sábado, 30 de diciembre de 2023

Tavernes de la Valldigna - Font de la Sangonera

Font de la Sangonera
Fecha: 17/12/23
Tipo de ruta: Circular
Lugar de inicio: Tavernes de la Valldigna, La Safor, Valencia
Hora de inicio: 7 h 9 min
Duración: 4 h 57 min
Distancia: 9.91 Km
Dificultad: Media
Altura mínima: 39 m
Altura máxima: 521 m
Índice IBP: 61
Calificación (1-10): 8
Recorrido: Tavernes de la Valldigna – Castillets – Fontetes de Cantús – Pla de les Creus – Horno de Cal – Casa del Herbolari – Font de la Sangonera – Camino de Amoladors – Senda dels Borregos – Fuente de la Mina – Canal de la Defensa – Ermita del Cristo del Calvario – Tavernes de la Valldigna.
Datos técnicos:

Cómo llegar:
Saldremos de Algemesí por la CV-42, para dirigirnos hacia Alzira, bordearemos la población para desde allí seguir por por la CV-50 con dirección a la Barraca de d'Aigues Vives, después de pasar esta población y el Portixol llegaremos a una rotonda en donde por nuestra derecha nos dirigiríamos a Simat de la Valldigna, pero nosotros continuaremos recto con dirección a Tavernes de la Valdigna. Una vez en la población la atravesaremos por la Avenida de la Valldigna y poco antes de salir de la población, en la rotonda con unas palmeras y una fuente en el centro, nos desviaremos por nuestra izquierda por la calle Mestre Serrano, hasta llegar al ultimo cruce con la calle Sant Lluis en donde continuamos por nuestra izquierda y en el segundo cruce con la calle del Pintor Sorolla, continuaremos por nuestra derecha hasta el final que sera el cruce con la calle Castellets, lugar en donde aparcaremos nuestro coche para dar comienzo a nuestra ruta de hoy.


Descripción de la ruta:
Esta semana la ruta discurre por las cercanías de Tavernes de la Valldigna.
La ruta que vamos a realizar hoy con la compañía de Pepe y Fernando, es una mezcla de las sendas de corto recorrido PR-CV 38 y PR-CV 40, una ruta sin ninguna dificultad técnica, conoceremos alguno de los puntos más emblemáticos de la sierra Corbera, como la Sangonera o los Castellets. Nos encontramos ante unos 8 kilómetros de agradable caminar, por una ruta circular que seguiremos en contra de las agujas del reloj, en contra del PR a pesar de ser la misma que sigue la tradicional marcha a las Cruces que se celebra cada 1 de mayo , más sencilla subjetivamente. Por el camino nos encontraremos con numerosos atajos, todos ellos tan bien señalizados que es casi imposible equivocarse, un magnífico trabajo del Centro Excursionista de Tavernes de la Valldigna.
Las Cruces, puerta de acceso oriental a la Comarca de la Valldigna y singular relieve prelitoral, es un hito paisajístico de primer orden y un referente del senderismo valenciano. La montaña de las Cruces se encuentra en la vertiente levantino de la sierra de Corbera, último contrafuerte aislado de la cordillera Ibérica por el sur. Se trata de uno de los mejores lugares para la práctica del senderismo del País Valenciano, al ser todo el conjunto visitable.
La sierra de Corbera es un fabuloso anticlinal de unos 18 kilómetros de largo formado principalmente por rocas calizas y dolomías del Cretácico Superior. La de Corbera es una alineación montañosa ordenada en dirección noroeste a sureste, formada por las sierras del Caballo, la Murta y las Agujas, separadas en el noroeste por los valles de la Murta, la Casella y Aguas Vivas, y unidas al sureste por las Cruces, en Tavernes. La sierra se distribuye entre las localidades de Alzira, Corbera, Llaurí, Favara, Simat de la Valldigna y Tavernes de la Valldigna, cada una de ellas con sus senderos de acceso. Los picos principales son, de norte a sur, el Cavall Bernat (585 m), la Cruz del Cardenal (540 m), la Raya (625 m), el Massalari (602 m) y el alto de las Cruces (542 m ).
Dejaremos los vehículos y seguiremos la canal, detrás de la cual se observan, en muchos tramos, enormes vallas de protección ante los frecuentes desprendimientos de rocas. Nos dirigimos hacia un visible depósito de agua, donde encontraremos a la derecha la senda con las señales del PR. Ascenderemos suavemente al principio por un bonito sendero rodeados de densos pinares. Encontraremos muchos pinos jóvenes, producto de repoblaciones como consecuencia de los numerosos incendios forestales que ha sufrido la sierra. Nos dirigimos siempre en dirección al castillo de Tavernes, visible desde el pueblo a los pies de un corte de la montaña, hasta alcanzar el desvío a nuestra izquierda. Podremos acceder al castillo unos cuantos metros después, cuando la senda adopta un giro hacia la derecha. Nosotros dejaremos esta visita para otra ocasión.
Vistas de Tavernes

