasta la vecina población de Alzira desde donde la organización nos traslada en autobús a la entrada del Convent del Corpus Christi, en Llutxent, desde donde daremos comienzo a esta ruta.
Descripción de la ruta:
La ruta dels Monestirs recorre los monasterios de Sant Jeroni de Cotalba (Alfauir), Corpus Christi (Lluxent), Santa María de la Valldigna (Simat), Aigües Vives (Carcaixent) y la Murta (Alzira), todos ellos ubicados en la provincia de Valencia. Se trata de una ruta a pie lineal homologada como Sendero de Gran Recorrido (GR), y que discurre por vías pecuarias, caminos reales, sendas de montaña, caminos rurales, antiguas vías de ferrocarril y sendas históricas de origen medieval, como el Pas del Pobre. Por esta ruta se desplazaban, atravesando las montañas, los peregrinos con pocos recursos.
Esta es la tercera de las cinco etapas. Partimos desde el Convent del Corpus Christi y nos dirigiremos hacia el castillo para poder comprobar la importancia que tuvo esta baronía de los Próxita, familia siciliana vinculada a la corte real. El mas popular de ellos fue Gilabert de Próxita (siglo XV). La mayoría de lugares nos recordarán un particular hecho milagroso ocurrido en tiempo de la reconquista, el Milagro de los Corporales., la Ruta continua hacia Pinet, población muy acogedora y en donde podremos apreciar el antiguo arte de trabajar las hojas de las palmeras, para hacer enseres y herramientas de uso cotidiano. Atravesamos la Serra del Buixcarró y entramos en la Valldigna, un espectacular valle que reúne cuatro pueblos herederos de antiguas alquerías medievales. Atravesaremos la población de Barx y descenderemos hasta Simat de la Valldigna en donde encontraremos el siguiente monasterio, el de Santa María de la Valldigna.
Desde la parte posterior del Convento de Corpus Christi, nace la llamada Senda del Castell Vell, que nos lleva directamente al Castell del Xio o Castell Vell, para diferenciarlo del Palau o Castell Nou, situado en el núcleo urbano de Llutxent. El Castell del Xio, también conocido como “Castillo Viejo”, esta construcción se sitúa en el cima de un monte (347 m), junto en la carretera que comunica Llutxent con Pinet, a la partida de Jericó.
Se trata de una fortaleza del tipo de castillos de zona rural, también conocidos como albacar. Fue construido en el siglo XII, durante el período Almohade.
De planta triangular con doble recinto amurallado y ángulos reforzados con torreones defensivos, destaca la cisterna excavada, para almacenar agua, que encontramos a su interior.
Podemos decir, que esta fortificación islámica es una de las mejor conservadas de su cronología a las Comarcas Centrales.
Conquistado por los cristianos en 1244, sirvió en principio como refugio a los colonos cristianos instalados en la nuevo pueblo de Llutxent. Tanto el Castillo como el entorno natural conocido como "Monte Santo" están indisolublemente unidos a una de las leyendas y tradiciones más populares de estas tierras, el renombrado "Milagro de los Corporales".
El suceso en que se basa sucedió durante la Batalla de Llutxent, que tuvo lugar en junio de 1276 con la segunda revuelta de Al-azraq, y concretamente detrás de los violentos sucesos ocurridos después de la muerte de este líder rebelde. Los musulmanes sublevados, capitaneados por Aben-Bazel, después de saquear la villa se refugiaron en el castillo, donde acudieron a hacerles frente las fuerzas cristianas, probablemente sin el conocimiento de Jaime I, quien en esos momentos se encontraba enfermo de muerte en Xàtiva, aunque la leyenda quiere que fuera transportando en litera hasta el lugar de la batalla para alentar a sus tropas. En un principio, las fuerzas cristianas sufrieron una severa derrota en que murieron o fueron hechos prisioneros importantes caballeros. En el fragor de la batalla, cuando todo parecía perdido para las fuerzas cristianas, el sacerdote rector de San Cristóbal de Daroca encontró gotas de sangre en los corporales con que había enredado unas hostias consagradas después de celebrar misa, lo cual se consideró un hecho milagroso y infundió nuevas fuerzas a los cristianos, los que recuperaron el castillo, vencieron y expulsaron a los musulmanes que se refugiaron en la fortaleza de Montesa, último de sus baluartes hasta su derrota definitiva. Los corporales fueron, siempre según la tradición, transportados prodigiosamente hasta Daroca (Zaragoza), donde aún se veneran en su iglesia.
La fortaleza tenía una estructura compleja, ocupando alrededor de 5.000 m2 de superficie, lo cual unido a las gran tamaño de su aljibe demuestra que podía albergar a una importante guarnición y a numerosos civiles que en él buscaron refugio. Su recinto amurallado es doble, de forma irregular y alargada, construido a base de tapia y mampostería, con potentes torres rectangulares en los esquinas. Cada uno de los recintos presenta una entrada única, habiéndose conservado el superior en mejor estado.
De camino |
El castillo se mantuvo en uso más o menos permanente hasta el s. XVII, cuando fue definitivamente abandonado, aunque después de la construcción en el s. XIV del Palacio o Castillo Nuevo en el casco urbano de la nueva Llutxent ya había perdido su importancia defensiva. Actualmente es propiedad municipal, y aunque se encuentra en escombros sus imponentes restos, fácilmente visitables, aún evocan sus pasadas glorias.
Desde el Castell del Xio descenderemos hasta alcanzar el Barranc del Castell, seguidamente pasaremos por unos bancales de almendros y posteriormente de naranjos. La ruta nos conducirá al Corral dels Bancalets, muestra de arquitectura rural. Desde este punto comienza la ascensión, en zig-zag, por la Senda del Pla dels Arenals, recuperada para la Ruta dels Monestirs. En la parte alta del Pla dels Arenals disfrutaremos de hermosas vistas de la comarca de la Vall d'Albaida y del Benicadell. Nuestra senda discurre ahora mas llana, hasta alcanzar el Pinar de l'Avenc, situado a los pies del Collado de l'Aire, donde desembocaremos en una pista forestal, que irá estrechándose hasta convertirse en la senda que llega a Pinet.
Este pueblo de la comarca de la Vall d'Albaida, está rodeado de numerosas montañas entre las que destacan la Penya Migdia, l'Alt de Carpi, la Lloma Plana y l'Alt del Castellet. La Foia de Pinet es una hondonada topográfica separada de los valles que la rodean y atravesada por el río de su mismo nombre. Desde la senda podremos divisar ya a nuestro pies, la población de Pinet.
PINET:
Llegaremos a Pinet, que históricamente ha pertenecido a la baronía de Llutxent, ejerciendo el señorío, la familia Maza y luego las casas de Mandas y Dos Aguas. En 1530, el papa Clemente VII creó la vicaria de Pinet, que estuvo regentada por los dominicos de Llutxent hasta 1835. A la entrada de Pinet a nuestra derecha encontraremos una fuente con una pequeña área recreativa con mesas y bancos, en donde nos detenemos para almorzar.
Desde el Castell del Xio descenderemos hasta alcanzar el Barranc del Castell, seguidamente pasaremos por unos bancales de almendros y posteriormente de naranjos. La ruta nos conducirá al Corral dels Bancalets, muestra de arquitectura rural. Desde este punto comienza la ascensión, en zig-zag, por la Senda del Pla dels Arenals, recuperada para la Ruta dels Monestirs. En la parte alta del Pla dels Arenals disfrutaremos de hermosas vistas de la comarca de la Vall d'Albaida y del Benicadell. Nuestra senda discurre ahora mas llana, hasta alcanzar el Pinar de l'Avenc, situado a los pies del Collado de l'Aire, donde desembocaremos en una pista forestal, que irá estrechándose hasta convertirse en la senda que llega a Pinet.
Este pueblo de la comarca de la Vall d'Albaida, está rodeado de numerosas montañas entre las que destacan la Penya Migdia, l'Alt de Carpi, la Lloma Plana y l'Alt del Castellet. La Foia de Pinet es una hondonada topográfica separada de los valles que la rodean y atravesada por el río de su mismo nombre. Desde la senda podremos divisar ya a nuestro pies, la población de Pinet.
PINET:
Llegaremos a Pinet, que históricamente ha pertenecido a la baronía de Llutxent, ejerciendo el señorío, la familia Maza y luego las casas de Mandas y Dos Aguas. En 1530, el papa Clemente VII creó la vicaria de Pinet, que estuvo regentada por los dominicos de Llutxent hasta 1835. A la entrada de Pinet a nuestra derecha encontraremos una fuente con una pequeña área recreativa con mesas y bancos, en donde nos detenemos para almorzar.
Almorzando |
Desde Pinet continuaremos nuestra ruta, justo a la entrada de la población por nuestra izquierda ascendiendo por la senda antigua de Pinet a Barx, tras la dura subida alcanzaremos el Pla de Garbuller, situado en la parte superior de la Serra del Buixcarró.
Nuestro itinerario continua ahora mas llano por pista forestal y senda. La roca caliza de estas montañas ha sido modelada por la erosión cárstica formando un paisaje de dolinas y cavidades. A nuestra derecha, a lo lejos la cumbre del Monduver, con sus 841 metros corona el macizo. Mas adelante la pista forestal desciende hacia la Valldigna. Muy cerca de la población de Barx, cruzaremos el Camí de l'Assagador, donde se nos unirá por nuestra derecha, el ramal del GR- 236, que proviene de San Jeroni de Cotalba por Marxuquera y la Drova.
Siguiendo nuestra ruta nos encontraremos a nuestra derecha antes de alcanzar la población de Barx, la Font de la tía Benita, en una cerrada curva. Ahora continuamos por la derecha hasta llegar junto a una nave o almacen, frente a la que veremos una senda que conduce en un centenar de metros a la antigua Nevera. Pozo excavado que almacenaba la nieve caída en invierno, para utilizarla en verano. De planta circular data de la segunda mitad del siglo XVIII, con una profundidad de unos 9 metros, un diámetro de 13,5 metros y una capacidad bruta de unos 1300 metros cúbicos. Desde la la nevera entramos en la población de Barx y nos dirigimos hacia el centro de la población en donde nos detenemos para comer, en el carrer Major, en el bar Bon Moset, en donde nos tiene preparado un buen menú, para recuperar fuerzas.
BARX:
Los primeros pobladores se remontan al paleolítico, en la época del Magdaleniense, según los hallazgos encontrados de la Cueva del Parpalló (Gandía) y de las Malladetes (Barx), que constituyen dos de los yacimientos prehistóricos más importantes de la región mediterránea peninsular. Los materiales arqueológicos en ellas obtenidos testimonian que hace 29.000 años y, de manera ininterrumpida, hasta hace 11.000, el hombre ocupó esta zona, desarrollando un modo de vida cazador y recolector. Su cultura material se caracterizó por la elaboración de utensilios de piedra y hueso, y uno de los aspectos más singulares de Parpalló es el haber proporcionado una rica colección de plaquetas calizas grabadas y pintadas, con representaciones de animales y otros temas. Su existencia nos informa de la alta capacidad artística y simbólica de aquellas poblaciones del pasado.
