martes, 2 de noviembre de 2021

Alzira, la Murta - V.G. Cavall Bernat

Balsas de agua y Torre dels Coloms
Fecha: 31/10/21
Tipo de ruta: Circular
Lugar de inicio: Alzira, La Ribera Alta, Valencia
Hora de inicio: 6 h 56 min
Duración: 4 h 52 min
Distancia: 9.65 Km
Dificultad: Media
Altura mínima: 116 m
Altura máxima: 571 m
Índice IBP: 55
Calificación (1-10): 9
Recorrido: Aparcamiento de la Murta – Casa forestal de la Murta – Senda Botánica, izquierda – Corrales de la Murta – Horno de Cal – Cruce común – Pouet y abrevadero – Pla del Pouet – Poste PR-CV 335 – Cresta sierra de Corbera – V.G. Cavall Bernat – Cruce común – Font de la Murta – Monasterio de Santa María de la Murta – Puente de Felipe II – El Peiró – Caseta del Guarda de la Murta – Aparcamiento de la Murta.
Datos técnicos:

Cómo llegar:
Saldremos de Algemesí por el Parque Salvador Castell, cruzaremos el río Magro por un puente y por la CV-42, nos dirigiremos hacia la población de Alzira. Seguiremos por la CV-50 con dirección a Tavernes de la Valldigna y nada mas salir de Alzira nos encontraremos con una rotonda con unas figuras en el centro y un bingo a nuestra izquierda, nosotros nos desviaremos por la izquierda del bingo, por la Avinguda de Vicente Vidal, enseguida llegaremos a unos semáforos en donde nos desviaremos a nuestra derecha, por la calle de la Virgen de la Murta, a continuación llegaremos a un desvío, que nos indica, a la derecha a la Casella y a la izquierda a la Murta, nosotros continuaremos a la izquierda, en el siguiente cruce nos desviaremos a la derecha, ya empezaremos a ver indicaciones a la Murta. Pasaremos por la urbanización el Respirall y después de bajar una muy empinada pendiente y sin abandonar esta carretera nos llevara al aparcamiento de la Murta. Dejaremos nuestro vehículo en el amplio aparcamiento que hay poco antes de llegar a la entrada.

Descripción de la ruta:
Esta semana la ruta discurre por las cercanías de Alzira.
Ruta circular por el Valle de la Murta, realizada en una jornada con tiempo previsto como muy cambiante, y que tras las débiles lluvias intermitentes de los últimos días, nos han dejado unos caminos en el valle, y senderos en la sierra húmedos, con olor a tierra mojada y a vegetación, y con algunos tramos con el riesgo de algún que otro resbalón.
La ruta comienza en el aparcamiento que hay a la entrada del paraje, llegando en unos metros a la antigua casa forestal de La Murta, que actualmente es el punto de información y control de acceso, donde normalmente nos registraremos, si llegamos a una hora prudencial. Aquí encontramos las señalizaciones de los diversos senderos que recorren el valle, como son el SLCV-81 Senda Botánica, SLCV-82 Senda Histórica, PRCV-334 Cavall Bernat y GR-236 Ruta dels Monestirs, además del PRCV-335 Cavall Bernat-Itinerari Panoràmic. En la misma entrada y a nuestra izquierda veremos las indicaciones del PRCV-335 Cavall Bernat-Itinerari Panoràmic, por donde nos desviaremos por una ancha pista. En un principio seguiremos el trazado del PR-CV 335 hasta llegar al punto situado en la parte alta de la sierra, en donde encontramos un poste que nos indica el camino a la Creu del Cardenal por nuestra izquierda, y en donde nosotros continuaremos recto, por la cresta, abandonando el PR-CV 335. En poco mas de un centenar de metros cruzaremos el Barranc de la Murta, que vertebra el paraje. La pista en suave ascenso gira a nuestra derecha para en unos 500 metros desde el barranco llegar a encontrarnos con un poste de direcciones a nuestra derecha y en donde continuaremos recto por la pista. En unos 200 metros llegaremos a un nuevo desvío a nuestra derecha el de los corrales de la Murta, en donde continuaremos recto pasando junto a los mismos restos de los corrales. Y a unos 150 de metros de los corrales, podremos ver un horno de cal a nuestra derecha, continuamos sin abandonar la pista, para poco después de recorrer algo menos de 400 metros llegar a una bifurcación en donde nos encontramos una pista a nuestra derecha cerrada con una cadena que impide el paso a los vehículos y que será por donde nosotros debemos continuar, en suave ascenso. Recorremos unos 700 metros por esta pista y llegaremos a encontrarnos con un panel de rutas, a nuestra derecha y la pista que continua recto. Este punto será el punto común de nuestra ruta pues debemos dejar la pista por nuestra izquierda por una senda, por la que regresaremos mas tarde y en donde continuaremos por la pista que ahora abandonamos.
A partir de aquí el camino se hace mas pesado pues la senda tiene mayor pendiente, recorremos cerca de 300 metros y entramos en el termino municipal de Corbera, justo unos metros antes de llegar junto al Pouet y junto a el un pequeño abrevadero. 
Abrevadero junto al Pouet