El Castillo de Tavernes o de Alcalà de Alfandec, y que también es conocido como Els Castellets, es un conjunto de restos de una construcción de época musulmana fortificada.
En este castillo, que se encuentra como es típico en este tipo de construcciones en lo alto de un promontorio, y en este caso parte del macizo de las Tres Cruces, podemos disfrutar de unas vistas increíbles, y tratar de recrear cómo sería en su época de máximo esplendor.
Se trata de un edificio alargado que estaba seguramente rodeado de un muro o elementos defensivos de mampostería de los que solo quedan vestigios.
Además, incluye dos torres y un aljibe, elementos necesarios en fortificaciones destinadas a proteger a la población civil de ataques bélicos. Se han podido conservar algunas grafías de la época en que fue construido, lo cual constituye un legado muy valioso.
El Castillo de Tavernes o de Alcalà de Alfandec se puede visitar, aunque el acceso no es demasiado sencillo y hace falta ir calzado adecuadamente y algo de habilidad.
Seguiremos la senda y ascenderemos junto paredes durante unos 10 minutos hasta llegar a las Fontetes de Cantus (230 m). La presencia de juncos advierten de la presencia de unas surgencias poco caudalosas que brotan por unos caños de cobre incrustados en la roca, y que en esta ocasión se encontraba seca. La fuente se sitúa aproximadamente a menos de un metro de su posición original, porque a consecuencia de un movimiento sísmico producido en 1989, casi llegó a desaparecer. Cerca de las fontetes se encuentran los abrigos de cura Ricard o covachas de Cantus, con pinturas rupestres del Mesolítico Inferior (12.000 a 9.000 aC), que veremos valladas. Desde este emplazamiento se abre una vista singular que abarca una franja de litoral mediterráneo comprendida entre Tavernes y el Montgó.
Continuaremos el camino, pasando por un estrecho paso llamado la escalera, y por una zona donde es evidente el continuo castigo que ha sufrido de incendios forestales. La senda comienza a zigzaguear. A la derecha del camino encontraremos una senda que se dirige al Mirador y el paraje de la Ermita de San Lorenzo PR-CV 39. Obviaremos la senda y continuaremos la nuestra hasta que aparece, por la izquierda, la primera de las tres cruces instaladas en la cima de la montaña.
Pero nos olvidaremos temporalmente de cruces y giraremos la vista hacia el este; desde este punto la vista sobre el Mediterráneo ya justifica completamente la ruta, tenemos ante nosotros una de las mejores panorámicas de nuestras tierras, que abarca desde la Albufera de Valencia hasta Denia, espectacular cuando los arrozales se encuentran inundados; en medio destaca Cullera, a los pies de la Sierra de las Zorras, esa valenciana imitación de Hollywood que aparentemente podríamos tocar sólo estirando el brazo. Conforme la cuesta va disminuyendo llegaremos al Pla de las Creus (500 m), donde la senda se divide en dos caminos.
Vistas a la costa