Durante la Edad Media Barx estuvo habitado por musulmanes, hasta que Jaume II lo entregó al Real Monasterio de Santa María de Valldigna y prácticamente se despobló. Los intentos de los monjes durante más de un siglo por asentar una población cristiana estable no fructificaron y Barx se convirtió en una granja y en un lugar de tránsito de ganado. Puesto que el asentamiento estable de labradores en Barx no acababa de producirse, el Monasterio tomó una determinación en el año 1.651: la construcción de casas para quien decidiera instalarse en Barx, en la actual plaza de la “Constitució”, además de la reconstrucción de un oratorio, dos almazaras, un granero, una bodega y un horno, y la torre que da nombre al pueblo.
La relación entre Barx y el Monasterio no siempre fue fácil durante los más de 500 años en los que estuvo vinculado; el conflicto más importante estalló en 1778, cuando los barxeros presentaron un pleito contra la abusiva autoridad del abad; sin embargo, tuvieron que esperar hasta la exclaustración de 1835 para sentirse libres de obligación hacia sus antiguos señores. En 1835 Barx se convirtió en municipio independiente.
La documentación histórica referente a permutas, la construcción de la Font del Racó el 22 de Noviembre de 1799 y la construcción del Calvario por la misma época, son símbolo de la “independencia” de Barx del Monasterio. No ocurrió así con La Drova, que fue explotada por los monjes hasta la desamortización de las tierras de la Iglesia realizada por Mendizábal, expropiada y comprada por particulares.
Desde entonces, Barx ha estado habitado y La Drova ha sido un lugar de veraneo. Actualmente mucha gente vive en las urbanizaciones de La Drova y La Puigmola durante todo el año.
En el término municipal de Barx existen hermosos parajes naturales, como la “Cañada Real de Castilla” o camino Assagador (utilizado en la antigüedad para el tránsito de ganados y por el que encontramos varias fuentes), y maravillosas vistas como el mirador de la Vistea o el pico del Monovero (841m), desde donde se divisan hermosos valles, como la Valdivia o la costa desde Valencia hasta Dénia.
La disolución de las calizas ha dado como resultado la formación de simas naturales, como el forat de l’aire, la sima d’ Aldaia o l’Avenc de la Donzella. La cueva de les Malladetes y la del Parpalló (Gandía) son importantes por los restos arqueológicos que se han encontrado en ellas.
Barx está incluido en la Red natura 2000 de protección de aves.
Abandonaremos la población de Barx por la Avinguda de la Donzella, después continuaremos por el Camí de la Falaguera. Antes de llegar a la CV-675, a nuestra izquierda tomaremos el antiguo camino de Barx a Simat de la Valldigna, estamos en la Visteta, excelente mirador sobre la Valldigna. Descenderemos por el antiguo camino de carretas, una vía en zig-zag, construida con mampostería en seco, cómodamente el gran desnivel existente entre Barx y la Valldigna, mientra disfrutamos de agradables vista del Monestir de la Valldigna y las poblaciones cercanas, la segunda mitad del tramo transcurre siguiendo el cauce del Barranc de Barx, que tras unirse a caminos rurales y a la Cañada del Camí Vell de Pinet, nos llevará sin ninguna duda a la entrada de la población de Simat de la Valldigna.
SIMAT DE LA VALLDIGNA:
El nombre de Simat dela Valldigna significa “lugar elevado”. Rodeado por la Serra de Corbera al norte y la Serra del Monduver al sur el núcleo urbano esta situado a las faldas de la Mola del Toro, donde nace el río Vaca.
Desde hace miles de años los territorios de Simat de Valldigna están habitados, como lo demuestran las cuevas de Bolomor en Tabernes de Valldigna, de Medalletes y del Parpalló en Barx. Aunque posiblemente existieran poblamientos en la época romana, es durante la dominación musulmana cuando Simat adquiere relevancia.
La historia del municipio de Simat de la Valldigna está íntimamente relacionada con el del conjunto de la Valldigna, y con el hecho clave en la historia del Reino de Valencia que fue el Real Monasterio de Santa María de la Valldigna. La Valldigna, antes llamada la Vall d'Alfandech o Marinyen, fue habitada durante la Alta Edad Media, por musulmanes, y fue conquistada por los años 1242-43, por el rey Jaime I.
Inicialmente a la Valldigna convivían cristianos y musulmanes, que trabajaban las tierras cedidas en usufructo por el abad del monasterio, aunque en general las condiciones eran más duras para los mudéjares, para dejarlos continuar en su religión. Los mudéjares de la Valldigna se reunían para practicar su religión en la mezquita de la Xara, que era también un lugar de enseñanza, de formalización de contratos y a menudo, la sede de justicia de los Cadí. Esta convivencia finalizó el año 1609, con la expulsión de los mudéjares.
La mezquita de la Xara es una pequeña ermita en medio del campo, a la que no nos acercaremos en esta ocasión y que ahora está dedicada al culto de Santa Ana, y conocida como Ermita de Santa Ana. Se trata de la única edificación que se conserva del antiguo poblado de la Xara, abandonado en 1609 tras la expulsión de los moriscos, y representa una antigua mezquita de planta rectangular que en la parte que da al este tiene una puerta con un arco de herradura. Cuatro pilares dividen su interior en tres naves: A la izquierda de la puerta existe una escalera de caracol con una antigua función de minarete. La Quibla es el elemento más importante puesto que señala la dirección de la Meca y por lo tanto el lugar donde los musulmanes deben dirigir sus oraciones. En la actualidad se puede ver también el mihrab y dos puertas laterales en el muro de la Quibla. En el suroeste y al exterior de la mezquita, existe el antiguo pozo de las abluciones.
La vida en la Valldigna continúa con la evolución de la sociedad feudal valenciana, bajo el dominio del señor del monasterio, hasta que a mediados el siglo XIX, el año 1835, se produjo la desamortización del monasterio, con la cual finalizó el señorío del abad sobre las tierras del valle, y empezó el expolio y la ruina del monasterio el cual permaneció en manos de particulares hasta el año 1991, cuando lo adquirió la Generalidad Valenciana.
MONASTERIO DE SANTA MARÍA DE LA VALLDIGNA
Monasterio fundado por el rey de Aragón, Jaume II, el Just (Jaime II el Justo) (1291-1327). Según la tradición, este rey, después de guerrear contra los musulmanes por tierras de Alicante y Murcia, al pasar por este valle, llamado Alfàndec (el barranco), e impresionado por su fertilidad y belleza, dijo dirigiéndose a su capellán Fray Boronat de Vila-Seca abad del monasterio cisterciense de Santes Creus: "Vall digna per a un monestir de la vostra religió". Y el abad contestó: "Vall digna".Traducción literal: Valle digno para un monasterio de vuestra religión.
A pesar de lo dicho, la fundación del monasterio no obedeció a un capricho real, la construcción de monasterios era una necesidad y una obligación que tenían los reyes para, por una parte repoblar con cristianos zonas que hasta entonces estaban habitados por mudéjares y por otra parte como una forma de control del territorio, concediendo a los abades jurisdicción civil y criminal sobre los habitantes del lugar.
Jaume II promulgó el 15 de marzo de 1297 la orden concediendo las tierras del entonces llamado Valle de Alfàndec, al abad de Santes Creus (Tarragona) para la nueva fundación cisterciense que sería el Real Monasterio de Santa Maria de la Valldigna, nombre que desde entonces recibe este valle. Fue otorgado todo el valle, el castillo de "Marinyén", sus caseríos y alquerías, junto con los habitantes de la zona. Por tanto el abad, se convertía en señor del valle con poderes ilimitados tanto jurídicos, económicos y religiosos. El mismo rey concedió jurisdicción sobre el mar cinco millas adentro, cosa inusual para la época. Tal hecho se manifiesta en el escudo del monasterio con la inclusión de una torre edificada sobre las olas del mar, lo que indica posesión sobre las aguas.
Se dice que el monasterio se construyó sobre el lugar donde había existido una aldea llamada Benizael, a la cual solían acudir los musulmanes con sus mercancías para comprar y vender.
Este Real Monasterio, ejerció el señorío del lugar, reforzado tras la expulsión de los moriscos del Reino de Valencia en 1609, hasta 1811, en que por orden de las Cortes de Cádiz, fueron suprimidos todos los privilegios eclesiásticos. En 1835 la desamortización de Mendizabal puso punto y final a la vida del monasterio.
Trece monjes de Santes Creus llegaron para formar la nueva comunidad. Mientras se realizaban las obras en el nuevo monasterio, se alojaron en la lonja o almodí y en ella construyeron un oratorio como capilla.
Desde su inicio este monasterio fue un centro de poder e irradiación de cultura en el Reino de Valencia, y entre sus abades destaca Roderic de Borja, que se convertiría en Papa con el nombre de Alejandro VI (1492-1503).
El nuevo monasterio abarcaría un extenso territorio formado por las poblaciones que tenia el valle: Simat, Benifairó, Tavernes, La Xara, Alfulell, L'Ombria, Massalalí y Ràfol d'Almunia. En aquellos momentos todas ellas eran alquerías pobladas por moriscos.
El monasterio de la Valldigna estaría gobernado por abades perpetuos hasta 1460, que desempeñaban el cargo hasta su muerte o renuncia. De 1460 hasta 1530 son gobernados por abades comendatarios (abades in commendam), que eran poderosos e influyentes personajes que en ocasiones ni se acercaban a la Valldigna. Con posterioridad, fueron sustituidos por abades trienales, y a partir de 1617 por abades cuatrienales.
Sus abades formaban parte del estamento eclesiástico y como tales, tenían voz y voto en las Cortes Valencianas.
Se pueden observar tres etapas significativas en su construcción: la implantación gótica del siglo XIV, conformando la estructura completa del conjunto en torno al claustro, de acuerdo a los cánones del Cister; una renovación ocurrida en el año 1396 después de sufrir un terremoto; y una segunda renovación definitiva después de su destrucción por otro terremoto en el año 1644, con sustituciones completas y nuevas dependencias ya en época barroca (siglos XVII y XVIII), a la que pertenecen el actual templo y la capilla de la "Mare de deu de Gràcia" (Nuestra Señora de Gracia).
Poco a poco, se van ampliando las dependencias monacales siguiendo las directrices del Cister. Sin embargo fue durante el gobierno del abad Arnau de Saranyó (1357-1387) cuando se construyeron nuevas dependencias importantes, entre las cuales estaba la armeria (hoy desaparecida), los aposentos abaciales (popularmente llamado "Palau de l'Abat"), y la Puerta Nueva (Portal Nou) o Puerta Real, sobre la cual aún permanecen los escudos en piedra con las armas reales de Aragón y del Abad Saranyó.
Desde el 1519 al 1528 el monasterio es fortificado debido a las guerras de las Germanías, las continuas revueltas moriscas y el ataque de los piratas argelinos. Durante la guerra de las Germanías, en 1521, el monasterio fue saqueado con furia. Se construye una muralla alrededor del cenobio con un torreón en cada uno de sus ángulos.
Puerta Real o "Portal Nou" Siglo XIV. El acceso al recinto amurallado se realiza por la Puerta Real o "Portal Nou". Está elaborada con piedra trabajada en sillería de buena calidad en su portada y en las base de las torres, mientras que el resto es obra de mampostería. Sobre el arco apuntado están esculpidos tres escudos: el del centro la Corona de Aragón, y a ambos lados el escudo del abad Arnau de Saranyó durante cuyo gobierno se construyó dicha puerta. Sus armas una rama de endrino y un báculo.
