martes, 23 de agosto de 2016

Benisili-Castell d'Alcalá-La Foradá

La Foradá
Fecha: 29/5/16
Tipo de ruta: Circular
Lugar de inicio: Benisili, La Vall de Gallinera, La Marina Alta, Alicante
Hora de inicio: 7 h 37 min
Duración: 4 h 40 min
Distancia: 13.3 Km
Dificultad: Media
Altura mínima: 394 m
Altura máxima: 911 m
Indice IBP: 78
Calificación (1-10): 8
Recorrido: Benisili – Castell d’Alacalá – Tossal de la Creu – Tossal dels Quartesos – El Penyal Gros – La Foradá – Cova del Moro – Alpatró – Benisili.

Como llegar:
Saldremos de Algemesí por la CV-42 con dirección a Alzira, para desde allí dirigirnos hacia Benimuslem por la CV-550 y desde alli con dirección a Alberique conectaremos con a la A-7, Autovía del Mediterráneo con dirección a Albacete. Tomaremos el desvío en CV-40 Carretera de Xativa-Alcoy, pasaremos por el túnel de la Olleria, y dejaremos a nuestra derecha Aielo de Malferit. Seguiremos por la A-7 hasta llegar a Muro de Alcoi, población que atravesaremos, siguiendo la CV-700 y pasando por la alquería de Benamer llegaremos a Benimarfull, que también atravesaremos siguiendo la CV-700, para desde aquí llegar a la población de Planes. Atravesaremos la población de Planes sin abandonar la carretera CV-700, pasaremos de largo el desvío a Catamarruch y posteriormente el desvío a Margarida sin abandonar la CV-700, hasta llegar a encontrar un nuevo desvío a nuestra izquierda por la CV-714 y que nos llevará hasta la población de Benissili y allí aparcaremos nuestro coche.