 Estamos situados en el punto marcado como Derecha1, y llevamos recorridos unos 3,300 metros aquí continuaremos por nuestra derecha siguiendo las indicaciones del GPS, pues la senda parece desaparecer, y solo nos podremos guiar por unos escasos trozos de plástico atados a algunas ramas. Este recorrido nos conduce hacia el lugar que buscamos y tras recorre unos 550 metros nos acercamos hasta unos metros antes de llegar junto al punto en donde se encuentran las cadenas instaladas para facilitar el avance, lo que coincide con el mal estado de las rocas que se encuentran bastante húmedas y en este caso decidimos retroceder y continuar con nuestra ruta. Regresamos siguiendo el trazado de nuestro GPS, hasta llegar al punto marcado como Derecha2, en donde encontraremos el cruce con la misma senda que dejamos en el anterior Derecha1, y en donde continuamos por nuestra derecha. Continuaremos caminando por la cresta de la montaña, siguiendo las señales pintadas que iremos viendo. Poco a poco empezamos a descender, abriéndose a nuestra vista la llanura de la Sangonera, con el Massalari bien visible en el fondo; caminaremos por una estrecha senda.
Atravesaremos el llano y en unos 550 metros, llegaremos al punto marcado como Casa del Herbolario o Casa del Garbós, una pequeña edificación sin techo y en ruinas, a nuestra derecha veremos la conexión del sendero que conduce hacia la fuente de la Granata PR-CV 39, un vertiginoso sendero que en escasa distancia desciende 225 m, y que dejaremos para otra ocasión. Inmediatamente encontraremos un cruce, en el punto marcado como Derecha3, en donde si continuásemos por nuestra izquierda, la senda nos llevaría a la pista forestal de la Casella. Nosotros continuaremos el trayecto por la senda de la derecha, en dirección este, que se dirige a la Font de la Sangonera y no haremos caso de esta pista forestal, al menos temporalmente.
Recorremos unos 300 metros por esta senda y llegaremos al punto marcado como Font de la Sangonera, situada en un bello paraje verde y frondoso, acondicionado por el Centro Excursionista de Tavernes de la Valldigna. La fuente recibe el nombre de las sanguijuelas, teóricamente presentes en cualquier curso de agua. La fuente brota por un conducto metálico y derrama dentro de un lavadero rectangular usado como abrevadero, y como la primera se encuentra prácticamente seca. A la sombra de los árboles haremos un merecido descanso, y damos cuenta de nuestros almuerzos.
Si giramos la vista hacia el noroeste observaremos un llamativo barranco por donde asciende el PR-CV 304, una magnífica variante que nos llevaría a la cima del Massalari (602 m), máxima altura del término de Tavernes, y pilón de los Cuatro Términos, hito de Tavernes, Benifairó, Alzira y Favara.
Continuaremos por un sendero para llegar al punto marcado como Izquierda1, que por nuestra derecha baja a la Font del Barber, y en donde nosotros seguiremos el sendero hacia el sureste y que en unos 500 metros, nos llevará hasta el cruce con la pista forestal de la Casella, proveniente de Alzira. Seguiremos la pista forestal en dirección sur unos 150 metros hasta llegar a una curva muy cerrada a la derecha, en donde abandonaremos la pista en el punto marcado como Izquierda senda, y continuaremos por un sendero a nuestra izquierda.
Si continuamos la pista forestal nos podríamos acercar, en menos de 30 minutos, hasta el bonito y encantador paraje de la Font del Barber. Obviaremos pues la pista y tomaremos un sendero que, en dirección sur, nos llevará de paseo por un interesante llano, muy característico por contar con un marcado lapiaz y numerosas dolinas. Ante nosotros y a la derecha tenemos bien visible la Sierra de las Agujas, una gran muralla montañosa de hasta 564 metros que discurre paralela hasta Alzira, donde destacan las accidentadísimas agujas rocosas que le dan nombre.
El sendero va girando hacia la izquierda en dirección al mar, bordeando por la derecha el Cerro de la Sangonera. Llegaremos a un nuevo cruce, en donde seguiremos por nuestra izquierda, obviaremos el sendero de nuestra derecha y que se dirige hacia la Font del Barber. Por fin llegamos a un nuevo balcón en la Valldigna, en el punto donde se encuentra el acceso a la histórica senda de las Revoltes dels Amoladors. Esta senda de herradura, muy sinuosa y adoquinada, desciende vertiginosamente por el barranco de la Peña Roja en dirección a Tavernes. Merece la pena pararse cada poco tiempo para contemplarla desde arriba con detenimiento, espectacular sobre todo cuando va colgada en la acera del barranco. Mantenida por el centro excursionista, está construida con la antigua técnica de la piedra en seco, donde no se utiliza ninguna argamasa ni cal para atar la piedra caliza, unida artesanalmente y sostenida por su propio peso. La senda de les Revoltes era utilizada en la antigüedad por los vecinos del valle que subían a los corrales y terrenos de secano del Pla de la Sangonera y del Barber, o se dirigían hacia la Ribera. Después de unas cuantas curvas, interminables pero agradables, conectaremos a la izquierda con el PRV-40, la senda de los Borregos. Al otro lado del camino y a nuestra derecha, junto a unas verticales peñas, la Peña Roja, se encuentra la Vía Ferrata las Marujas, con inicio un centenar de metros más adelante. Llegados a este punto marcado como Izquierda Senda dels Borregos tendrá que elegir entre continuar descendiendo por los Amoladors, de recorrido vivaz, o desviarse por la senda de los Borregos, utilizada antiguamente como atajo más rápida por los hombres cuando no tenían necesidad de subir con animales de carga. Nosotros optamos por seguir la senda de los Borregos, de camino conoceremos unas paredes dignas de admiración conocidas como la Escuela de Escalada del Risco del Agua. Ambos caminos terminan por juntarse de nuevo, cerca ya de Tavernes, pasaremos junto la Fuente de la Mina, situada alrededor del único afloramiento de rocas magmáticas de la comarca, y que también encontramos seca. 
Fuente de la Mina