Flanquean esta puerta dos torres salientes de planta cuadrangular, antiguamente con almenas y actualmente con una especie de festones ya que fueron restauradas por el abad Félix Garix (1720-1724), en el siglo XVIII. La torre de la derecha tiene una puerta de arco apuntado con un escudo en la parte superior actualmente borrado. Por encima de la puerta un largo vano aspillerado.
Traspasada la puerta nos encontramos en el atrio, con cubierta de bóveda de crucería, elemento original que se conserva perfectamente. Tanto las ménsulas que sujetan los nervios de la bóveda como su clave central no disponen de decoración.
Entrando y a la izquierda de las torres, encontramos una gran sala rectangular que fue la almazara (almàssera). Es de fábrica de mampostería y ladrillo. Su construcción data del siglo XVIII. En este lugar se alojaba el molino de aceite, el granero y las caballerizas. En la actualidad muy rehabilitada se utiliza como sala multiusos (exposiciones, congresos, sala de recepción etc.).
Capilla de la Virgen de Gracia "Capella de la Mare de Dèu de Gràcia". Fue construida en el 1720 (siglo XVIII) siendo abad Felix Garix y está situada a la derecha del Portal Nou. En el frontispicio de esta capilla podemos observar restos de pintura mural que simula unos cortinajes recogidos a ambos lados. Esta ornamentación es muy extraña, teniendo en cuenta el sentido de fortificación y vida dura que mantenía el resto del conjunto monacal. Sobre la puerta de la capilla (de mármol de Buixcarró, cantera situada en las cercanías) se encuentra el escudo de la Valldigna.
Se trata de una iglesia de planta de cruz griega con cúpula sobre pechinas y tambor. La fachada barroca es también de dos cuerpos, realizada en mármol, con el escudo de La Valldigna sobre el dintel, como ya hemos dicho. En el segundo cuerpo encontramos una hornacina con la figura de la Virgen y el Niño bajo una concha avenerada. Remata la fachada un espadaña de un solo vano. Esta capilla se erigió para el culto externo a dicha virgen, ya que según parece había una ermita del siglo XVI en ese lugar.
Fuente de los tritones. En el espacio existente entre la Puerta Real y las primeras estancias monacales encontramos una gran explanada hoy ajardinada. En ella destaca la fuente que hasta hace poco tiempo se encontraba en los Jardines de los Viveros de Valencia. Recibe el nombre de Fuente de los tritones y es obra de 1740. Ha sido desmontada y vuelta a traer a su lugar de origen. Está realizada en marmol rosa y gris, constituida por una taza de perfiles redondeados, plato con caños con forma de mascarones y un pináculo-surtidor decorado en su base con cabezas de peces. Sobre este remate figura la fecha de 1835 y la inscripción "Valldigna".
Nuestro itinerario continua ahora mas llano por pista forestal y senda. La roca caliza de estas montañas ha sido modelada por la erosión cárstica formando un paisaje de dolinas y cavidades. A nuestra derecha, a lo lejos la cumbre del Monduver, con sus 841 metros corona el macizo. Mas adelante la pista forestal desciende hacia la Valldigna. Muy cerca de la población de Barx, cruzaremos el Camí de l'Assagador, donde se nos unirá por nuestra derecha, el ramal del GR- 236, que proviene de San Jeroni de Cotalba por Marxuquera y la Drova.
Siguiendo nuestra ruta nos encontraremos a nuestra derecha antes de alcanzar la población de Barx, la Font de la tía Benita, en una cerrada curva. Ahora continuamos por la derecha hasta llegar junto a una nave o almacen, frente a la que veremos una senda que conduce en un centenar de metros a la antigua Nevera. Pozo excavado que almacenaba la nieve caída en invierno, para utilizarla en verano. De planta circular data de la segunda mitad del siglo XVIII, con una profundidad de unos 9 metros, un diámetro de 13,5 metros y una capacidad bruta de unos 1300 metros cúbicos. Desde la la nevera entramos en la población de Barx y nos dirigimos hacia el centro de la población en donde nos detenemos para comer, en el carrer Major, en el bar Bon Moset, en donde nos tiene preparado un buen menú, para recuperar fuerzas.
BARX:
Los primeros pobladores se remontan al paleolítico, en la época del Magdaleniense, según los hallazgos encontrados de la Cueva del Parpalló (Gandía) y de las Malladetes (Barx), que constituyen dos de los yacimientos prehistóricos más importantes de la región mediterránea peninsular. Los materiales arqueológicos en ellas obtenidos testimonian que hace 29.000 años y, de manera ininterrumpida, hasta hace 11.000, el hombre ocupó esta zona, desarrollando un modo de vida cazador y recolector. Su cultura material se caracterizó por la elaboración de utensilios de piedra y hueso, y uno de los aspectos más singulares de Parpalló es el haber proporcionado una rica colección de plaquetas calizas grabadas y pintadas, con representaciones de animales y otros temas. Su existencia nos informa de la alta capacidad artística y simbólica de aquellas poblaciones del pasado.
Durante la Edad Media Barx estuvo habitado por musulmanes, hasta que Jaume II lo entregó al Real Monasterio de Santa María de Valldigna y prácticamente se despobló. Los intentos de los monjes durante más de un siglo por asentar una población cristiana estable no fructificaron y Barx se convirtió en una granja y en un lugar de tránsito de ganado. Puesto que el asentamiento estable de labradores en Barx no acababa de producirse, el Monasterio tomó una determinación en el año 1.651: la construcción de casas para quien decidiera instalarse en Barx, en la actual plaza de la “Constitució”, además de la reconstrucción de un oratorio, dos almazaras, un granero, una bodega y un horno, y la torre que da nombre al pueblo.
La relación entre Barx y el Monasterio no siempre fue fácil durante los más de 500 años en los que estuvo vinculado; el conflicto más importante estalló en 1778, cuando los barxeros presentaron un pleito contra la abusiva autoridad del abad; sin embargo, tuvieron que esperar hasta la exclaustración de 1835 para sentirse libres de obligación hacia sus antiguos señores. En 1835 Barx se convirtió en municipio independiente.
La documentación histórica referente a permutas, la construcción de la Font del Racó el 22 de Noviembre de 1799 y la construcción del Calvario por la misma época, son símbolo de la “independencia” de Barx del Monasterio. No ocurrió así con La Drova, que fue explotada por los monjes hasta la desamortización de las tierras de la Iglesia realizada por Mendizábal, expropiada y comprada por particulares.
Desde entonces, Barx ha estado habitado y La Drova ha sido un lugar de veraneo. Actualmente mucha gente vive en las urbanizaciones de La Drova y La Puigmola durante todo el año.
En el término municipal de Barx existen hermosos parajes naturales, como la “Cañada Real de Castilla” o camino Assagador (utilizado en la antigüedad para el tránsito de ganados y por el que encontramos varias fuentes), y maravillosas vistas como el mirador de la Vistea o el pico del Monovero (841m), desde donde se divisan hermosos valles, como la Valdivia o la costa desde Valencia hasta Dénia.
La disolución de las calizas ha dado como resultado la formación de simas naturales, como el forat de l’aire, la sima d’ Aldaia o l’Avenc de la Donzella. La cueva de les Malladetes y la del Parpalló (Gandía) son importantes por los restos arqueológicos que se han encontrado en ellas.
Barx está incluido en la Red natura 2000 de protección de aves.
Abandonaremos la población de Barx por la Avinguda de la Donzella, después continuaremos por el Camí de la Falaguera. Antes de llegar a la CV-675, a nuestra izquierda tomaremos el antiguo camino de Barx a Simat de la Valldigna, estamos en la Visteta, excelente mirador sobre la Valldigna. Descenderemos por el antiguo camino de carretas, una vía en zig-zag, construida con mampostería en seco, cómodamente el gran desnivel existente entre Barx y la Valldigna, mientra disfrutamos de agradables vista del Monestir de la Valldigna y las poblaciones cercanas, la segunda mitad del tramo transcurre siguiendo el cauce del Barranc de Barx, que tras unirse a caminos rurales y a la Cañada del Camí Vell de Pinet, nos llevará sin ninguna duda a la entrada de la población de Simat de la Valldigna.
SIMAT DE LA VALLDIGNA:
El nombre de Simat dela Valldigna significa “lugar elevado”. Rodeado por la Serra de Corbera al norte y la Serra del Monduver al sur el núcleo urbano esta situado a las faldas de la Mola del Toro, donde nace el río Vaca.
Desde hace miles de años los territorios de Simat de Valldigna están habitados, como lo demuestran las cuevas de Bolomor en Tabernes de Valldigna, de Medalletes y del Parpalló en Barx. Aunque posiblemente existieran poblamientos en la época romana, es durante la dominación musulmana cuando Simat adquiere relevancia.
La historia del municipio de Simat de la Valldigna está íntimamente relacionada con el del conjunto de la Valldigna, y con el hecho clave en la historia del Reino de Valencia que fue el Real Monasterio de Santa María de la Valldigna. La Valldigna, antes llamada la Vall d'Alfandech o Marinyen, fue habitada durante la Alta Edad Media, por musulmanes, y fue conquistada por los años 1242-43, por el rey Jaime I.
Inicialmente a la Valldigna convivían cristianos y musulmanes, que trabajaban las tierras cedidas en usufructo por el abad del monasterio, aunque en general las condiciones eran más duras para los mudéjares, para dejarlos continuar en su religión. Los mudéjares de la Valldigna se reunían para practicar su religión en la mezquita de la Xara, que era también un lugar de enseñanza, de formalización de contratos y a menudo, la sede de justicia de los Cadí. Esta convivencia finalizó el año 1609, con la expulsión de los mudéjares.
La mezquita de la Xara es una pequeña ermita en medio del campo, a la que no nos acercaremos en esta ocasión y que ahora está dedicada al culto de Santa Ana, y conocida como Ermita de Santa Ana. Se trata de la única edificación que se conserva del antiguo poblado de la Xara, abandonado en 1609 tras la expulsión de los moriscos, y representa una antigua mezquita de planta rectangular que en la parte que da al este tiene una puerta con un arco de herradura. Cuatro pilares dividen su interior en tres naves: A la izquierda de la puerta existe una escalera de caracol con una antigua función de minarete. La Quibla es el elemento más importante puesto que señala la dirección de la Meca y por lo tanto el lugar donde los musulmanes deben dirigir sus oraciones. En la actualidad se puede ver también el mihrab y dos puertas laterales en el muro de la Quibla. En el suroeste y al exterior de la mezquita, existe el antiguo pozo de las abluciones.
La vida en la Valldigna continúa con la evolución de la sociedad feudal valenciana, bajo el dominio del señor del monasterio, hasta que a mediados el siglo XIX, el año 1835, se produjo la desamortización del monasterio, con la cual finalizó el señorío del abad sobre las tierras del valle, y empezó el expolio y la ruina del monasterio el cual permaneció en manos de particulares hasta el año 1991, cuando lo adquirió la Generalidad Valenciana.
MONASTERIO DE SANTA MARÍA DE LA VALLDIGNA
Monasterio fundado por el rey de Aragón, Jaume II, el Just (Jaime II el Justo) (1291-1327). Según la tradición, este rey, después de guerrear contra los musulmanes por tierras de Alicante y Murcia, al pasar por este valle, llamado Alfàndec (el barranco), e impresionado por su fertilidad y belleza, dijo dirigiéndose a su capellán Fray Boronat de Vila-Seca abad del monasterio cisterciense de Santes Creus: "Vall digna per a un monestir de la vostra religió". Y el abad contestó: "Vall digna".Traducción literal: Valle digno para un monasterio de vuestra religión.
