Lugar de inicio: Atzaneta d'Albaida, La Vall d'Albaida, Valencia
Hora de inicio: 8 h 15 min
Duración: 4 h 31 min
Distancia: 13.05 Km
Dificultad: Media
Altura mínima: 507 m
Altura máxima: 904 m
Indice IBP: 54
Calificación (1-10): 8
Recorrido: Port d’Albaida – Barranc dels Fontanars – Nevera y Corral de Diego – Creu de Sempere – Font Freda – Mirador de la Font Freda – Collado de Turballos – Nevera de Carcaixent de Dalt – Casa de D. Miguel – Nevera de Carcaixent de Dalt – Barranc dels Fontanars – Port d’Albaida.
Datos técnicos:
Cómo llegar:
Saldremos de Algemesí por la CV-42 con dirección a la población de Alzira, para desde allí dirigirnos hacia la de Benimuslem por la CV-550 y desde allí continuaremos con dirección a la población de Alberique, en donde conectaremos con a la A-7, Autovía del Mediterráneo, continuando ahora, con dirección a Albacete. Tomaremos el desvío en la salida nº 640 con dirección a la población de Cerdá, por la CV-40, Carretera de Xativa-Alcoy, pasaremos por el túnel de la Olleria, y poco después dejaremos a nuestra derecha la población de Aielo de Malferit. Continuaremos sin abandonar la A-7 hasta llegar a la parte alta del Port d’Albaida, en donde tomaremos la salida n.º 429 y cruzaremos por encima de la autopista A-7, para retroceder por nuestra izquierda por la vía de servicio hasta llegar a una zona de aparcamiento con unos paneles de rutas senderistas, lugar en donde aparcaremos nuestro coche para dar comienzo a nuestra ruta de hoy.
Descripción de la ruta:
Esta semana la ruta discurre por las cercanías de Atzaneta d’Albaida.
Durante esta ruta recorreremos, una pequeña parte del bello Paraje Natural Protegido de la Umbría del Benicadell. Un sendero que transita por antiguos caminos de herradura y barrancos llenos de historia, surcado de nacimientos y fuentes de agua, y atravesados por arcadas, y otros elemento del patrimonio hidráulico que alimentaban las huertas próximas y el pueblo de Bèlgida. Sin olvidar algunas de sus neveras, junto con sus casas y corrales que hicieron sostenible el negocio de la nieve en alguna época. Todo ello, sin perder de vista la imponente cima del Benicadell a levante.
Desde la zona de aparcamiento comenzamos caminando por una senda, que discurre paralela al Barranc dels Fontanars que nos acompañará por nuestra derecha. Rápida y alegremente ascenderemos paralelos al cubierto Barranc dels Fontanars, por un cuidadoso, ancho y algo aéreo sendero con vistas abiertas al Port d’Albaida que progresivamente irá cerrándose y ganando frondosidad conforme nos internamos en el desfiladero formado por el Alto de las cruces (742 m) hasta alcanzar, en medio de un oscuro y húmedo pinar, una bifurcación en donde brota la Font de Fontanars. Nosotros continuaremos por nuestra izquierda con dirección a la nevera y corral de Diego.
Después de unos pocos minutos caminando por esta bonita senda alcanzaremos la nevera y el corral de Diego, principal encrucijada de caminos del Benicadell y donde, incomprensiblemente, no hay ninguna señal.
Corral de Diego |
A nuestra izquierda y antes de llegar al corral destaca la nevera de Diego, esta situada en la vertiente oeste del Alto de la Font Freda. en la Serra del Benicadell. La nevera de Diego, junto con la nevera de Penalba, eran propiedad del vecino de Atzeneta Vicent Soler, apodado "Lo Cardenal" desde 1626. En el siglo XVIII el también atzanetíno Diego Soler, descendiente del anterior, construyó ante la nevera el corral de Diego, hecho que demuestra que la construcción de una nevera no implicaba solo el edificio, también requería disponer de tierras por el alrededor, lo era, donde se recogía la nieve. La existencia de la nevera de Diego ya aparece referenciada a una tributo señorial de las tierras de el atzanetíno Francesc Soler de Diego, el año 1669.