Descripción de la ruta:
Esta semana la ruta discurre por las cercanías de La Vall de Gallinera.
La Vall de Gallinera además de ser un valle propiamente dicho también es un municipio conformado por ocho núcleos de población; Benirrama, Benialí, Benissivà, Benitaia, la Carroja, Llombai, Alpatró y Benissili, en este último arranca la excursión de hoy.
Entramos a la pequeña población, aparcamos nuestro coche en el centro la misma y comenzamos nuestra ruta retrocediendo unos metros por la misma carretera por la que hemos llegado y por unas escaleras con unas vallas metálicas,que veremos a nuestra izquierda ascenderemos para comenzar a salir de la población, por camino cementado. Por delante casi 15 kilómetros para recorrer con calma, para así degustar mejor los fantásticos paisajes que nos esperan. Comenzamos por caminos agrícolas, que nos van alejando de las concentradas calles de Benissili, nos acompañan olivos, cerezos, y sobre todo almendros, que forman un bonito contraste con el mundo calizo que nos espera unos centenares de metros más arriba. Un poco antes de llegar al cruce con la carretera asfaltada encontraremos a nuestra izquierda un pequeño barranco, pasando por debajo de unos arcos de piedra.
El paso por el interior de este pequeño barranco, nos evita un tramo de carretera asfaltada, a la que saldremos enseguida y en donde seguiremos por nuestra izquierda, en una curva muy cerrada a nuestra derecha veremos un sendero que comienza a nuestra izquierda y por donde nos desviaremos. Enganchamos con el sendero que se encarama a las laderas de la Serra de la Foradà, podemos distinguir ya con claridad nuestro primer objetivo, los restos del Castell d'Alcalà, mimetizados entre los paredones y farallones entre los que se alzó esta fortaleza árabe. Poco a poco los cultivos irán dejando paso a las rocas calizas.
Las vistas sobre la Vall de Gallinera empiezan a ser muy buenas, vemos Benissili y Alpatró, y la Serra de la Safor. La senda sube sin descanso por un amplio corredor en dirección al collado que separa la larga cuerda de la Serra de la Foradà de su cima más occidental, el Tossal del Xarlopar, este será el desnivel más grande a salvar en toda la jornada, pero entre las buenas vistas que iremos teniendo del valle, cada vez más abajo, como de los muros calizos que cierran el corredor, cuando nos demos cuenta habremos llegado a la altura del castillo. Ya cerca del castillo veremos a nuestra derecha como unos andamios de hierro rodeando el castillo no debemos dirijírnos hacia ellos, sino continuar con la senda por nuestra izquierda que nos llevará hasta las cercanias del castillo.
El Hins Al-Qala o Castell d'Alcalà o Castell de Benissili (s. XI) fue el hogar de uno de los señores mudéjar más famosos, el caudillo Al-Azraq, y epicentro de las revueltas mudéjar antes de la conquista del Reino de Valencia por parte de Jaume el Conqueridor.
Castell d'Alcalá
Nos detendremos para observar todos los recovecos de estas ruinas, que dejan entrever lo grande que debió ser esta fortaleza, nos impacta ver el lugar en el que fue construido, al inicio de una cresta caliza que se extiende de norte a sur hasta el lomo de la Serra de la Foradà, no menos impactantes son las vistas, que nos dejan adivinar parte de la longitud de la Vall de Gallinera, así como dos de nuestros objetivos de hoy, el Penyal Gros y la Foradà, tampoco nos pasarán desapercibidos los acantilados del Tossal de Xarlopar. Aunque no podremos entrar pues los pasillos metálicos montados junto a el están cerrados con candados. Un emplazamiento estratégicamente perfecto el de este castillo, desde él dominarían la entrada al valle por poniente, y desde el otro extremo, en el Castell de Benirrama, dominarían la entrada por levante. Desde allí arriba, no escapa a nuestra vista, distinguimos la esbelta silueta del Benicadell Y más cercanos tenemos los acantilados de la vertiente más occidental de la Serra de la Foradà.
Continuamos con la ruta y afrontamos la subida definitiva al collado, vamos dejando a nuestra izquierda la continuación de la cresta del castillo, en el pequeño anfiteatro que queda bajo el collado nos llamarán sobremanera la atención los antiguos bancales de cultivo, hoy devorados por la vegetación , lo que les hace asemejar como a una especie de gradas, creando una de las estampas más curiosas y bonitas del recorrido.
Enfilamos el cordal de la sierra en dirección este, por el filo del cordal, en busca de la primera cima del día, el Tossal de la Creu, a 908 metros de altura, punto más alto de la ruta de hoy y también de esta Serra de la Foradà, arriba, como su propio nombre indica, una cruz metálica, y el remate a unas buenas vistas que ya habíamos empezado a gozar desde el collado, y de las sierras y montañas de la Safor, el Mondúber, el Benicadell, Mariola y el Montcabrer, la Serrella, l'Aixortà, Bèrnia, Aitana, el Montgó.
Nos apresuramos en seguir con la ruta, puesto que observamos que ahora dejará de ir por el filo para escorar un poco a vertiente sur, tras lo cual bajaremos a un extenso llano, envueltos de jaras y con el punto de mira ya puesto en el siguiente objetivo, el Tossal dels Quartesos, situado a 852 metros de altura. Volveremos a bajar, esta vez a un precioso collado, antesala de la exigente subida a esta cima.
Recuperado el filo del cordal enseguida nos plantamos ante la cresta que se dirige hasta la tercera cima del día, el Penyal Gros, las vistas son abrumadoras, desde allí dominaremos la práctica totalidad de la longitud la Vall de Gallinera, así como la vertical vertiente norte de esta Serra de la Foradà. Poco después nos detenemos para recuperar fuerzas con el almuerzo y enseguida continuamos nuestro camino cresteando.