A pesar de lo dicho, la fundación del monasterio no obedeció a un capricho real, la construcción de monasterios era una necesidad y una obligación que tenían los reyes para, por una parte repoblar con cristianos zonas que hasta entonces estaban habitados por mudéjares y por otra parte como una forma de control del territorio, concediendo a los abades jurisdicción civil y criminal sobre los habitantes del lugar.
Jaume II promulgó el 15 de marzo de 1297 la orden concediendo las tierras del entonces llamado Valle de Alfàndec, al abad de Santes Creus (Tarragona) para la nueva fundación cisterciense que sería el Real Monasterio de Santa Maria de la Valldigna, nombre que desde entonces recibe este valle. Fue otorgado todo el valle, el castillo de "Marinyén", sus caseríos y alquerías, junto con los habitantes de la zona. Por tanto el abad, se convertía en señor del valle con poderes ilimitados tanto jurídicos, económicos y religiosos. El mismo rey concedió jurisdicción sobre el mar cinco millas adentro, cosa inusual para la época. Tal hecho se manifiesta en el escudo del monasterio con la inclusión de una torre edificada sobre las olas del mar, lo que indica posesión sobre las aguas.
Se dice que el monasterio se construyó sobre el lugar donde había existido una aldea llamada Benizael, a la cual solían acudir los musulmanes con sus mercancías para comprar y vender.
Este Real Monasterio, ejerció el señorío del lugar, reforzado tras la expulsión de los moriscos del Reino de Valencia en 1609, hasta 1811, en que por orden de las Cortes de Cádiz, fueron suprimidos todos los privilegios eclesiásticos. En 1835 la desamortización de Mendizabal puso punto y final a la vida del monasterio.
Trece monjes de Santes Creus llegaron para formar la nueva comunidad. Mientras se realizaban las obras en el nuevo monasterio, se alojaron en la lonja o almodí y en ella construyeron un oratorio como capilla.
Desde su inicio este monasterio fue un centro de poder e irradiación de cultura en el Reino de Valencia, y entre sus abades destaca Roderic de Borja, que se convertiría en Papa con el nombre de Alejandro VI (1492-1503).
El nuevo monasterio abarcaría un extenso territorio formado por las poblaciones que tenia el valle: Simat, Benifairó, Tavernes, La Xara, Alfulell, L'Ombria, Massalalí y Ràfol d'Almunia. En aquellos momentos todas ellas eran alquerías pobladas por moriscos.
El monasterio de la Valldigna estaría gobernado por abades perpetuos hasta 1460, que desempeñaban el cargo hasta su muerte o renuncia. De 1460 hasta 1530 son gobernados por abades comendatarios (abades in commendam), que eran poderosos e influyentes personajes que en ocasiones ni se acercaban a la Valldigna. Con posterioridad, fueron sustituidos por abades trienales, y a partir de 1617 por abades cuatrienales.
Sus abades formaban parte del estamento eclesiástico y como tales, tenían voz y voto en las Cortes Valencianas.
Se pueden observar tres etapas significativas en su construcción: la implantación gótica del siglo XIV, conformando la estructura completa del conjunto en torno al claustro, de acuerdo a los cánones del Cister; una renovación ocurrida en el año 1396 después de sufrir un terremoto; y una segunda renovación definitiva después de su destrucción por otro terremoto en el año 1644, con sustituciones completas y nuevas dependencias ya en época barroca (siglos XVII y XVIII), a la que pertenecen el actual templo y la capilla de la "Mare de deu de Gràcia" (Nuestra Señora de Gracia).
Poco a poco, se van ampliando las dependencias monacales siguiendo las directrices del Cister. Sin embargo fue durante el gobierno del abad Arnau de Saranyó (1357-1387) cuando se construyeron nuevas dependencias importantes, entre las cuales estaba la armeria (hoy desaparecida), los aposentos abaciales (popularmente llamado "Palau de l'Abat"), y la Puerta Nueva (Portal Nou) o Puerta Real, sobre la cual aún permanecen los escudos en piedra con las armas reales de Aragón y del Abad Saranyó.
Desde el 1519 al 1528 el monasterio es fortificado debido a las guerras de las Germanías, las continuas revueltas moriscas y el ataque de los piratas argelinos. Durante la guerra de las Germanías, en 1521, el monasterio fue saqueado con furia. Se construye una muralla alrededor del cenobio con un torreón en cada uno de sus ángulos.
Puerta Real o "Portal Nou" Siglo XIV. El acceso al recinto amurallado se realiza por la Puerta Real o "Portal Nou". Está elaborada con piedra trabajada en sillería de buena calidad en su portada y en las base de las torres, mientras que el resto es obra de mampostería. Sobre el arco apuntado están esculpidos tres escudos: el del centro la Corona de Aragón, y a ambos lados el escudo del abad Arnau de Saranyó durante cuyo gobierno se construyó dicha puerta. Sus armas una rama de endrino y un báculo.
Flanquean esta puerta dos torres salientes de planta cuadrangular, antiguamente con almenas y actualmente con una especie de festones ya que fueron restauradas por el abad Félix Garix (1720-1724), en el siglo XVIII. La torre de la derecha tiene una puerta de arco apuntado con un escudo en la parte superior actualmente borrado. Por encima de la puerta un largo vano aspillerado.
Traspasada la puerta nos encontramos en el atrio, con cubierta de bóveda de crucería, elemento original que se conserva perfectamente. Tanto las ménsulas que sujetan los nervios de la bóveda como su clave central no disponen de decoración.
Entrando y a la izquierda de las torres, encontramos una gran sala rectangular que fue la almazara (almàssera). Es de fábrica de mampostería y ladrillo. Su construcción data del siglo XVIII. En este lugar se alojaba el molino de aceite, el granero y las caballerizas. En la actualidad muy rehabilitada se utiliza como sala multiusos (exposiciones, congresos, sala de recepción etc.).
Capilla de la Virgen de Gracia "Capella de la Mare de Dèu de Gràcia". Fue construida en el 1720 (siglo XVIII) siendo abad Felix Garix y está situada a la derecha del Portal Nou. En el frontispicio de esta capilla podemos observar restos de pintura mural que simula unos cortinajes recogidos a ambos lados. Esta ornamentación es muy extraña, teniendo en cuenta el sentido de fortificación y vida dura que mantenía el resto del conjunto monacal. Sobre la puerta de la capilla (de mármol de Buixcarró, cantera situada en las cercanías) se encuentra el escudo de la Valldigna.
Se trata de una iglesia de planta de cruz griega con cúpula sobre pechinas y tambor. La fachada barroca es también de dos cuerpos, realizada en mármol, con el escudo de La Valldigna sobre el dintel, como ya hemos dicho. En el segundo cuerpo encontramos una hornacina con la figura de la Virgen y el Niño bajo una concha avenerada. Remata la fachada un espadaña de un solo vano. Esta capilla se erigió para el culto externo a dicha virgen, ya que según parece había una ermita del siglo XVI en ese lugar.
Fuente de los tritones. En el espacio existente entre la Puerta Real y las primeras estancias monacales encontramos una gran explanada hoy ajardinada. En ella destaca la fuente que hasta hace poco tiempo se encontraba en los Jardines de los Viveros de Valencia. Recibe el nombre de Fuente de los tritones y es obra de 1740. Ha sido desmontada y vuelta a traer a su lugar de origen. Está realizada en marmol rosa y gris, constituida por una taza de perfiles redondeados, plato con caños con forma de mascarones y un pináculo-surtidor decorado en su base con cabezas de peces. Sobre este remate figura la fecha de 1835 y la inscripción "Valldigna".
Fuente de los Tritones |
La historia de esta fuente es bastante curiosa, con la desamortización de Mendizabal de 1835, la fuente fue adquirida en 1852 por el Ayuntamiento de Valencia y en 1854 se instaló en la Plaza de San Lorenzo frente al Palacio de Benicarló (actual sede de las Cortes Valencianas). En 1911 fue desmontada de este lugar y en 1930 se instaló en los Viveros, en el año 2005 ha sido vuelta a traer a su lugar de nacimiento en este monasterio, aunque la misma no ocupa su emplazamiento original.
Claustro, llamado del Silencio. Junto a la iglesia monacal se encontraba el claustro, del cual sólo se conservan escasos restos. Era un cuadrado bien proporcionado, sobrio y austero como corresponde al Cister y era sin duda una de las principales piezas del conjunto arquitectónico. Estaba cubierto con bóveda de crucería y arcos ojivales.
Para sintetizar el abandono y deterioro del monasterio, baste indicar que este espacio claustral en los años setenta del siglo XX, era un campo de perales. En la actualidad unos altos cipreses ocupan el lugar donde se alzaba patio central.
Realizado durante los siglos XIV y XV, era el elemento principal de los monasterios cistercienses. A él recaian las estancias más importantes como eran: la Iglesia, la Sala Capitular y el Refectorio.
Los arcos han desaparecido pero se conservan los arranques en los muros y los apoyos de los arcos (ménsulas). En el centro se situaba el patio, y enfrentado a la puerta del refectorio se encontraba el lavatorio con su templete, desaparecido todo el conjunto. En la parte norte se encuentra la iglesia, que originariamente tenía cuatro accesos quedando en la actualidad sólo uno abierto, el de los legos. Esta entrada está compuesta por un sencillo arco apuntado sin ningún tipo de decoración. En el lado sur se encuentra el refectorio; y al este la Sala Capitular. En los muros que rodean el claustro se han encontrado restos de un forjado, tejado y pavimento que hacen pensar en la existencia de un piso superior, seguramente de época posterior.
En la actualidad se ha procedido a la reconstrucción de unos pocos arcos ojivales, que nos dan idea de como debía ser parte de la estructura de este claustro.
Refectorio o comedor (Siglo XV). Tiene gruesas y robustas paredes. Fue construido durante el periodo del primer abad comendatario, Joan d'Aragó (1460-1475). Actuó como iglesia durante el periodo 1648-1697 mientras se construía la actual iglesia del monasterio. Tiene acceso desde el ala sur del claustro, a través de un vano formado por un arco de medio punto con un arco conopial sobremontado, en donde figura el escudo muy deteriorado del abad que lo mandó construir.
Se trata de un edificio de planta rectangular con fábrica de tapial y cerca de 13 metros de altura. De la cubierta abovedada de crucería, se conservan los arranques de los arcos, cinco a cada lado realizados en sillería. Las almenas que presentan los muros son de una intervención posterior del siglo XVI. En el muro sur se encuentra el púlpito del lector, desde el cual se leían pasajes de la biblia. En el muro este aparecieron durante la restauración dos ingresos o puertas que comunicaban con la cocina. Esta era una pequeña habitación con pozo y chimenea para cocinar los alimentos. En la parte baja de los muros del refectorio son visibles los mechinales donde se insertaban los bancos del comedor. La iluminación se realizaba a través de cuatro grandes ventanales apuntados abocinados abiertos en el muro sur, mientras que en el muro norte sólo encontramos un ventanal debido probablemente a que en ese lugar se encontraba el claustro y este entorpecía el paso de la luz al interior del refectorio.