Finalmente llegamos al cruce con el canal de la Defensa, en donde continuaremos por nuestra izquierda junto al mismo canal, nos dirigiremos hacia la población pasaremos por la parte trasera de la ermita del Cristo del Calvario.
La Ermita del Cristo del Calvario, también conocida como Ermita del Calvario y Ermita del Santísimo Cristo de la Sangre, es un templo situado en las calles del Mur y Jardins, al pie de la montaña de Les Creus, en la parte alta de Tabernes de Valldigna.
El edificio fue acabado en 1874, según consta en la base de la espadaña. Con anterioridad hubo en el lugar otra ermita bajo la advocación del Cristo de la Agonía. La devoción local por el Cristo de la Sangre se desarrolló ampliamente a partir de la epidemia de cólera de 1885, ya que la opinión popular vinculó al Cristo con el final de la enfermedad.
Frente al templo, y descendiendo hacia el núcleo urbano, se extiende el Vía Crucis, que presenta casalicios blancos y cipreses. Hasta 1936 conservaba varios ejemplares de estos árboles cuya antigüedad se remontaba al siglo XVI.
La fachada es barroca y está adornada con sillares. Dos pilastras rematadas por jarrones la dividen en tres sectores verticales. La espadaña, en la que figura la fecha 1885, queda entre los jarrones.​
El acceso a la puerta principal se realiza por una amplia grada de tres escalones. Sobre la puerta hay un vano de medio punto ocupado por un retablo cerámico que representa la estación del Vía Crucis correspondiente a la muerte de Jesucristo en la Cruz. A ambos lados hay dos globos luminosos que difieren del estilo del resto de la fachada. En el centro del frontón se abre un óculo con una vidriera de colores. Flanqueando la puerta principal existen otras dos más pequeñas de medio punto, de las que sólo una es practicable, pues la otra es un vano. Sobre ambas puertas menores figuran sendas hornacinas vacías.
El interior es de una única nave, cubierta por bóveda de cañón con un artesonado lujosamente decorado. Tiene el coro a los pies, y en ambas paredes laterales hay dos pilastras acanaladas con capiteles corintios que sostienen el cornisamiento. Se encuentra en estos paramentos dos hornacinas con imágenes de la Dolorosa y el Ecce-Homo. El altar es de estilo neoclásico. Está adornado con dorados. En su nicho se venera la imagen del titular, que es posterior a 1939. A sus pies tiene una reproducción del Cáliz de la Última Cena.
Dejamos atrás la ermita y en unos 650 metros, mas de recorrido llegaremos al punto en donde aparcamos nuestro coche yen donde daremos por finalizada nuestra ruta de hoy.
Gracias por la ayuda en la descripción de la ruta a www.auntirdepedra.com
Hasta pronto.

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