lunes, 4 de enero de 2021

Agullent - Alt de les Olles - Font de la Maciana

Área recreativa Font de la Maciana
Fecha: 3/1/21
Tipo de ruta: Circular
Lugar de inicio: Agullent, La vall d'Albaida, Valencia
Hora de inicio: 7 h 24 min
Duración: 4 h 13 min
Distancia: 11,62 Km
Dificultad: Media-Baja
Altura mínima: 402 m
Altura máxima: 666 m
Indice IBP: 45
Calificación (1-10): 8
Recorrido: Agullent – Ermita de Sant Vicent (vella) – Ermita de Sant Vicent (nova) – Forn de Neu – Senda dels Enginers – Cami vell de Ontinyent a Agres – Senda del Torrater – Alt de les Olles – Cami vell de Ontinyent a Agres – Senda dels Enginers – Senda del Galindero – Pozo – Bararranc del Sapo – Área recreativa y font de la Maciana – Lazareto – Forn de Neu – Font de Sant Vicent – Ermita de Sant Vicent (nova) – Ermita de Sant Vicent (vella) – Agullent.
Datos técnicos:

Cómo llegar:
Saldremos de Algemesí por la CV-42 con dirección a Alzira, para desde allí dirigirnos hacia Benimuslem por la CV-550 y desde allí con dirección a Alberique conectaremos con a la A-7, Autovía del Mediterráneo con dirección a Albacete. Tomaremos el desvío en la salida, por la CV-60, y A7, carretera de Gandia y Ontenient-Alcoy, pasaremos por el túnel de la Olleria, y dejaremos a nuestra derecha la población de Aielo de Malferit. Seguiremos por la A-7 hasta llegar a desviarnos a nuestra derecha por la salida n.º 420, nos encontraremos con una rotonda en donde continuaremos por nuestra izquierda por la CV-60 con dirección a Agullent.
Entramos en la población de Agullent por la calle Jose M.ª Casanova, y al llegar al cruce con la Avenida de la Vall d'Albaida nos desviaremos por nuestra derecha, por la Avda. Vall d’Albaida. Llegaremos al cruce con la Avda. Ontinyent, en donde continuaremos recto por la calle Vivente A. Espí Espí, hasta llegar a una rotonda rectangular, es la Plaza de España, en donde continuaremos por nuestra izquierda por la calle Enrric Valor, hasta llegar a una nueva rotonda en donde continuaremos por la calle en ascenso frente a nosotros con dirección a la ermita, por la calle Rei En Jaume hasta llegar al primer cruce y la plaza de les Eres en donde continuaremos por nuestra derecha por el carrer de l’Assagador que nos llevara junto al bar Font Jordana, en donde encontraremos algún lugar en donde aparcar nuestro coche y dar comienzo a la ruta de hoy.