En la actualidad el edificio ha sido restaurado casi en su totalidad. Se ha repuesto la bóveda que se había perdido, se ha colocado nuevo suelo y se han adecentado las paredes, creando un espacio muy adecuado como lugar expositivo pero algo alejado de su estado anterior que bien es cierto era de pura ruina. En la bóveda se han repuesto parte de los nervios en piedra que la sustentaban y se han colocado aquellas claves que se han podido recuperar. Se han mantenido intactos los arranques de los arcos originales y sobre ellos se ha volteado nueva cubierta reconstruida. Se ha levantado nuevo muro de cierre por su lado occidental.
Sala Capitular construida a finales del siglo XV o principios del XVI. Levantada por el abad Roderic de Borja (1479-1491) (futuro Papa Alejandro VI), su construcción se demoró hasta la época del abad Pere Lluís de Borja (1502-1504) que dio por finalizadas las obras.
La sala capitular es en el mundo monacal, una de las más importantes, ya que en ella se reunían los monjes presididos por al abad para leer los capítulos de la orden y para decidir cuestiones importantes que afectasen a la comunidad.
La estancia se construyó en parte sobre otra edificación, posiblemente una sala capitular anterior de menores dimensiones y de planta rectangular como muestran los restos embebidos en los muros norte y sur y un arranque en uno de los arcos. Esta antigua edificación debió tener relación con el anterior claustro monacal, del que quedan restos en el lienzo sur de la iglesia.
Su construcción se atribuye a Pere Compte, el mismo autor de la Lonja de Valencia. Es una de las piezas mejor conservadas del conjunto monacal, y se encuentra coronada con almenas. La fábrica es de sillería y mampostería.
Se trata de un edificio de planta cuadrada, situado al este del Claustro del Silencio, que tuvo una bóveda de crucería estrellada como cubierta (hoy reconstruida), de la que sólo quedan originales los arranques en los ángulos, conservándose en las ménsulas la representación de los cuatro evangelistas uno en cada ángulo, el toro por San Lucas, el hombre por San Mateo, el águila por San Juan y el león por San Marcos. La clave central de la bóveda representa a la Mare de Déu de la LLet (La Virgen de la Leche) y a Sant Bernat (San Bernardo), y las restantes ocho claves, simbología de Valldigna, la ciudad de Valencia, los abades constructores Roderic y Cesar Borja, y santos de la congregación cisterciense, Sant Bernat (San Bernardo) y Sant Benet (San Benito). Las claves de la bóveda originalmente estaban policromadas, hoy ya han perdido su color.
El acceso se realiza a través de una portada gótica flamígera flanqueada por dos ventanales que sirven para iluminar el interior. La decoración flamígera de la puerta y ventanas ha desaparecido a excepción de unos pocos restos de decoración de la portada.
Al interior destaca el lugar donde se situaba el sitial del abad en el muro este, que estuvo enmarcado por un arco flamígero rebajado, hoy desaparecido. Se trata de un hueco abierto en el muro con forma de capilla. La bóveda es de crucería y sus nervios apoyan en dos ménsulas bastante deterioradas que representan ángeles portando escudos. Junto al hueco se abren dos grandes ventanas abocinadas. El abad Pere Baldó (1499-1502) realizó el arco conopial de esta capilla.
Locutorio Siglo XVI. Entre la sala capitular y el refectorio hay un pasillo con dos arcos apuntados realizados en sillería, que conecta el claustro con la plaza que queda tras la sala capitular y el refectorio. Parece ser que era el locutorio destinado a la conversación de los monjes.
Se cubría por dos crujías con bóveda de crucería (hoy reconstruidas). En las ménsulas de apoyo de los arcos podemos ver distinta decoración con motivos de animales antropomórficos y otros heráldicos propios del abad Pere Baldó. La sala del locutorio disponía de una segunda planta que hoy no se conserva.
Obra Nova (Obra Nueva). Del siglo XVIII, es obra del abad LLuís Sanxis (1748-1752). Se trataba de un edificio de grandes proporciones que albergaba las distintas dependencias de los monjes legos (refectorio, cellería, dormitorios y lugares de trabajo). De este edificio del que sólo quedan restos, se sabe que tenía cuatro plantas, que era de considerable tamaño y que algunas de sus dependencias tenían zócalos de azulejería; el pavimento de todas las habitaciones era de barro cocido. Estas dependencias se sitúan junto al refectorio, por los lados sur y oeste. La torre de la iglesia situada en el ángulo sur-oeste quedó integrada en este conjunto por lo que en la actualidad la misma ha quedado bastante desdibujada y sólo se conserva parcialmente.
Palau de L'Abat (Palacio del Abad o Palacio Abacial). Destinado a dependencias del abad y para recibir a visitantes ilustres. Situado en el lado este del monasterio, se encuentra aislado al haberse perdido los vestigios de los edificios que lo comunicaban con el resto del monasterio, entre ellos la hospedería y parte del acueducto que llevaba el agua al monasterio desde la fuente de Cirer.
Mandado construir por el abad nacido en Alzira Arnau de Saranyó (1357-1387), su fábrica se dilataría durante diversas etapas constructivas que van desde el siglo XIV al XVIII.
Es destacable el claustro bajo realizado hacia el siglo XV mediante arcos escarzanos, sobre el que se elevaba el sobreclaustro de arcos apuntados y que fue llevado a Torrelodones (Madrid) como luego veremos. Este claustro bajo destaca por la sobriedad en el tratamiento de las ménsulas y de los arcos escarzanos. En el centro del claustro podemos observar un pozo de piedra. Originalmente el suelo se componía de losas de piedra pero posteriormente se sustituyeron por ladrillos de barro cocido como podemos ver en la actualidad.
La distribución de las habitaciones giraban alrededor del pequeño claustro, entre sus ruinas podemos adivinar que se trataba de un dédalo de habitaciones destinadas a diversos usos, sala de estudio del abad, dormitorio, cocina, capilla y otras que estarían dedicadas a uso exclusivo de visitantes ilustres o reales. Entres sus muros caben contar la presencia de reyes de la Corona de Aragón como Martín el Humano, Alfonso el Magnánimo o el rey Felipe II de España.
Sobreclaustro del Palacio del Abad. Uno de los elementos más significativos del monasterio, es el sobreclaustro, del que ya hemos hablado con anterioridad. Formado por un conjunto de diez arcos apuntados de piedra arenisca que se situaban en la primera planta del "Palau de l'Abat".
Y decimos que este claustro es muy significativo, porque el mismo fue desmontado y trasladado pieza a pieza entre 1920 y 1926, para la residencia que se estaba construyendo el Conde de las Almenas don José María del Palacio en Torrelodones (Madrid) en la llamada finca "El Canto del Pico". Esta finca con el tiempo sufrió diversas compras-ventas e incluso fue residencia de descanso de Francisco Franco. Con el paso del tiempo este claustro se fue deteriorando por el abandono manifiesto de la finca. La Generalitat Valenciana compró el sobreclaustro o claustrillo como también se le llama por un millón de euros, y ha sido repuesto en su lugar original.
El sobreclaustro adopta forma rectangular con una distribución de cuatro arcos para sus lados mayores y tres arcos en sus lados menores. La arquería del sobreclaustro es de arcos apuntados de piedra labrada que descansan sobre capiteles moldurados blasonados con los escudos del abad Saranyo y otros de la Corona de Aragón tallados directamente sobre el capitel. Cada capitel apoya en cuatro pequeñas columnillas unidas entre si. El acceso al sobreclaustro se realiza por una escalera de piedra.
Muralla o muros de la clausura. Durante el periodo de 1298 al 1305 (siglo XIV), se construye el primer recinto amurallado o de clausura y la primera iglesia. Este primer recinto amurallado estaba almenado y rodeaba todo el conjunto monacal.
En un primer momento existían en los cuatro ángulos del recinto cuatro torreones. En la pared que mira al sur, se encontraba la puerta del monasterio, ya que la Puerta Real solamente servía para ocasiones muy especiales. Esta puerta se llamaba de la Xara, tenía foso, puente levadizo y un matacán en la parte superior. La puerta de la Xara estaba formada por un arco de medio punto sobre el que campeaba un escudo actualmente desaparecido. Recibía este nombre porque enfrentaba a la cercana y ya desaparecida alquería musulmana de la Xara. Esta puerta era como hemos comentado la habitual de entrada al monasterio y se encontraba en la conocida como muralla de clausura. Un poco más adelante se encuentra un segundo recinto amurallado donde se abría otra puerta conocida con el nombre de Puerta de la Sopa, porque este era el lugar donde los monjes repartían sopa entre los pobres del lugar, era la conocida como sopa boba. Esta práctica caritativa era habitual en el mundo de los monjes cistercienses.
La puerta de la Xara está construida en sillería bien labrada, mientras que el recinto amurallado de clausura es obra de mampostería. Como hemos comentado esta puerta era la habitual de entrada al monasterio y destaca por su extraordinaria sencillez propia de la orden del Cister.
Iglesia Monacal o Iglesia de Santa María de la Valldigna. La primera iglesia fue construida en el siglo XIV y destruida el 16 de diciembre de 1396 por un terremoto. Se construyó una segunda iglesia en el siglo XV y volvió a ser destruida el 26 de junio 1644 por otro seísmo, siendo abad Francisco Talavera (1640-1644). La iglesia actual que hoy vemos es iniciativa del abad Rafael Trobado en 1648 y dilatada en el tiempo hasta 1697 con el abad Josep Castillo (1697-1700).
El 18 de marzo de 1648, el abad Fray Rafael Trobado i Figueroa, firma con el maestro picapedrero Joaquim Bernabeu, la documentación para hacer la obra de la iglesia, todo en piedra de mármol.
Es un templo de una sola nave, de planta de cruz latina con atrio a los pies, seis capillas laterales entre los contrafuertes, transepto, crucero y cúpula. Presbiterio con testero plano donde se situaba el coro. En la parte posterior del presbiterio encontramos la sacristía y el trasagrario. Además dispone de una alta torre campanario en la cabecera de la iglesia.
Es de estilo barroco, con abundantes elementos constructivos del clasicismo. De una sola nave cubierta con bóveda de cañón con lunetos reforzada con arcos torales que dan paso a las capillas laterales entre los contrafuertes. Está relativamente bien conservada, tiene bóvedas elevadas y una ornamentación pictórica churrigueresca complementada con decoración de estucos, todo a base de decoración geométrica, vegetales, jarrones y pequeños angelitos. En el centro de uno de los tramos de la bóveda una inscripción dice: Pasqual Rams feesi año 1699. Al exterior se cubre con una cubierta a doble vertiente.
En el crucero, que destaca en planta, se eleva un cúpula que no es esférica, sino apuntada en su interior. En el exterior está recubierta con tejas barnizadas de color verdoso. Los arcos debían ser también puntiagudos aunque están recubiertos. Todo el interior de la cúpula se encuentra pintada con decoración de estilo churrigueresco consistente en decoración vegetal e infinidad de pequeños angelitos. También encontramos decoración de estuco en forma de hojarasca. En las pechinas podemos encontrar tallados cuatro escudos correspondientes a la monarquía hispánica, al Cister y a la Valldigna. En el centro de la cúpula destaca el gran florón central.
Los cuatro escudos que vemos en las pechinas de la cúpula del crucero se corresponden con las armas hispánicas: en un primer escudo vemos las armas de Aragón, Portugal, Sicilia y Navarra. En un segundo: las armas de Jerusalén, Aragón, Flandes, Tirol, Austria y Borgoña. Un tercer escudo con las armas de: Brabante, Borgoña, el Cister, Reino de Valencia y Valldigna. Un cuarto escudo con las armas de León, Castilla y Granada.