Es un pozo que perdió el techo y el muro perimetral, y al encontrarse hasta hace poco cubierta por vegetación, era prácticamente invisible. La de Diego es una nevera de planta circular de piedra de mazonería unida con mortero. El pozo interior, semiexcavado en la roca, tiene 8 metros de diámetro, 7 metros de profundidad hasta el nivel del suelo y una capacidad estimada de unos 350 metros cúbicos. Para superar el desnivel de la vertiente sobre la que fue construida se construyó al noroeste un margen del suelo. En la actualidad el fondo del depósito, excavado directamente en la roca madre, se encuentra suficiente cubierto por las restos del escombro de los desaparecidos techo y muro perimetral. Estuvo cubierta por teja árabe según se deduce por las numerosas restos del interior del pozo, con nervios de madera, quedando aún visibles a los laterales del pozo interior los estribos donde descargaba la estructura del tejado.
Los muros exteriores miden 1,20 metros de espesor y presentan dos aberturas orientadas al N-NE y S-SW, de 1,40 metros de anchura exterior. La cubierta estaba sostenida por un arco, los estribos del que se aprecian en el interior del pozo, formados por grandes losas de piedra trabadas. Para ayudar a la descarga del arco, hay dos pequeños contrafuertes en la parte exterior del muro. Alrededor del depósito hay numerosas restos de teja árabe.
Al igual que la vecina nevera de Penalba, también contaba con una casita para el refugio de los nevaters y las herramientas, pero que aparte también podría servir para acoger los animales de carga e incluso que fuera vivienda de un vigilante fuera de temporada de nieves. Las neveras extendidas a lo largo de la Serra de Benicadell llevaban su nieve a las localidades de la Ribera.
Unos metros mas adelante encontraremos el corral. El de Diego fue el último gran corral del Benicadell, dando nombre en el edificio, a la cercana nevera y a el azagador que subía por Atzeneta (actuales SLCV 119 y PRCV-222). Por su ubicación en este bello lugar, tanto la ruta dels nevaters como del mencionado azagador, le favorecían al disponer siempre de leñadores, nevaters, trajinantes o ganaderos que involuntariamente vigilaban la nevera. La propiedad del corral y la nevera pertenecieron a los Soler hasta el año 1884, cuando la nevera pasó a manos de un tal Mingo y el corral al carricolino, Antoni Altabert Sanz. El corral fue explotado hasta bien entrado el siglo pasado por sus descendientes, entrando desde entonces en una rápida decadencia que lo llevaría al actual estado de ruina y abandono, a pesar de todo constituye aún hoy día uno de los símbolos del Benicadell por el pasado que representa.
En esta encrucijada de caminos veremos uno a nuestra derecha que conduce mas directamente a la Casa de D. Miguel, a nuestra izquierda el camino hacia Atzaneta d’Albaida y en el centro el camino hacia la Font Freda, que será por el que continuaremos. Dejaremos atrás a nuestra derecha el corral de Diego y continuaremos paseando por la pista forestal que va en dirección a la Font Freda, antes de llegar a la misma llegamos a una curiosa cruz, la cual es un homenaje a Sempere que imagino que seria un montañero y es en conmemoración suya, desde aquí se aprecian unas fantásticas vistas. Aquí conectamos con la pista forestal de l’Ombria del Benicadell o de la Font Freda, en donde continuamos por nuestra derecha. Recorremos unos pocos metros mas y llegamos a la Font Freda.
Es un pozo que perdió el techo y el muro perimetral, y al encontrarse hasta hace poco cubierta por vegetación, era prácticamente invisible. La de Diego es una nevera de planta circular de piedra de mazonería unida con mortero. El pozo interior, semiexcavado en la roca, tiene 8 metros de diámetro, 7 metros de profundidad hasta el nivel del suelo y una capacidad estimada de unos 350 metros cúbicos. Para superar el desnivel de la vertiente sobre la que fue construida se construyó al noroeste un margen del suelo. En la actualidad el fondo del depósito, excavado directamente en la roca madre, se encuentra suficiente cubierto por las restos del escombro de los desaparecidos techo y muro perimetral. Estuvo cubierta por teja árabe según se deduce por las numerosas restos del interior del pozo, con nervios de madera, quedando aún visibles a los laterales del pozo interior los estribos donde descargaba la estructura del tejado.