Continuamos por esta senda en continuo ascenso recorriendo unos 250 metros desde el abrevadero para llegar al Pla del Pouet, en donde encontramos un cruce de sendas continuando por nuestra derecha, la de la izquierda nos conduciría, por les Fontanelles, hacia Corbera. A unos 150 metros de este ultimo desvío nos encontraremos con un nuevo poste de señalización en donde si continuamos por nuestra izquierda nos conduciría a la Creu del Caredenal, por la Mallá Verda, pero nosotros continuaremos recto con dirección al Cavall Bernat, abandonando el PR-CV 335.
Durante este tramo del ascenso nos detendremos en diversas ocasiones para disfrutar de las preciosas vistas de los imponentes cortados del conjunto de la Sierra de Corbera, así como del propio Valle de la Murta, destacando entre el intenso verde el Monasterio, y también de la comarca de La Ribera Alta, las vista son espectaculares, al oeste el frondoso y verde valle de la Murta de donde hemos partido, Carcaixent a la izquierda, Alzira en el centro, Algemesí a la derecha. y otras poblaciones de la Ribera Alta.
Seguimos el trazado de la senda que no es difícil de seguir, continuamos ascendiendo y el viento comienza a molestar un poco, parece que va a cambiar a peor. Después de un primer tramo comenzamos a caminar por la misma cresta de la Serra de Corbera, desde la que podemos divisar las poblaciones de la Ribera Baja, Corbera, Llaurí, Fortaleny, Favara, Sueca y, al fondo, en la línea de la costa, la inconfundible Cullera.
Recorremos unos 1,3 kilómetros desde el ultimo desvío y llegamos junto al vértice geodésico del Cavall Bernat, desde el que podemos divisar la Creu del Cardenal. El tiempo ha cambiado y no apetece quedarse mucho rato, así que después de hacer alguna foto comenzamos el camino de vuelta que como hemos dicho, realizaremos por el mismo camino utilizado para llegar hasta aquí desde el desvío en la pista. Durante nuestro regreso comienza a llover y nos ponemos los chubasqueros, aunque no lo hace con intensidad se hace algo molesto, aunque tan solo dura durante una media hora. Deshacemos el camino de la ida y llegamos al enlace con la pista, ha dejado de llover e incluso parece que quiere salir el sol.
V.G. Cavall Bernat