En la cabecera de testero plano se situaba el coro. A cada lado se encontraban las sacristías, y detrás el trascoro, al que se accedía por una puerta central. En la parte superior se situaba el trono giratorio de Santa Maria y el camarín de la Virgen. La imagen de la Virgen de la Valldigna se ha perdido. Otro tanto ocurrió con el coro, pero en este caso el coro fue desmontado con la exclaustración de 1835 y llevado al Monasterio de la Zaidía de Valencia. En la Guerra Civil de 1936 el monasterio de la Zaidía fue asaltado y el coro quemado.
A los pies de la iglesia se adosó en 1697 un atrio o galilea para los conversos, esta quedaba separada del templo por rejas de hierro a modo de cancela. En su interior podemos encontrar tres pinturas al fresco, dos de ellas a ambos lados de la puerta de acceso al templo y una tercera situada sobre el dintel de la puerta de entrada.
El atrio es verdaderamente muy curioso, porque está cubierto por una bóveda transversal con dos pequeñas cúpulas en los extremos y pechinas para sostenerlas. Las bóvedas están profusamente pintadas al fresco con decoración de estilo churrigueresco. Este atrio se cubre con tejado a una sola vertiente y al exterior se pueden observar las dos cúpulas de los extremos.
Junto a la cabecera tenemos la torre campanario construida en 1657. Consta de tres cuerpos, el primero corresponde a una de las torres angulares que protegía el templo del siglo XV, el segundo es el cuerpo de campanas, y el tercero es el remate a modo de templete que suelen cubrir los campanarios valencianos de época barroca. La campana hoy instalada fue colocada en 1998 para celebrar el 700 aniversario de la fundación de la Valldigna.
La iglesia monacal es de orden dórico, pero en su construcción tiene algunos adornos de talla, con triglifos y métopas. Tiene una altura de 16 metros. Las pilastras son de mármol blanco, con base ática y el suelo de losas cuadradas de jaspe blanquecino del país. El crucero tiene una anchura de 23 metros, y sobre él se alza la cúpula.
A ambos lados del crucero hay dos puertas renacentistas blasonadas con escudos. En los hastiales de los brazos sur y norte del transepto dos grandes óleos adornaban las paredes. Hoy las citadas pinturas duermen en las salas del Museo de Bellas de Valencia en espera de restauración y tal vez futura colocación en el lugar que le corresponden. En la pared de enfrente de las sacristías, podemos ver dos coloristas pinturas al óleo sobre lucido de yeso un tanto solitarias y fuera de ubicación. Nada más lejos de la realidad, en estos muros podíamos encontrar dos altares y estas pinturas eran el fondo de los citados altares o retablos. La pintura de la izquierda (evangelio) representa una alegoría de la Abundancia con una cornucopia en sus manos. Dos ángeles sostienen ramos de flores. La pintura del muro derecho (epístola) representa una alegoría de la fortaleza en forma de mujer que sostiene una columna. Dos ángeles sostienen un callado para guiar ganado y el otro porta un hacha. Completan la decoración unos adornos de jarrones encendidos y en el centro unos cortinajes abiertos. La representación de ambas pinturas se pueden leer como símbolos de abundancia o riqueza y fortaleza o poder, algo que no cuadra mucho con um templo de la orden del cister.
La puerta de entrada a la iglesia conocida como la de los legos es sencillísima, únicamente tiene unos filetes alrededor de las jambas, tanto éstas como el dintel son de mármol de Buixcarró. Su forma es simplemente rectangular sin ningún tipo de decoración. Toda esta sencillez del exterior contrasta exageradamente con la ornamentación interna. Traspasada esta puerta entramos en el atrio y nos encontramos con una segunda puerta, ésta algo más decorada por ser la entrada original al templo antes de construir el atrio de conversos. Esta segunda puerta adopta forma adintelada, es de estilo renacentista de corte clásico. En la parte superior encontramos un pequeño frontón con el escudo de la Valldigna.
La iglesia disponía de cuatro torres defensivas almenadas construidas en el siglo XV con la anterior iglesia. A la izquierda de la portada de entrada vemos la primera torre defensiva, de planta cuadrada y con una curiosa ventana aspillerada en el ángulo de la torre. La segunda torre situada en la esquina nordeste (en la cabecera lado del evangelio), se cubre con bóveda de crucería y en su clave ostenta un escudo abacial no identificado. La tercera torre sirvió de base para la construcción del campanario en el siglo XVII. De los tres cuerpos que dispone el campanario, su primer cuerpo se corresponde con la citada torre. La cuarta torre situada a la derecha de la portada principal se encuentra en estado de semi-ruina pero perfectamente visible.
En el interior de una de las capillas laterales podemos encontrar una lápida funeraria puesta en registro museístico. Esta lápida fue encontrada en la Sala Capitular y pertenece al enterramiento del abad Joaquín Servent
Una aproximación a la cronológia de las obras pueden ser las siguientes:
Siendo abad Plàcido Saurina (1668-1692) se construyó el altar mayor en forma de baldaquino, tallado por el escultor Josep Borja, con una altura de 19 metros y formando un cuadrado de 9 metros. El franciscano fray Vicente Ferrer pintó la cúpula del presbiterio y se compraron las vidrieras de todas las ventanas.
El abad Vicent Lloret (1692-1697) mandó construir el camarín de la Virgen y renovó todo el tejado con tejas a dos aguas, trabajo realizado por el maestro de casas Josep Vilar (1697).
Siendo abad fray Josep Carrillo (1697), se construyó la sacristía, las dos capillas de la puerta principal de la iglesia, la escalera del camarin de la Virgen y el remate del campanario. Estos trabajos fueron encargados a Francesc Martinez. Las pechinas de la cúpula fueron decoradas con los escudos antes mencionados, la decoración pictórica del templo fue realizada por Pasqual Rams.
Hacia 1720 Joan Vinya i Tomàs La Fuente, fundieron las dos campanas mayores, completando el conjunto con otras cuatro menores.
Y es durante 1752 (siglo XVIII) cuando se hacen las últimas obras en el monasterio.
Epilogo. La historia del monasterio de la Valldigna esta marcado por su riqueza y engrandecimiento, en el año 1300 Jaume II les cede el lugar de Barx, en 1301 les concede casas en Valencia, Xátiva y Gandia. Ese mismo año adquieren la alquería de Burriana, y en el 1302 expanden la comunidad cinco millas mar adentro (como se puede observar en el escudo de la Valldigna, representado por una torre sobre las aguas). En 1306 les es otorgada la alquería de Massalí y la de Benivaire (Alzira). En el año 1313 el rey les concede casas en Carcaixent (Carcagente), compran las alquerías de Fortaleny, Aitona y Liber, situadas en el termino de Cobera. Y así muchas otras poblaciones y alquerías que no hace mas que aumentar el patrimonio y la riqueza del monasterio.
La disposición típica del monasterio de la Valldigna es la de cualquier monasterio cisterciense, lugar situado en el campo y estructurado como una comunidad agrícola autosuficiente, con claustro, iglesia, refectorio y cocina, granero y bodegas, baños y letrinas, dormitorio abacial y dormitorio para los monjes, y todo rodeado por una muralla defensiva.
En el año 1811, las Cortes de Cádiz derogaron todos los derechos jurisdiccionales, y así el monasterio quedó privado de todos sus privilegios.
Durante la guerra de la Independencia el monasterio se convirtió en hospital, y en el 1812 es ocupado por los franceses, hasta 1814 en que se restablece la comunidad religiosa.
En 1835 con la desamortización de Mendizabal, el monasterio queda abandonado y muchas partes y elementos del mismo son vendidos a particulares, comenzando una de las devastaciones mas terribles que sobre el patrimonio histórico se han realizado.
El interior del monasterio llegó a ser utilizado como campo de naranjas, establo, almacén, han llegado a entrar maquinaria pesada e incluso se han usado explosivos en el interior, lo que da idea del estado de abandono que tuvo lugar después de la desamortización.
En 1991 La Generalitat Valenciana adquirió el monasterio por 231 millones de pesetas, y se iniciaron las actuaciones para su recuperación. En 1998 se celebró el 700 aniversario de su fundación, siendo este hecho un relanzamiento definitivo para su restauración. El plan director de la obra de recueperación del monasterio ha corrido a cargo del arquitecto don Salvador Vila.
El 3 de junio de 1998 en sesión solemne de las Cortes Valencianas celebradas en la iglesia se aprueba la Ley del Patrimonio Cultural Valenciano. En la actualidad la encuentra se encuentra desacralizada y por lo tanto no tiene culto religioso.
En el año 2006 se incluyó en el Estatuto del Autonomía valenciano un nuevo articulo (el 57) en el cual se destaca la importancia del Monasterio de la Valldigna como referente cultural e histórico del Reino de Valencia.
Articulo 57 de Estatuto de Autonomía de la Comunidad Valenciana. El Real Monasterio de Santa María de la Valldigna
El Real Monasterio de Santa María de la Valldigna es templo espiritual, histórico y cultural del antiguo Reino de Valencia, y es, igualmente, símbolo de la grandeza del Pueblo Valenciano reconocido como Nacionalidad Histórica.
La Generalitat recuperará, restaurará y conservará el monasterio, y protegerá su entorno paisajístico. Una Ley de Les Corts determinará el destino y utilización del Real Monasterio de Santa María de la Valldigna como punto de encuentro de todos los valencianos, y como centro de investigación y estudio para recuperar la historia de la Comunitat Valenciana.
Gracias por la ayuda en la descripción de la ruta a Guia de senderisme del GR-236 y a www.jdiezarnal.com
Hasta pronto.
Track
Claustro, llamado del Silencio. Junto a la iglesia monacal se encontraba el claustro, del cual sólo se conservan escasos restos. Era un cuadrado bien proporcionado, sobrio y austero como corresponde al Cister y era sin duda una de las principales piezas del conjunto arquitectónico. Estaba cubierto con bóveda de crucería y arcos ojivales.
Para sintetizar el abandono y deterioro del monasterio, baste indicar que este espacio claustral en los años setenta del siglo XX, era un campo de perales. En la actualidad unos altos cipreses ocupan el lugar donde se alzaba patio central.
Realizado durante los siglos XIV y XV, era el elemento principal de los monasterios cistercienses. A él recaian las estancias más importantes como eran: la Iglesia, la Sala Capitular y el Refectorio.
Los arcos han desaparecido pero se conservan los arranques en los muros y los apoyos de los arcos (ménsulas). En el centro se situaba el patio, y enfrentado a la puerta del refectorio se encontraba el lavatorio con su templete, desaparecido todo el conjunto. En la parte norte se encuentra la iglesia, que originariamente tenía cuatro accesos quedando en la actualidad sólo uno abierto, el de los legos. Esta entrada está compuesta por un sencillo arco apuntado sin ningún tipo de decoración. En el lado sur se encuentra el refectorio; y al este la Sala Capitular. En los muros que rodean el claustro se han encontrado restos de un forjado, tejado y pavimento que hacen pensar en la existencia de un piso superior, seguramente de época posterior.
En la actualidad se ha procedido a la reconstrucción de unos pocos arcos ojivales, que nos dan idea de como debía ser parte de la estructura de este claustro.