Descripción de la ruta:
Esta semana la ruta discurre por las cercanías de Agullent.
Comenzamos nuestro recorrido por un camino cementado en ascenso en donde nos acompañan los casalicios de del vía crucis que va ascendiendo entre algunos chalets y nos lleva a pasar junto a la ermita de Sant Vicent, la vieja, que encontraremos a nuestra derecha. Se trata de un agradable paraje de gran valor paisajístico en la loma cercana a la población, cubierta de pinos, en un entorno muy cuidado que incluye zona de esparcimiento.
En Agullent pervive una gran devoción por su patrono, San Vicente Ferrer, que predicó y vivió aquí en 1410. Esta capilla, llamada La Vella por ser la primitiva donde el santo dominico solía retirarse como ermitaño, está reedificada sobre los cimientos de la original, del siglo XV. El edificio actual fue reconstruido en 1976, inaugurandose el 1 de abril de 1979.
Se trata de una pequeña ermita muy sencilla, con aspecto de barraca y tejado a dos aguas. La puerta es adintelada, emplanchada y con dos amplias mirillas. Sobre ella, iluminado por un farolillo y ocupando buena parte del frontón, se abre un nicho con un panel cerámico que representa la clásica imagen del santo.
El interior es muy reducido pero ricamente adornado. Posee pilares y cornisa denticulada que sostienen la bóveda de medio cañón. El retablo sobre el altar adosado sigue el gusto neoclásico, y en su hornacina acristalada se venera una talla de San Vicente Ferrer, de mediados del siglo XIX.
Continuamos por este camino y unos metros mas adelante nos encontraremos con la Ermita de Sant Vicent, la nova. La Ermita Nova se halla, como vemos, muy próxima a la vieja, y un poco más elevada, edificada sobre la roca de la loma donde se asienta.
Su construcción comenzó el 20 de octubre de 1745 sobre las ruinas de otra anterior que se vino abajo durante el terremoto que poco antes asoló la comarca. Fue restaurada interiormente en 1992 y presenta un excelente aspecto.
Este templo, muy querido por los agullentinos y muy popular en toda la comarca, está directamente relacionado con dos famosos milagros de San Vicente Ferrer: cuenta la tradición que durante su predicación en Agullent el santo valenciano se alojó en una de las casas del pueblo, y al día siguiente los propietarios de la misma descubrieron que sobre la tabla que había servido de soporte a su colchón había quedado impresa la imagen del santo. Esta tabla, conocida como La Post, se venera todavía en el retablo del altar mayor de la ermita. En todo caso, y con independencia de su origen milagroso o no, se trata de una valiosa pintura gótica de la escuela valenciana. 
Ermita de Sant Vicent (nova)