Al llegar al cruce con la pista nos detenemos junto al panel informativo para reponer fuerzas con nuestro acostumbrado almuerzo. Una vez hemos terminado con el almuerzo continuamos por nuestra derecha por la pista que en suave descenso durante cerca de un kilómetro nos llevará hasta el desvío a nuestra derecha por una senda que en un corto descenso nos conduce hasta la Font de la Murta. Nos detenemos para refrescarnos en su agua. El nacimiento de la fuente se encuentra en una cueva cerrada por una verja y proveía, asimismo, al Monasterio. Al día de hoy sigue manando bastante agua. Esta senda nos lleva de bajada y entre abundante vegetación, destacando la murta cuyo nombre también se le fue dado a este bonito valle. Nos conducirá hasta el monasterio, pasando primero por la escondida Fuente de la Murta, aquí junto a la fuente nos detenemos a almorzar y después de un breve descanso continuaremos nuestra ruta siguiendo el trazado de un estrecho y bien conservado acueducto, que conduce el agua desde la Fuente de Murta hasta las balsas del Monasterio. Este acueducto lo cruzaremos en varias ocasiones, por debajo de sus arcos y que en alguna zona nos ofrece la contemplación de estos bonitos arcos. Este tramo es bastante húmedo (propio de la umbría), e iremos con cuidado de no resbalar. Durante el recorrido y poco antes de llegar al monasterio podremos ver a nuestra derecha las ermitas del Calvario y Santa Marta. Justo antes de llegar al monasterio están las dos balsas que recogen el agua procedente de la Font de la Murta. Nosotros nos detenemos contemplando la bella estampa del monasterio, comprenderemos perfectamente a los monjes cuando decidieron hacer de este paraje un lugar de recogimiento y tranquilidad, que a lo largo de los siglos se convertiría en un importante centro cultural y espiritual visitado por personajes de la realeza, aristocracia y clérigos destacados.
A continuación llegamos junto al jardín Romántico, que encontramos abierto y entramos. Espacios construidos a finales del siglo XIX, aprovechando la reforma de la hospedería (antigua casa de la Murta, popularmente) con el fin de dotar la casa solariega de unos lugares de recogimiento, paz y tranquilidad. Los propietarios tras la desamortización adquirieron remodelando el hostal y reconvirtiendo en residencia temporal, con aspecto de palacio rural. También podemos encontrar la Capilla de Nuestra Señora de la Murta. En la entrada dos leones, símbolos de San Jerónimo, fundador de la orden de los Jerónimos y a la cual pertenece nuestro monasterio, dan la bienvenida. Siguiendo la moda romántica de aquel siglo el eje central del jardín es el estanque y su vegetación de agua. A su alrededor árboles típicos de jardín, magnolios, olmos, palmeras, junto a otros frutales y acantos proporcionan sombra y descanso.

Capilla de la Virgen de la Murta

La pequeña y modesta capilla dedicada a la Virgen de la Murta está situada a la derecha del jardín. Adornada con cerámicas valencianas acoge también reproducciones de plafones cerámicos que representan a San Jerónimo, y a otros santos venerados en la zona: san Abdón y san Senent, padres protectores contra el pedrisco, muy venerados antiguamente por los labradores; san Vicente Ferrer, patrón de Valencia y, como no, san Bernardo, patrón de la ciudad. La Cofradía de Nuestra Señora de la Murta celebra la fiesta de la Luz el día de la Candelera, 2 de febrero, y el primer domingo de junio se hace la romería desde el pueblo hasta aquí en honor de la Virgen.
Unos metros mas adelante junto al monasterio, y a nuestra derecha, se encuentra la almazara, antiguo molino donde elaboraban el aceite, lo encontramos cerrado pero nos podemos asomar a una ventana desde donde podremos ver el rulo o prensa de moler olivas que se denomina almazara. Este molino tradicional funciona por tracción animal, este va dando vueltas despacio y hace girar el eje del molino. Para realizar este trabajo, el animal lleva unos aparejos determinados, como por ejemplo unas gafas de palma que le ayudan a no marearse mientras rueda.
Las olivas se echan dentro del recipiente y despacio van cayendo a la muela, mientras el animal va dando vueltas, para ser aplastadas por el rulo. Esta pieza de piedra troncocónica pesa de 1.500 a 2.000 kilos y cuando rueda sobre las olivas, va convirtiéndolas en pasta. Después va prensándose y el aceite destilado pasa por una escurridera y va cayendo al barreño. Este primer aceite es el aceite virgen. Cuando se vuelve a pasar la pasta que queda por la prensa tendremos el aceite de segundas, de inferior calidad, que va separado del primero.
De las olivas se aprovechaba todo incluso el poso que era bueno, en aquella época, para hacer luz en el candil y el hueso bien prensado era útil para encender el fuego.
A nuestra izquierda nos encontramos con el Monasterio de Nuestra Señora de la Murta. En el siglo VI se atribuye en el valle la fundación de un convento servetano por San Donato que con la ocupación islámica (s. VIII) se abandonó. A mediados del siglo XIV se tiene constancia de once ermitaños habitando el Valle dels Miracles, en las ermitas de Nuestra Señora; San Jerónimo; San Miguel, San Benito; San Pablo; San Juan; San Onofre; Monte Calvario; Santa Marta; San Salvador y Santa Sofia. En 1887 se hace donación del valle a los ermitaños que, el 23 de enero 1375, inician las obras del monasterio, obteniendo en 1976 la bula papal para la congregación de una nueva orden bajo la advocación de San Jerónimo. Se reunieron en la Plana de Xàbia con unos ermitaños donde fueron secuestrados. Después de dos años de cautiverio fueron rescatados y en agradecimiento al Duque de Gandía, fundaron en 1388 el monasterio de Cotalba, en Alfauir. Una vez finalizado, regresaron al Vall dels Miracles, el 11 de febrero de 1401, reanudando las obras y aprovechando tres de las primitivas ermitas, las de San Jerónimo, San Miguel y la de Nuestra Señora, que recibe el título de la Murta por hallarse una imagen bajo un mirto. En 1410 y 1413, Sant Vicent Ferrer visitó a los monjes.
En 1530, la familia Vich se refugió huyendo de la peste y nace en la hospedería D. Joan Vich, futuro obispo de Mallorca y arzobispo de Tarragona. Este linaje se declara protector del cenobio. Entre los siglos XVI y XVIII se engrandece, gracias a la ayuda de este linaje valenciano, sobre todo del embajador D. Diego Vich, así entre otras obras, la imponente Torre dels Coloms se levantó entre los años 1847 y 1601; se reforma el claustro, el sagrario, la torre de la portería o la nueva iglesia, que se construyó entre 1610 y 1623, en cuya portada, bajo el escudo de los Vich, figura la inscripción: "Quae utilitas in sanguine meo eum deseende incorruptionem" (Cuan útil es mi sangre cuando me muero). El 19 de febrero 1586 Felipe II y los infantes visitaron el monasterio.
Monasterio de Nuestra Señora de la Murta