Refectorio o comedor (Siglo XV). Tiene gruesas y robustas paredes. Fue construido durante el periodo del primer abad comendatario, Joan d'Aragó (1460-1475). Actuó como iglesia durante el periodo 1648-1697 mientras se construía la actual iglesia del monasterio. Tiene acceso desde el ala sur del claustro, a través de un vano formado por un arco de medio punto con un arco conopial sobremontado, en donde figura el escudo muy deteriorado del abad que lo mandó construir.
Se trata de un edificio de planta rectangular con fábrica de tapial y cerca de 13 metros de altura. De la cubierta abovedada de crucería, se conservan los arranques de los arcos, cinco a cada lado realizados en sillería. Las almenas que presentan los muros son de una intervención posterior del siglo XVI. En el muro sur se encuentra el púlpito del lector, desde el cual se leían pasajes de la biblia. En el muro este aparecieron durante la restauración dos ingresos o puertas que comunicaban con la cocina. Esta era una pequeña habitación con pozo y chimenea para cocinar los alimentos. En la parte baja de los muros del refectorio son visibles los mechinales donde se insertaban los bancos del comedor. La iluminación se realizaba a través de cuatro grandes ventanales apuntados abocinados abiertos en el muro sur, mientras que en el muro norte sólo encontramos un ventanal debido probablemente a que en ese lugar se encontraba el claustro y este entorpecía el paso de la luz al interior del refectorio.
En la actualidad el edificio ha sido restaurado casi en su totalidad. Se ha repuesto la bóveda que se había perdido, se ha colocado nuevo suelo y se han adecentado las paredes, creando un espacio muy adecuado como lugar expositivo pero algo alejado de su estado anterior que bien es cierto era de pura ruina. En la bóveda se han repuesto parte de los nervios en piedra que la sustentaban y se han colocado aquellas claves que se han podido recuperar. Se han mantenido intactos los arranques de los arcos originales y sobre ellos se ha volteado nueva cubierta reconstruida. Se ha levantado nuevo muro de cierre por su lado occidental.
Sala Capitular construida a finales del siglo XV o principios del XVI. Levantada por el abad Roderic de Borja (1479-1491) (futuro Papa Alejandro VI), su construcción se demoró hasta la época del abad Pere Lluís de Borja (1502-1504) que dio por finalizadas las obras.
La sala capitular es en el mundo monacal, una de las más importantes, ya que en ella se reunían los monjes presididos por al abad para leer los capítulos de la orden y para decidir cuestiones importantes que afectasen a la comunidad.
La estancia se construyó en parte sobre otra edificación, posiblemente una sala capitular anterior de menores dimensiones y de planta rectangular como muestran los restos embebidos en los muros norte y sur y un arranque en uno de los arcos. Esta antigua edificación debió tener relación con el anterior claustro monacal, del que quedan restos en el lienzo sur de la iglesia.
Su construcción se atribuye a Pere Compte, el mismo autor de la Lonja de Valencia. Es una de las piezas mejor conservadas del conjunto monacal, y se encuentra coronada con almenas. La fábrica es de sillería y mampostería.
Se trata de un edificio de planta cuadrada, situado al este del Claustro del Silencio, que tuvo una bóveda de crucería estrellada como cubierta (hoy reconstruida), de la que sólo quedan originales los arranques en los ángulos, conservándose en las ménsulas la representación de los cuatro evangelistas uno en cada ángulo, el toro por San Lucas, el hombre por San Mateo, el águila por San Juan y el león por San Marcos. La clave central de la bóveda representa a la Mare de Déu de la LLet (La Virgen de la Leche) y a Sant Bernat (San Bernardo), y las restantes ocho claves, simbología de Valldigna, la ciudad de Valencia, los abades constructores Roderic y Cesar Borja, y santos de la congregación cisterciense, Sant Bernat (San Bernardo) y Sant Benet (San Benito). Las claves de la bóveda originalmente estaban policromadas, hoy ya han perdido su color.
El acceso se realiza a través de una portada gótica flamígera flanqueada por dos ventanales que sirven para iluminar el interior. La decoración flamígera de la puerta y ventanas ha desaparecido a excepción de unos pocos restos de decoración de la portada.
Al interior destaca el lugar donde se situaba el sitial del abad en el muro este, que estuvo enmarcado por un arco flamígero rebajado, hoy desaparecido. Se trata de un hueco abierto en el muro con forma de capilla. La bóveda es de crucería y sus nervios apoyan en dos ménsulas bastante deterioradas que representan ángeles portando escudos. Junto al hueco se abren dos grandes ventanas abocinadas. El abad Pere Baldó (1499-1502) realizó el arco conopial de esta capilla.
Locutorio Siglo XVI. Entre la sala capitular y el refectorio hay un pasillo con dos arcos apuntados realizados en sillería, que conecta el claustro con la plaza que queda tras la sala capitular y el refectorio. Parece ser que era el locutorio destinado a la conversación de los monjes.
Se cubría por dos crujías con bóveda de crucería (hoy reconstruidas). En las ménsulas de apoyo de los arcos podemos ver distinta decoración con motivos de animales antropomórficos y otros heráldicos propios del abad Pere Baldó. La sala del locutorio disponía de una segunda planta que hoy no se conserva.
Obra Nova (Obra Nueva). Del siglo XVIII, es obra del abad LLuís Sanxis (1748-1752). Se trataba de un edificio de grandes proporciones que albergaba las distintas dependencias de los monjes legos (refectorio, cellería, dormitorios y lugares de trabajo). De este edificio del que sólo quedan restos, se sabe que tenía cuatro plantas, que era de considerable tamaño y que algunas de sus dependencias tenían zócalos de azulejería; el pavimento de todas las habitaciones era de barro cocido. Estas dependencias se sitúan junto al refectorio, por los lados sur y oeste. La torre de la iglesia situada en el ángulo sur-oeste quedó integrada en este conjunto por lo que en la actualidad la misma ha quedado bastante desdibujada y sólo se conserva parcialmente.
Palau de L'Abat (Palacio del Abad o Palacio Abacial). Destinado a dependencias del abad y para recibir a visitantes ilustres. Situado en el lado este del monasterio, se encuentra aislado al haberse perdido los vestigios de los edificios que lo comunicaban con el resto del monasterio, entre ellos la hospedería y parte del acueducto que llevaba el agua al monasterio desde la fuente de Cirer.
Mandado construir por el abad nacido en Alzira Arnau de Saranyó (1357-1387), su fábrica se dilataría durante diversas etapas constructivas que van desde el siglo XIV al XVIII.
Es destacable el claustro bajo realizado hacia el siglo XV mediante arcos escarzanos, sobre el que se elevaba el sobreclaustro de arcos apuntados y que fue llevado a Torrelodones (Madrid) como luego veremos. Este claustro bajo destaca por la sobriedad en el tratamiento de las ménsulas y de los arcos escarzanos. En el centro del claustro podemos observar un pozo de piedra. Originalmente el suelo se componía de losas de piedra pero posteriormente se sustituyeron por ladrillos de barro cocido como podemos ver en la actualidad.
La distribución de las habitaciones giraban alrededor del pequeño claustro, entre sus ruinas podemos adivinar que se trataba de un dédalo de habitaciones destinadas a diversos usos, sala de estudio del abad, dormitorio, cocina, capilla y otras que estarían dedicadas a uso exclusivo de visitantes ilustres o reales. Entres sus muros caben contar la presencia de reyes de la Corona de Aragón como Martín el Humano, Alfonso el Magnánimo o el rey Felipe II de España.
Sobreclaustro del Palacio del Abad. Uno de los elementos más significativos del monasterio, es el sobreclaustro, del que ya hemos hablado con anterioridad. Formado por un conjunto de diez arcos apuntados de piedra arenisca que se situaban en la primera planta del "Palau de l'Abat".
Y decimos que este claustro es muy significativo, porque el mismo fue desmontado y trasladado pieza a pieza entre 1920 y 1926, para la residencia que se estaba construyendo el Conde de las Almenas don José María del Palacio en Torrelodones (Madrid) en la llamada finca "El Canto del Pico". Esta finca con el tiempo sufrió diversas compras-ventas e incluso fue residencia de descanso de Francisco Franco. Con el paso del tiempo este claustro se fue deteriorando por el abandono manifiesto de la finca. La Generalitat Valenciana compró el sobreclaustro o claustrillo como también se le llama por un millón de euros, y ha sido repuesto en su lugar original.
El sobreclaustro adopta forma rectangular con una distribución de cuatro arcos para sus lados mayores y tres arcos en sus lados menores. La arquería del sobreclaustro es de arcos apuntados de piedra labrada que descansan sobre capiteles moldurados blasonados con los escudos del abad Saranyo y otros de la Corona de Aragón tallados directamente sobre el capitel. Cada capitel apoya en cuatro pequeñas columnillas unidas entre si. El acceso al sobreclaustro se realiza por una escalera de piedra.
Muralla o muros de la clausura. Durante el periodo de 1298 al 1305 (siglo XIV), se construye el primer recinto amurallado o de clausura y la primera iglesia. Este primer recinto amurallado estaba almenado y rodeaba todo el conjunto monacal.
En un primer momento existían en los cuatro ángulos del recinto cuatro torreones. En la pared que mira al sur, se encontraba la puerta del monasterio, ya que la Puerta Real solamente servía para ocasiones muy especiales. Esta puerta se llamaba de la Xara, tenía foso, puente levadizo y un matacán en la parte superior. La puerta de la Xara estaba formada por un arco de medio punto sobre el que campeaba un escudo actualmente desaparecido. Recibía este nombre porque enfrentaba a la cercana y ya desaparecida alquería musulmana de la Xara. Esta puerta era como hemos comentado la habitual de entrada al monasterio y se encontraba en la conocida como muralla de clausura. Un poco más adelante se encuentra un segundo recinto amurallado donde se abría otra puerta conocida con el nombre de Puerta de la Sopa, porque este era el lugar donde los monjes repartían sopa entre los pobres del lugar, era la conocida como sopa boba. Esta práctica caritativa era habitual en el mundo de los monjes cistercienses.
La puerta de la Xara está construida en sillería bien labrada, mientras que el recinto amurallado de clausura es obra de mampostería. Como hemos comentado esta puerta era la habitual de entrada al monasterio y destaca por su extraordinaria sencillez propia de la orden del Cister.
Iglesia Monacal o Iglesia de Santa María de la Valldigna. La primera iglesia fue construida en el siglo XIV y destruida el 16 de diciembre de 1396 por un terremoto. Se construyó una segunda iglesia en el siglo XV y volvió a ser destruida el 26 de junio 1644 por otro seísmo, siendo abad Francisco Talavera (1640-1644). La iglesia actual que hoy vemos es iniciativa del abad Rafael Trobado en 1648 y dilatada en el tiempo hasta 1697 con el abad Josep Castillo (1697-1700).
El 18 de marzo de 1648, el abad Fray Rafael Trobado i Figueroa, firma con el maestro picapedrero Joaquim Bernabeu, la documentación para hacer la obra de la iglesia, todo en piedra de mármol.
Es un templo de una sola nave, de planta de cruz latina con atrio a los pies, seis capillas laterales entre los contrafuertes, transepto, crucero y cúpula. Presbiterio con testero plano donde se situaba el coro. En la parte posterior del presbiterio encontramos la sacristía y el trasagrario. Además dispone de una alta torre campanario en la cabecera de la iglesia.