Pero más celebrado aún es el llamado Miracle de la Llàntia (Milagro de la Lámpara), sucedido en la Ermita Vella, según la tradición, el 3 de septiembre de 1600. Por aquel entonces Agullent sufría una mortífera epidemia de peste y una noche, cerrada ya la ermita, el ermitaño vio a la luz de la lámpara de aceite a un fraile dominico rezando ante el altar. Sorprendido por el hecho fue a buscar a su mujer, pero cuando regresaron el fraile ya había desaparecido, aunque observaron que la lámpara lucía con un resplandeciente fulgor y estaba llena de aceite a pesar de que en los últimos días no se había llenado. Avisados los habitantes del pueblo del suceso, acudieron en gran número a la ermita y en ese momento la lámpara se desprendió del techo y cayó al suelo sin vaciarse ni romperse. Inmediatamente se ungieron con el aceite, desapareciendo milagrosamente la peste y curándose los enfermos. Esta lámpara es la que todavía se conserva aquí en lugar destacado junto al altar. 
Se trata de un templo de buen tamaño que tiene además anexo el edificio de una Casa de Ejercicios Espirituales. Viene precedido por un porche con tejado independiente a una sola vertiente con cuatro arcos frontales y uno lateral, siendo sólo practicable uno de ellos, carpanel, al que se accede por amplia escalinata. Sobre él hay un azulejo con el nombre de la ermita y un retablillo cerámico con la imagen de San Vicente. Más arriba se abre una ventana rectangular y abocinada. El frontón es triangular, también con otra ventana de iguales características, y posee espadaña en el extremo izquierdo del alero, con campana, cruz y veleta. El paramento lateral que queda libre se refuerza con contrafuertes cuyo tejadillo es prolongación de la cubierta de tejas del edificio, a dos aguas.
El interior es una nave única, rectangular y alargada, cubierta por bóveda con lunetos cruzada por arcos fajones que reposan sobre pilastras con cornisa entre las que se abren las cuatro capillas laterales bajo archivoltas, todo decorado con pinturas barrocas. En el presbiterio, con bóveda de cascarón, se halla el hermoso retablo barroco de madera dorada cuyo cuerpo central preside la tabla Lo Post, flanqueada por pinturas de 1946 de José Segrelles alusivas al milagro de la llàntia o lámpara, que pende junto al altar. Se conservan también antiguos lienzos y otra valiosa imaginería pero entre ella destaca especialmente un Cristo Crucificado, magnífica talla policromada del siglo XV que se encuentra en la primera capilla de la derecha.
Agullent celebra la festividad de San Vicente el lunes siguiente al de Pascua, que coincide con las populares fiestas de Moros y Cristianos.
Sin embargo, más importante es la romería nocturna o Nit de les Fogueretes, que cada 3 de septiembre recuerda el Miracle de la Llàntia y la salvación del pueblo de la peste. Es una de las festividades más curiosas y singulares de la Comunidad Valenciana: a las 11 de la noche los agullentinos, reunidos en la Plaça Major, suben en romería a la ermita portando antorchas y farolillos encendidos, lo que constituye un espectáculo extraordinario. Una vez en el templo se cantan los Gozos del Santo y los devotos se untan con el aceite de la lámpara milagrosa, que según la tradición piadosa protege de las enfermedades.
Seguimos nuestra ruta por este camino que va bordeando la población por la parte alta hasta llegar a desviarnos por nuestra izquierda rodeando el polideportivo, en donde detrás del mismo y a nuestra izquierda encontraremos el Fornet de Neu. Pozo de pequeñas dimensiones, recientemente restaurado y visitable, es el testimonio de una actividad económica ya extinguida: el comercio de la nieve. Rematado con una bóveda, está catalogado como una de las 137 cavas censadas en el sector Bético Meridional. Su actividad era estrictamente local, sin intervenir en el mercadeo a gran escala. Según el cronista oficial de Agullent, el horno ya estaba construido a finales del siglo XVI, pues la documentación municipal recoge la solicitud de Ontinyent a Agullent de nieve, como remedio terapéutico para la epidemia de peste que estaban sufriendo.
Seguimos en ascenso por una amplia pista, asfaltada en algunos tramos, y que en constante ascenso nos conducirá hasta llegar al cruce con el Camí Vell d'Ontinyent a Agres en las cercanías l'Alt del Torrater, y justo en punto en donde confluyen los términos de Agullent, Ontinyent y Alfafara. Una vez en este camino, seguiremos las indicaciones por nuestra derecha y caminaremos siempre por pista forestal por encima del cordal de la sierra unos 300 metros hasta encontrarnos con otro poste direccional en el cruce del Camí del Torrater.
Continuaremos por la pista forestal del Camí del Torrater, pista que discurre justo entre los limites de los términos municipales de las poblaciones de Ontinyent y Alfafara. Desde allí, podremos disfrutar de unas fenomenales vistas de la Serra Mariola, ya que el día nos acompaña, pues el cielo despejado, con alguna racha de viento, y con un sol que nos empieza a calentar.
En el Camí del Torrater, ya se abren las vistas al Valle de Albaida con el pueblo de Ontinyent en primer plano, a la derecha, y las antenas del alto hacia el que vamos a la vista, a la derecha. Continuamos por la pista forestal y en un momento estamos a los pies del vértice geodésico del Alto de les Olles. En este cruce dejamos la pista por nuestra derecha por un camino asfaltado y que en apenas doscientos cincuenta metros, llega hasta el Vértice Geodésico del Alt de les Olles, con 674 m.s.n.m. y cuya cima se encuentra abarrotada de antenas de tv, telefonía y demás. Desde este hito, hacia el Sur, tenemos vistas amplias a toda la sierra Mariola, hacia su vertiente de la umbría. Hacia la izquierda está la loma este de la sierra de Agullent y se ve, en la lejanía, la punta del Benicadell, que identificamos por su característica forma de águila.
Después de reposar unos momentos emprendemos el camino de regreso, y lo hacemos por el mismo camino utilizado para llegar hasta aquí, hasta llegar al desvío por nuestra izquierda por una senda en descenso por la que recorreremos unos 600 metros hasta llegar al cruce con la senda del Enginers, que por nuestra izquierda viene de Ontinyent y por nuestra derecha se dirige a la Cova Alta. Entre las dos vemos una senda algo a nuestra izquierda que continúa descendiendo, es la Senda del Galindero que será por la que continuaremos durante unos casi 200 metros para desviarnos a nuestra derecha, por la misma senda del Galindero. Recorremos un tramo de unos 225 metro y en una curva encontraremos a nuestra derecha un pozo, junto a lo que parece un aljibe y un refugio, todos ellos en estado de abandono, continuamos por la misma senda en descenso y encontramos un lugar algo al receso del viento en donde nos detenemos para reponer fuerzas con nuestro acostumbrado almuerzo. 
Pozo