Los muros exteriores miden 1,20 metros de espesor y presentan dos aberturas orientadas al N-NE y S-SW, de 1,40 metros de anchura exterior. La cubierta estaba sostenida por un arco, los estribos del que se aprecian en el interior del pozo, formados por grandes losas de piedra trabadas. Para ayudar a la descarga del arco, hay dos pequeños contrafuertes en la parte exterior del muro. Alrededor del depósito hay numerosas restos de teja árabe.
Al igual que la vecina nevera de Penalba, también contaba con una casita para el refugio de los nevaters y las herramientas, pero que aparte también podría servir para acoger los animales de carga e incluso que fuera vivienda de un vigilante fuera de temporada de nieves. Las neveras extendidas a lo largo de la Serra de Benicadell llevaban su nieve a las localidades de la Ribera.
Unos metros mas adelante encontraremos el corral. El de Diego fue el último gran corral del Benicadell, dando nombre en el edificio, a la cercana nevera y a el azagador que subía por Atzeneta (actuales SLCV 119 y PRCV-222). Por su ubicación en este bello lugar, tanto la ruta dels nevaters como del mencionado azagador, le favorecían al disponer siempre de leñadores, nevaters, trajinantes o ganaderos que involuntariamente vigilaban la nevera. La propiedad del corral y la nevera pertenecieron a los Soler hasta el año 1884, cuando la nevera pasó a manos de un tal Mingo y el corral al carricolino, Antoni Altabert Sanz. El corral fue explotado hasta bien entrado el siglo pasado por sus descendientes, entrando desde entonces en una rápida decadencia que lo llevaría al actual estado de ruina y abandono, a pesar de todo constituye aún hoy día uno de los símbolos del Benicadell por el pasado que representa.
En esta encrucijada de caminos veremos uno a nuestra derecha que conduce mas directamente a la Casa de D. Miguel, a nuestra izquierda el camino hacia Atzaneta d’Albaida y en el centro el camino hacia la Font Freda, que será por el que continuaremos. Dejaremos atrás a nuestra derecha el corral de Diego y continuaremos paseando por la pista forestal que va en dirección a la Font Freda, antes de llegar a la misma llegamos a una curiosa cruz, la cual es un homenaje a Sempere que imagino que seria un montañero y es en conmemoración suya, desde aquí se aprecian unas fantásticas vistas. Aquí conectamos con la pista forestal de l’Ombria del Benicadell o de la Font Freda, en donde continuamos por nuestra derecha. Recorremos unos pocos metros mas y llegamos a la Font Freda.
La Font Freda |
En la sierra del Benicadell en el Término Municipal de Bèlgida, nace la emblemática Font Freda, donde el agua suele chorrear más fresca que la de otras fuentes, incluso en verano. En siglos pasados los marqueses de Albaida, y sus vasallos de Atzeneta y Carrícola, reivindicaron infructuosamente la posesión de esta fuente; de ahí viene la denominación del ‘barranc del Pleit’.
El año 1904 el ayuntamiento Bélgida renovó el aspecto de la fuente, colocó una pila y un caño con la siguiente inscripción “ Bèlgida 1904”; el 1912 se separó unos metros el chorro del alfaguara y se dio en el terreno el declive necesario por acceder a la fuente; el 1914 se plantaron unos árboles; el 1915 se colocó un grifo de abrir y cerrar ; el 1933 los ingenieros forestales construyeron paelleros y bancos de ladrillo. El año 1953, volvió a reformarse y, con posterioridad, el entorno ha sufrido otras intervenciones de mejora y ajardinamiento, por ser un lugar tradicional de esparcimiento y encuentro.
La Font Freda, un magnífico lugar forestal recreativo donde, aparte de la fuente, hay paelleros, mesas y bancos de piedra. Aquí podemos descansar merecidamente a la sombra de chopos y olmos, en un lugar donde realmente su topónimo hace justicia por el agradable frescor que hay, incluido en los meses estivales. Junto a la fuente hay un pequeño sendero que se dirige a un mirador de obra, al que nosotros nos acercaremos, y a cambio de unos minutos, disfrutaremos de una magnífica vista de la Valle de Albaida.