Es de estilo barroco, con abundantes elementos constructivos del clasicismo. De una sola nave cubierta con bóveda de cañón con lunetos reforzada con arcos torales que dan paso a las capillas laterales entre los contrafuertes. Está relativamente bien conservada, tiene bóvedas elevadas y una ornamentación pictórica churrigueresca complementada con decoración de estucos, todo a base de decoración geométrica, vegetales, jarrones y pequeños angelitos. En el centro de uno de los tramos de la bóveda una inscripción dice: Pasqual Rams feesi año 1699. Al exterior se cubre con una cubierta a doble vertiente.
En el crucero, que destaca en planta, se eleva un cúpula que no es esférica, sino apuntada en su interior. En el exterior está recubierta con tejas barnizadas de color verdoso. Los arcos debían ser también puntiagudos aunque están recubiertos. Todo el interior de la cúpula se encuentra pintada con decoración de estilo churrigueresco consistente en decoración vegetal e infinidad de pequeños angelitos. También encontramos decoración de estuco en forma de hojarasca. En las pechinas podemos encontrar tallados cuatro escudos correspondientes a la monarquía hispánica, al Cister y a la Valldigna. En el centro de la cúpula destaca el gran florón central.
Los cuatro escudos que vemos en las pechinas de la cúpula del crucero se corresponden con las armas hispánicas: en un primer escudo vemos las armas de Aragón, Portugal, Sicilia y Navarra. En un segundo: las armas de Jerusalén, Aragón, Flandes, Tirol, Austria y Borgoña. Un tercer escudo con las armas de: Brabante, Borgoña, el Cister, Reino de Valencia y Valldigna. Un cuarto escudo con las armas de León, Castilla y Granada.
En la cabecera de testero plano se situaba el coro. A cada lado se encontraban las sacristías, y detrás el trascoro, al que se accedía por una puerta central. En la parte superior se situaba el trono giratorio de Santa Maria y el camarín de la Virgen. La imagen de la Virgen de la Valldigna se ha perdido. Otro tanto ocurrió con el coro, pero en este caso el coro fue desmontado con la exclaustración de 1835 y llevado al Monasterio de la Zaidía de Valencia. En la Guerra Civil de 1936 el monasterio de la Zaidía fue asaltado y el coro quemado.
A los pies de la iglesia se adosó en 1697 un atrio o galilea para los conversos, esta quedaba separada del templo por rejas de hierro a modo de cancela. En su interior podemos encontrar tres pinturas al fresco, dos de ellas a ambos lados de la puerta de acceso al templo y una tercera situada sobre el dintel de la puerta de entrada.
El atrio es verdaderamente muy curioso, porque está cubierto por una bóveda transversal con dos pequeñas cúpulas en los extremos y pechinas para sostenerlas. Las bóvedas están profusamente pintadas al fresco con decoración de estilo churrigueresco. Este atrio se cubre con tejado a una sola vertiente y al exterior se pueden observar las dos cúpulas de los extremos.
Junto a la cabecera tenemos la torre campanario construida en 1657. Consta de tres cuerpos, el primero corresponde a una de las torres angulares que protegía el templo del siglo XV, el segundo es el cuerpo de campanas, y el tercero es el remate a modo de templete que suelen cubrir los campanarios valencianos de época barroca. La campana hoy instalada fue colocada en 1998 para celebrar el 700 aniversario de la fundación de la Valldigna.
La iglesia monacal es de orden dórico, pero en su construcción tiene algunos adornos de talla, con triglifos y métopas. Tiene una altura de 16 metros. Las pilastras son de mármol blanco, con base ática y el suelo de losas cuadradas de jaspe blanquecino del país. El crucero tiene una anchura de 23 metros, y sobre él se alza la cúpula.
A ambos lados del crucero hay dos puertas renacentistas blasonadas con escudos. En los hastiales de los brazos sur y norte del transepto dos grandes óleos adornaban las paredes. Hoy las citadas pinturas duermen en las salas del Museo de Bellas de Valencia en espera de restauración y tal vez futura colocación en el lugar que le corresponden. En la pared de enfrente de las sacristías, podemos ver dos coloristas pinturas al óleo sobre lucido de yeso un tanto solitarias y fuera de ubicación. Nada más lejos de la realidad, en estos muros podíamos encontrar dos altares y estas pinturas eran el fondo de los citados altares o retablos. La pintura de la izquierda (evangelio) representa una alegoría de la Abundancia con una cornucopia en sus manos. Dos ángeles sostienen ramos de flores. La pintura del muro derecho (epístola) representa una alegoría de la fortaleza en forma de mujer que sostiene una columna. Dos ángeles sostienen un callado para guiar ganado y el otro porta un hacha. Completan la decoración unos adornos de jarrones encendidos y en el centro unos cortinajes abiertos. La representación de ambas pinturas se pueden leer como símbolos de abundancia o riqueza y fortaleza o poder, algo que no cuadra mucho con um templo de la orden del cister.
La puerta de entrada a la iglesia conocida como la de los legos es sencillísima, únicamente tiene unos filetes alrededor de las jambas, tanto éstas como el dintel son de mármol de Buixcarró. Su forma es simplemente rectangular sin ningún tipo de decoración. Toda esta sencillez del exterior contrasta exageradamente con la ornamentación interna. Traspasada esta puerta entramos en el atrio y nos encontramos con una segunda puerta, ésta algo más decorada por ser la entrada original al templo antes de construir el atrio de conversos. Esta segunda puerta adopta forma adintelada, es de estilo renacentista de corte clásico. En la parte superior encontramos un pequeño frontón con el escudo de la Valldigna.
La iglesia disponía de cuatro torres defensivas almenadas construidas en el siglo XV con la anterior iglesia. A la izquierda de la portada de entrada vemos la primera torre defensiva, de planta cuadrada y con una curiosa ventana aspillerada en el ángulo de la torre. La segunda torre situada en la esquina nordeste (en la cabecera lado del evangelio), se cubre con bóveda de crucería y en su clave ostenta un escudo abacial no identificado. La tercera torre sirvió de base para la construcción del campanario en el siglo XVII. De los tres cuerpos que dispone el campanario, su primer cuerpo se corresponde con la citada torre. La cuarta torre situada a la derecha de la portada principal se encuentra en estado de semi-ruina pero perfectamente visible.
En el interior de una de las capillas laterales podemos encontrar una lápida funeraria puesta en registro museístico. Esta lápida fue encontrada en la Sala Capitular y pertenece al enterramiento del abad Joaquín Servent
Una aproximación a la cronológia de las obras pueden ser las siguientes:
Siendo abad Plàcido Saurina (1668-1692) se construyó el altar mayor en forma de baldaquino, tallado por el escultor Josep Borja, con una altura de 19 metros y formando un cuadrado de 9 metros. El franciscano fray Vicente Ferrer pintó la cúpula del presbiterio y se compraron las vidrieras de todas las ventanas.
El abad Vicent Lloret (1692-1697) mandó construir el camarín de la Virgen y renovó todo el tejado con tejas a dos aguas, trabajo realizado por el maestro de casas Josep Vilar (1697).
Siendo abad fray Josep Carrillo (1697), se construyó la sacristía, las dos capillas de la puerta principal de la iglesia, la escalera del camarin de la Virgen y el remate del campanario. Estos trabajos fueron encargados a Francesc Martinez. Las pechinas de la cúpula fueron decoradas con los escudos antes mencionados, la decoración pictórica del templo fue realizada por Pasqual Rams.
Hacia 1720 Joan Vinya i Tomàs La Fuente, fundieron las dos campanas mayores, completando el conjunto con otras cuatro menores.
Y es durante 1752 (siglo XVIII) cuando se hacen las últimas obras en el monasterio.
Epilogo. La historia del monasterio de la Valldigna esta marcado por su riqueza y engrandecimiento, en el año 1300 Jaume II les cede el lugar de Barx, en 1301 les concede casas en Valencia, Xátiva y Gandia. Ese mismo año adquieren la alquería de Burriana, y en el 1302 expanden la comunidad cinco millas mar adentro (como se puede observar en el escudo de la Valldigna, representado por una torre sobre las aguas). En 1306 les es otorgada la alquería de Massalí y la de Benivaire (Alzira). En el año 1313 el rey les concede casas en Carcaixent (Carcagente), compran las alquerías de Fortaleny, Aitona y Liber, situadas en el termino de Cobera. Y así muchas otras poblaciones y alquerías que no hace mas que aumentar el patrimonio y la riqueza del monasterio.
La disposición típica del monasterio de la Valldigna es la de cualquier monasterio cisterciense, lugar situado en el campo y estructurado como una comunidad agrícola autosuficiente, con claustro, iglesia, refectorio y cocina, granero y bodegas, baños y letrinas, dormitorio abacial y dormitorio para los monjes, y todo rodeado por una muralla defensiva.
En el año 1811, las Cortes de Cádiz derogaron todos los derechos jurisdiccionales, y así el monasterio quedó privado de todos sus privilegios.
Durante la guerra de la Independencia el monasterio se convirtió en hospital, y en el 1812 es ocupado por los franceses, hasta 1814 en que se restablece la comunidad religiosa.
En 1835 con la desamortización de Mendizabal, el monasterio queda abandonado y muchas partes y elementos del mismo son vendidos a particulares, comenzando una de las devastaciones mas terribles que sobre el patrimonio histórico se han realizado.
El interior del monasterio llegó a ser utilizado como campo de naranjas, establo, almacén, han llegado a entrar maquinaria pesada e incluso se han usado explosivos en el interior, lo que da idea del estado de abandono que tuvo lugar después de la desamortización.
En 1991 La Generalitat Valenciana adquirió el monasterio por 231 millones de pesetas, y se iniciaron las actuaciones para su recuperación. En 1998 se celebró el 700 aniversario de su fundación, siendo este hecho un relanzamiento definitivo para su restauración. El plan director de la obra de recueperación del monasterio ha corrido a cargo del arquitecto don Salvador Vila.
El 3 de junio de 1998 en sesión solemne de las Cortes Valencianas celebradas en la iglesia se aprueba la Ley del Patrimonio Cultural Valenciano. En la actualidad la encuentra se encuentra desacralizada y por lo tanto no tiene culto religioso.
En el año 2006 se incluyó en el Estatuto del Autonomía valenciano un nuevo articulo (el 57) en el cual se destaca la importancia del Monasterio de la Valldigna como referente cultural e histórico del Reino de Valencia.
Articulo 57 de Estatuto de Autonomía de la Comunidad Valenciana. El Real Monasterio de Santa María de la Valldigna
El Real Monasterio de Santa María de la Valldigna es templo espiritual, histórico y cultural del antiguo Reino de Valencia, y es, igualmente, símbolo de la grandeza del Pueblo Valenciano reconocido como Nacionalidad Histórica.
La Generalitat recuperará, restaurará y conservará el monasterio, y protegerá su entorno paisajístico. Una Ley de Les Corts determinará el destino y utilización del Real Monasterio de Santa María de la Valldigna como punto de encuentro de todos los valencianos, y como centro de investigación y estudio para recuperar la historia de la Comunitat Valenciana.
Gracias por la ayuda en la descripción de la ruta a Guia de senderisme del GR-236 y a www.jdiezarnal.com
Hasta pronto.
Track
No hay comentarios:
Publicar un comentario