Una vez finalizado este indispensable momento reanudamos la marcha por la misma senda. Ahora continuamos por senda , pero haremos algún tramo monte a través, pero siempre guiados por el GPS, nos conducirá a la senda, cruzaremos el Barranco del Sapo y recorremos 1,3 kilómetros hasta llegar al cruce con el Barranc de la Maciana, y a nuestra izquierda encontramos el área recreativa y la Font de la Maciana. Nos detenemos en este lugar, y nos dirigimos a la fuente por la parte alta y encontramos a alguien que nos observa, mientras sostiene un libro en sus manos, es Enric Valor, nacido en Castalla, vivió en Agullent doce años, de manera intermitente, puesto que era suegro del médico del pueblo, Lluís Gea. Durante aquellos doce años, resultaba fácil encontrarse a Enric Valor por Agullent, con el sombrero en la cabeza levemente inclinado, saludando apenas con un gesto; otros, se dirigía a pie hacia la montaña, acompañado a menudo por algunos de sus amigos literatos. Hoy lo hemos encontrado sentado junto a la fuente y nos hemos hecho una foto en su compañía. 
Enric Valor

Nos despedimos de Enrric Valor y la Font de la Maciana y continuamos nuestro recorrido saliendo a la pista que asciende por nuestra derecha durante unos 350 metros hasta llegar junto al Lazareto que encontramos a nuestra izquierda, una construcción que se intuye de base rectangular de la que solo quedan en pie tres de sus sus muros, el Lazareto es un edificio que históricamente se utilizaba para ubicar a las personas con enfermedades contagiosas como la lepra, la tuberculosis o la peste bubónica. De hecho, está constatado documentalmente que durante la peste de 1600, algunos de los afectados fueron desplazados hasta este espacio para tratar de evitar la proliferación de la enfermedad. Según las crónicas, a pesar de que no recibían curas médicas, no fueron abandonados a su suerte. Sino que los familiares los acercaban comida y ellos mismos se desplazaban hasta la Font Maciana para beber. La poca incidencia de la peste en Agullent, gracias al “Milacre de la Llàntia” de San Vicente Ferrer, derivó en la celebración anual de la Nit de les Fogueretes, fiestas declaradas de Interés Turístico Provincial. 
Con el paso de los años, el aumento de la salubridad y la reducción de la proliferación de enfermedades contagiosas, hizo que el uso original del lazareto se perdiera, y de hecho en algún momento fue empleado como corral por animales, pues está ubicado bien cerca del camino que a través de la Sierra de Agullent conducía hacia Bocairent y hacia el valle de Agres.
Los lazaretos de más envergadura estaban ubicados en puertos o lugares fronterizos donde se hacía pasar cuarentena a las personas o a las mercancías sospechosas de infecciones epidémicas o endémicas.
Una vez finaliza la visita al Lazareto salimos a la senda y continuamos para llegar junto a un pequeño aparcamiento, al final de cual sale una senda por nuestra izquierda que nos conduce al camino asfaltado por el que iniciamos nuestro recorrido, y en donde continuaremos por nuestra izquierda deshaciendo el camino de ida pasando por los mismos lugares en donde ahora nos detenemos para poder observarlos a la luz del día, y así sin ninguna prisa llegaremos junto la Font de la Jordana, en donde nos tomamos un par de cervezas en el bar que allí mismo encontramos, dando así por finalizada nuestra ruta de hoy.
Gracias por la ayuda en la descripción de la ruta a www.serramariola.org , www.turismeagullent.com
Hasta pronto.

TRACK


No hay comentarios:

Publicar un comentario