El siglo XIX, significa el final de la vida del monasterio, con las sucesivas exclaustraciones de 1808, 1820 y 1836. Es el inicio del abandono y la ruina de todas las construcciones. En 1989 el Ayuntamiento adquirió el valle iniciando la recuperación de los bienes culturales y naturales. En 1996 se aprueba el Plan Especial de Protección de los valles de la Murta y la Casella; en el 2002 se declara Bien de Interés Cultural como monumento; y en el 2004, se declara come Paraje Natural Municipal de la Murta y la Casella.
Solo nos queda cruzar el puente de Felipe II, que cruza sobre el barranco de la Murta. Construido e inaugurado en 1586 por el propio monarca en una visita que realizó acompañado por el príncipe Felipe y la infanta Isabel Clara Eugenia y que es la entrada al reciento del Monasterio de Santa María de la Murta. Ha sufrido varias reconstrucciones, la más amplia en el siglo XVII. El monarca mantuvo una gran relación con la orden de los jerónimos. Hay que recordar que fue sepultado en el monasterio del Escorial, de la misma orden religiosa, que él mismo mandó construir.
Frente a nosotros veremos el inicio de la senda del Pas del Pobre, nosotros giraremos a la derecha por la pista y nos encontramos con una gran cruz de hierro a nuestra izquierda, el Peiró. A sus pies una pequeña senda ascendente nos lleva a la Nevera de la Murta, que nosotros visitamos ya en varias ocasiones, y en donde ahora pasamos de largo.
La Nevera de la Murta es una construcción del siglo XVII, ubicada en umbría para conservar mejor la nieve, muy llamativa tanto por la baja altitud donde fue construida, sólo 225 metros , como por la curiosa forma exterior, una casita cuadrada con techo a dos aguas, inusual en las neveras valencianas. En el interior se encuentra un pozo circular de 7 metros de diámetro y unos 6.6 metros de profundidad. En el interior, visible desde tres aberturas (hay una cuarta tapiada) veremos los agujeros que conformaban la escalera y una polea por la que se extraía la nieve prensada del interior, que era utilizada en el cenobio para usos alimenticios y medicinales. Desde la nevera, regresaremos a la pista, continuando por nuestra izquierda y en 1 kilómetro llegaremos a la casa de información, saliendo del paraje de la Murta para llegar a la zona de aparcamiento en donde daremos por finalizada nuestra ruta de hoy.
Gracias por la ayuda en la descripción de la ruta a Guia de senderisme del GR-236 y es.wikiloc.com (pepe.roca) y es.wikiloc.com (Fos Films)
Hasta pronto.


TRACK

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