Tanto de la fuente como desde el mirador disfrutaremos de unas vistas magnificas. Desde el mirador regresamos a la pista y continuamos por nuestra izquierda, ahora caminamos por la ancha pista forestal de l’Ombria del Benicadell o de la Font Freda, pasaremos un par de curvas, cruzamos el Barranc de les Coves y nuestra derecha en lo alto veremos unas cuevas, continuamos caminando por la pista. Sin abandonar la pista cruzaremos ahora el Barranc de la Mata, y continuamos por la pista hasta llegar a una construcción a nuestra izquierda y casi frente a ella veremos a nuestra derecha un poste y una senda por la que debemos de continuar, pero como de costumbre nos detenemos a reponer fuerzas con nuestro acostumbrado almuerzo.
Una vez finalizado el imprescindible almuerzo continuamos por la senda que hemos comentado esta senda discurre con un continuado ascenso muy cerca de una línea del tendido eléctrico, y que nos llevará a enlazar, junto a una de sus torres con la senda que por nuestra izquierda continua para la ascensión al Benicadell.
Pero nosotros continuaremos por la senda de nuestra derecha, esta senda ahora discurre de forma mas llana e incluso en descenso hasta llegar a divisar la Casa de D. Miguel.
Unos metros antes de llegar a la casa en ruinas nos desviamos por nuestra izquierda por un tramo de monte algo mas despejado de lo normal y que en unos metros nos llevará a la primera de las neveras de Carcaixent, la de Dalt, tiene la particularidad de contar con planta cuadrangular, de 13.3 metros de diámetro exterior construida en mazonería y mortero de cal. Se encuentra nivelada por un ancho margen artificial de hasta 10 metros de ancho, acuñado por cuatro muros de hasta 15 metros y cinco contrafuertes, con la función tanto salvar el desnivel del barranco como de servir como muelle de carga. Conserva parte de un doble muro perimetral construido en dos épocas diferentes, sobre el que se aprecian 4 aberturas al interior. El pozo interior, de planta circular y enlucido con mortero, tiene 10 metros de diámetro, 7.5 metros de profundidad desde el nivel del suelo y una capacidad estimada de 600 metros cúbicos. El fondo se encuentra repleto de escombros del techo y muros, y invadido por la vegetación. Ha perdido el techo, pero en el interior del depósito se encuentran las restos de los estribos de los arcos sobre los que se sostenía.
El año 1904 el ayuntamiento Bélgida renovó el aspecto de la fuente, colocó una pila y un caño con la siguiente inscripción “ Bèlgida 1904”; el 1912 se separó unos metros el chorro del alfaguara y se dio en el terreno el declive necesario por acceder a la fuente; el 1914 se plantaron unos árboles; el 1915 se colocó un grifo de abrir y cerrar ; el 1933 los ingenieros forestales construyeron paelleros y bancos de ladrillo. El año 1953, volvió a reformarse y, con posterioridad, el entorno ha sufrido otras intervenciones de mejora y ajardinamiento, por ser un lugar tradicional de esparcimiento y encuentro.
La Font Freda, un magnífico lugar forestal recreativo donde, aparte de la fuente, hay paelleros, mesas y bancos de piedra. Aquí podemos descansar merecidamente a la sombra de chopos y olmos, en un lugar donde realmente su topónimo hace justicia por el agradable frescor que hay, incluido en los meses estivales. Junto a la fuente hay un pequeño sendero que se dirige a un mirador de obra, al que nosotros nos acercaremos, y a cambio de unos minutos, disfrutaremos de una magnífica vista de la Valle de Albaida.