Ya solo nos quedaba rematar la faena con la visita a la Foradà, no a mucha distancia del Penyal Gros, pero si la suficiente como para deleitarnos con el espectacular paredón que este último ocultaba en su cara nor-este, la ruta nos iba gustando cada vez más, y eso que nos faltaba llegar a la Foradà, puente de roca o ventana natural que da nombre a esta sierra y emblema del valle, y desde donde íbamos a tener las mejores vistas de todo el recorrido, a un lado, media Vall de Gallinera hacia el oeste y los acantilados de lo que llevábamos recorrido del cordal, y a otro lado el otro medio valle hacia el este y el resto del cordal, igual de espectacular hasta que termina en el monte del Miserat. Y llegamos a La Foradá.
Según las investigaciones toponímicas de Roberto Fauré Zapatero (1992), parece ser que esta peña fue la que dio nombre en La Vall de Gallinera. De hecho el autor sostiene que el nombre Gallinera, que los árabes llamaban Galinar, es un palabra prerromano formado por KAL+INAR, donde KAL significa roca, peña y INAR significa corte, abertura, agujero. Por tanto, de aquí resulta “la roca o peña foradada”, es decir, “La Foradá”, con lo cual obtenemos La Valle de La Foradá. 
La Foradá
Nuestros antepasados se percataron del encanto de esta roca y de su posición privilegiada, ya que desde allí arriba podían vigilar todo el valle perfectamente. Por eso en la edad del bronce (1800-500 ª. C.) se construyó un pequeño poblado que seguramente serviría para tener vigilada la cuenca del valle. De este poblado aún se pueden observar las restos de la muralla que lo protegía por el sur, hecha de grandes bloques de piedra. También los àrabes, que tantos años estuvieran en estas tierras construyeron una atalaya por poder comunicarse con los dos castillos que hay en el valle: el Castillo de Gallinera (o de Benirrama) por Levante y el Castillo de Alcalá (o de Benissili) por Poniente. De la atalaya aún quedan algunos muros que marcan el perímetro y partes de la muralla que le rodeaba.
Desde hace unos años La Foradá se ha convertido en un lugar de peregrinación donde cada Viernes Santo, de madrugada, se sube rezando el via crucis. Cuando el sol empieza a salir, la gente de los diferentes pueblos inicia la subida hacia el agujero rezando las diferente estaciones del vía crucis.
El lugar se eligió por ser un referente visual, colocado en medio del valle, que aglutina a toda la gente que habita en esta tierra.
Pero sin ninguna duda, el encanto más grande que esconde esta peña es un fenómeno astronómico único que se produce dos veces al año: la Alineación Solar. El día 4 de Octubre (día de San Francisco de Asís) y el 9 de Marzo (día de Santa Francisca Romana), la luz del sol pasa a través del "agujero" de La Foradá y alumbra los restos del antiguo Convento Franciscano del siglo XVII que había en La Vall de Gallinera. Precisamente este fenómeno astronómico determinó la construcción del antiguo convento en aquel punto exacto, el año 1611.
Retomamos la marcha. Volvemos sobre nuestros pasos hasta el sendero de descenso por el que abandonaremos el cordal, por un camino de herradura, al más puro estilo "Catedral del Senderisme", y trazado en una diagonal, realmente por el único punto en que podía transcurrir. Sin abandonar el cordal, nos vamos en busca de la senda de bajada llegamos a la Cova del Moro.
La cueva en cuestión es un antiguo corral en cuyo interior se excavó un agujero para acceder a una oquedad colgada de un precipicio, luego esta oquedad se tapió, conformando un refugio de lo más original. Desde uno de sus ventanucos vemos de nuevo la Foradà y el Penyal Gros
Ahora sí, por el sendero de bajada, que responde a nuestras expectativas, el sendero está empedrado, y tras unas bonitas lazadas pasará por la repisa que vemos más abajo, y nos pondrá bajo el paredón de la Foradà.
El sendero nos aboca bajo la pared norte de la Foradà, si la del Penyal Gros nos había impresionado, esta tampoco se queda atrás, impresionante. Encontraremos un poste de direcciones en donde continuaremos por nuestra izquierda, con dirección a Alpatró.
Acabamos saliendo a un camino asfaltado, en donde continuaremos por nuestra izquierda y que nos enlazará con el trazado de la Ruta dels 8 Pobles, ruta que como su propio nombre indica recorre todo el valle visitando los ocho pueblos que lo conforman. 
Catando las cerezas
Llegaremos a una fuente en donde continuaremos por la senda que continua por detrás de la fuente. Por este camino llegaremos a la entrada de Alpatró, llegando al cruce con una carretera en donde continuaremos por nuestra derecha atravesando la población. Poco antes de salir de la población nos desviaremos a nuestra izquierda siguiendo las indicaciones hacia Benissili. Enseguida llegaremos junto al lavadero de Alpatró, y continuaremos por nuestra izquierda sin abandonar la carretera. Nosotros ya no abandonaremos este trazado hasta Benissili, lo que resta de ruta, excepto un pequeño tramo de sendero, es íntegramente por asfalto, pero para nada se hace pesado, si hace unos momentos habíamos disfrutado del valle desde las alturas, ahora vamos a hacerlo desde el mismo plano, caminar de nuevo junto a almendros, olivos, algarrobos, cerezos etc, ver los paredones calizos de la Serra de la Foradà desde abajo o el paso por las calles de Alpatró, son argumentos suficientes para recorrer este tramo. Tranquilas, como horas antes, nos volvían a recibir las calles de Benissili, en donde daremos por finalizada nuestra ruta de hoy. 
Gracias por la ayuda en la descripción de la ruta a pdipb.blogspot.com.es
Hasta pronto.


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