Tanto de la fuente como desde el mirador disfrutaremos de unas vistas magnificas. Desde el mirador regresamos a la pista y continuamos por nuestra izquierda, ahora caminamos por la ancha pista forestal de l’Ombria del Benicadell o de la Font Freda, pasaremos un par de curvas, cruzamos el Barranc de les Coves y nuestra derecha en lo alto veremos unas cuevas, continuamos caminando por la pista. Sin abandonar la pista cruzaremos ahora el Barranc de la Mata, y continuamos por la pista hasta llegar a una construcción a nuestra izquierda y casi frente a ella veremos a nuestra derecha un poste y una senda por la que debemos de continuar, pero como de costumbre nos detenemos a reponer fuerzas con nuestro acostumbrado almuerzo.
Una vez finalizado el imprescindible almuerzo continuamos por la senda que hemos comentado esta senda discurre con un continuado ascenso muy cerca de una línea del tendido eléctrico, y que nos llevará a enlazar, junto a una de sus torres con la senda que por nuestra izquierda continua para la ascensión al Benicadell.
Pero nosotros continuaremos por la senda de nuestra derecha, esta senda ahora discurre de forma mas llana e incluso en descenso hasta llegar a divisar la Casa de D. Miguel.
Unos metros antes de llegar a la casa en ruinas nos desviamos por nuestra izquierda por un tramo de monte algo mas despejado de lo normal y que en unos metros nos llevará a la primera de las neveras de Carcaixent, la de Dalt, tiene la particularidad de contar con planta cuadrangular, de 13.3 metros de diámetro exterior construida en mazonería y mortero de cal. Se encuentra nivelada por un ancho margen artificial de hasta 10 metros de ancho, acuñado por cuatro muros de hasta 15 metros y cinco contrafuertes, con la función tanto salvar el desnivel del barranco como de servir como muelle de carga. Conserva parte de un doble muro perimetral construido en dos épocas diferentes, sobre el que se aprecian 4 aberturas al interior. El pozo interior, de planta circular y enlucido con mortero, tiene 10 metros de diámetro, 7.5 metros de profundidad desde el nivel del suelo y una capacidad estimada de 600 metros cúbicos. El fondo se encuentra repleto de escombros del techo y muros, y invadido por la vegetación. Ha perdido el techo, pero en el interior del depósito se encuentran las restos de los estribos de los arcos sobre los que se sostenía.
Nevera de Baix |
Una vez terminada la visita regresamos por el mismo camino de ida hasta la pista y por nuestra izquierda continuamos hasta la Casa de D. Miguel, antigua casa de los nevaters de las inmediatas neveras de Baix y de Dalt, conocidas como las neveras de Carcaixent por ser propiedad de este municipio de la Ribera Alta, y que encontramos en ruinas y en donde ahora continuaremos por nuestra izquierda, recorremos unos 150 metros desde la casa, Siguiendo la cabecera del barranco, en el oeste y por encima de la pista forestal, campo a través se encuentra la nevera Carcaixent de Baix, una nevera de planta tronco-piramidal de 13 metros de diámetro exterior, sentada por encima de un margen artificial que, aparte de acuñar el pozo por encima del desnivel del Barranc de l’Avenc, sirve como muelle de carga y evacuación del agua del deshielo. Conserva fragmentos del muro perimetral, adosado al que se encuentra un contrafuerte a la vertiente noroeste. En el oeste se observan las restos de una puerta. El pozo interior tiene 11.4 metros de diámetro, 5.6 metros de profundidad y una capacidad aproximada de unos 500 metros cúbicos, aunque en la actualidad se encuentra casi terraplenado por los sedimentos y restos de escombro del desaparecido techo y de los muros.
Desde esta ultima nevera comenzamos a descender por la senda que discurre paralela al Barranc de l’Avenc y que nos llevará hasta el cruce en donde se une el Barranc de l’Avenc al dels Fontanars, lugar por el que pasamos en la mañana y en donde ahora continuaremos por nuestra izquierda deshaciendo el camino que en el comienzo de nuestra ruta realizamos, y que nos llevará hasta llegar al lugar en donde aparcamos nuestro coche y en donde daremos por finalizada nuestra ruta de hoy.
Gracias por la ayuda en la descripción de la ruta a www.belgida.es y a www.auntirdepedra.com
Hasta pronto.
TRACK
Gracias por la ayuda en la descripción de la ruta a www.belgida.es y a www.auntirdepedra.com
Hasta pronto.
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